Capítulo 3

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Eran las 5:05 a.m cuando Mingyu abrió los ojos. Al principio se sintió confundido cuando vió que no se encontraba en su habitación, pero al sentir aquella calidez en su pecho los recuerdos de la noche golpearon su mente haciendolo sonreir cual tonto enamorado mientras envolvía a su adormilado  mayor en sus brazos.

No pasó mucho tiempo antes de que Wonwoo se despertara sorprendiendose al encontrarse con que el más alto estaba a su lado, ante esto sonrió con alegría y sintió sus mejillas sonrojarse.

—¿Ya despertaste? —preguntó el moreno mientras se incorporaba en la cama.

—Sí —respondió con voz suave aún sonriendo.

—Sabes, me alegra despertar junto a tí —le confesó con cierta timidez mientras le acariciaba una mejilla.

—A-a mi igual. —Aquello lo tomó por sorpresa por lo que solo se sonrojo aún más mientras se sentaba cubriendose con la sábana en la cual sobresalían pequeñas manchas blanco-grisáceas.

—Se esta haciendo tarde... bueno "tarde" —comentó Mingyu con una pequeña mientras buscaba su pantalón que había salido volando a algún punto de la habitación.

—Pronto despertarán los demás. —Al decir esto el mayor volvió a sentir aquella fría sensación oprimir su pecho, aunque se desvaneció cuando notó un pequeño detalle que al parecer no logró notar en la madrugada.

El más alto había encontrado su pantalón y se lo estaba poniendo cuando escuchó la risa del azabache, se voltó a verlo con una mirada curiosa como preguntando "¿De qué te ríes?".

—¿Por qué tienes un pantalón rosita con unicornios? —preguntó Wonwoo tratando de aguantar la risa.

—Fue un regalo de Jihoon —respondió con las mejillas rojas mientras se rascaba la cabeza.

Ahora el mayor no pudo aguantar la risa, que más bien eran carcajadas que se ahogaban entre la sábana. A veces su menor podía resultar posesivo y pervertido, pero también llegaba a ser tierno e infantil, eso era una de las muchas cosas que amaba de él, sus mil y un facetas que nunca dejaban de sorprenderlo.

Pronto se vió interrumpido de aquellos pensamientos al escuchar la puerta abrirse y un "hasta después" fugaz, por lo que sin pensarlo dos veces se levantó de un salto, aferrando la sábana fuertemente a su cuerpo, y llamó al más alto quien inmediatamente se dió vuelta para encontrarse ambos en el umbral de la puerta.

Lo que el moreno no se espero fue que Wonwoo lo jalara para poder unir sus labios en un beso, simple pero cariñoso.

—Te amo —confesó el azabache mientras escondía su rostro en el pecho del contrario.

—Yo también te amo —contestó mientras lo tomaba de la barbilla para volver a reclamar sus labios en un beso más demandante que el anterior.

Después de aquel beso se separaron una vez más para poder despedirse mientras Mingyu se dirigía a su cuarto y Wonwoo se adentraba al suyo.

Estuvieron tan metidos en su mundo que ninguno de los dos notó la sombra de una figura ajena que sobresalía desde la cocina, observando en silencio en la oscuridad.

☆~☆~☆~☆

Aquella mañana Minghao se había despertado más temprano de lo usuasl. Una vez acostumbrado a la luz se dispuso a levantarse cuando sintió que unos brazos redeaban su cintura. Ante esto se giró para encontrarse con un Hoshi profundamente dormido abrazandolo como si fuera un peluche. El chino solo pudo sonreir y suspirar por esa escena, si bien se sentía feliz por tener a su hyung a su lado. También estaba confundido por no saber los verdaderos sentimientos del contrario, desde aquella noche en la que se quedaron los dos solos ensayando, donde bailar fue lo único que no hicieron, Soonyoung  se había vuelto más cariñoso cuando no había nadie viéndolos, esto definitivamente lo confundía pues no sabía si aquello fue de una noche caliente o los verdaderos sentimientos del bailarín mayor.

Secrets [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora