Hollow Sick

Indulgence

Siento la ausencia, muchas cosas han pasado. Además también lamento que los capítulos sean más cortos de lo habitual en mis historias pero por algún motivo con este no puedo hacerlos más largos...

Edit 30/03: Resulta que todo este capítulo no lo tenía guardado en el documento y sin querer repetí la escena en el último que publiqué porque pensé que no estaba. Me sorprende que nadie me haya dicho nada C': Ya lo estoy arreglando.

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No sabría decir con exactitud cómo ocurrió.

Ni siquiera sé como empezó, cuándo empezó, por qué. Estaba mal. Antinatural. No solo era un hombre, pero prácticamente no existe. Estaba solo dentro de mi cabeza. Un hollow. Dentro mi alma. Un enemigo.

Ha tratado numerosas veces de destruirme. Intentó matar a Byakuya, mató a uno de los Espadas más poderosos, atravesó a Ishida con la espada... No puedo olvidar esas cosas, mi mente no me deja –pero cuando nuestras almas están en esa extraña sincronía y le miró a los ojos... Mi sangre hervía de rabia y al mismo tiempo con algo más.

Todos se preguntaban qué me estaba pasando. Shinji, Rukia, Inoue, Chad – todos. Entrenaba, como de costumbre, pero algo estaba fuera de lugar. No podía dejar de pensar que si dejaba ir demasiado acabaría de nuevo volviéndome violento. Era como volver a la base uno con los poderes de hollow, solo que tenía control normal sobre estos. Se trataba de algo muy diferente, algo que no tenía ni idea de cómo solucionar. Se trataba de mis propios instintos que resonaban de los de Shiro. Y siempre estaban ahí para molestar.

Mi defensa no era rígida, mi ofensa era débil, no prestaba atención, me herían y me gritaban. Por más que me preguntaban qué me pasaba, no podía responder. ¿Qué les diría?

Estaba tirado en la cama luego del exhausto entrenamiento. Como parecía ser habitual, fui arrastrado hacia mi mundo interno. Él estaba allí mirándome con esa sonrisa de superioridad, esperando a que yo desenvainara la espada y luchara contra él otra vez. Parecía que disfrutaba que lo hiriera y tuviera retroceso contra mí. El muy cabrón. Si no lo atacaba me sacaría de quicio hasta que explotara y lo hiciera de todos modos. Odiaba tener que mirarle. Sus ojos me enganchan, y lo odio.

Lo odio, lo odio, lo odio. Nunca lo había sentido tanto. Nunca había sentido tanto por otra persona – si Shiro puede ser llamado persona. Es un hollow, Ichigo. Hollow. Enemigo. Nunca olvides eso. Sois enemigos.

¿Por qué me siento de este modo? ¿Por qué? De todas las personas existentes, de entre todos los mundos, ¿por qué ahora? ¿Por qué él?

Dios, lo odio.

A veces me parecía como que él lo sabía. A veces pensaba, a lo mejor. A lo mejor no resultaba rechazado.

Pero entonces miraba a esos ojos y esa esperanza se encogía y moría. No podía confiar en él. No podía poner nada frágil entre sus manos –esas manos, destruirían cualquier cosa si así lo quisieran.

Y mi corazón es frágil, podía sentirlo.

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Por primera vez Ichigo no me encaró. Trató de huir.

No tan rápido.

Logré alcanzarlo fuera de aquel mundo antes de que pudiera ser consciente de ello. Me lancé sobre él. Caímos al suelo, piernas enredadas entre ellas, maldiciones, manos agarrando por todas partes, él resistiéndose hasta que lo dejé inmóvil contra el suelo con mis dedos alrededor de su cuello. Trató de quitarme de encima, pero yo era más fuerte.

Mejor.

Estaba excitado. Podía sentirlo a través de sus pantalones. Froté mi mano entre sus piernas y sus caderas dieron un tirón, jadeó, sus piernas sacudiéndose.