Capítulo 27: Místico

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Cientos de estrellas cubrían el cielo nocturno, siendo iluminado únicamente por una enorme luna. La luz de esta le daba al entorno un deje místico.

Ella casi espera ver una sirena o alguna otra cosa mística en cualquier momento.

Había estado cerca de una hora intentando dormir, sin poder quitarse de la cabeza a el Diablo y sus besos, y cuando esto le pareció imposible decidió salir a cubierta. Ahora podían salir del camarote sin supervisión extrema, por lo que supuso no habría problemas

Alexa suspiró extasiada cuando la cálida brisa marina golpe a través de su rostro y desordenó sus cabellos. Era exquisita la sensación de sentir el océano a tan pocos metros de ella, jamás había pensado que navegar a través del océano podría gustarle tanto.

Ni siquiera sabía cómo era eso posible, ella quien siempre había estado en tierra firme se sintiera mejor que nunca a bordo de un barco.

Un barco pirata.

La sensación de libertad a bordo del Hades, pese a su actual posición de prisionera, era realmente inigualable.

Libre, por primera vez en...toda su vida, se sentía dueña de su propias decisiones. Bueno, quizás no tan libre, aún era prisionera.

Aunque de cierto modo, estar aquí le parecía mucho más agradable que estar en Inglaterra, donde seguramente estaría casada con Sir Anthony.

Ni siquiera había dirigido un pensamiento a su padre, ni tampoco lo había extrañado. Aquello podría hacerla ver fría y sin sentimientos, pero ella tenía claro que los lazos afectivos con su padre no eran fuertes.

Lo quería, pero jamás como había amado a su madre.

Solo le quedaba esperar que el Diablo no quisiera terminar con su vida luego de acabar con lo que sea que intentaba hacer.

Vengarse, según las propias palabras de él.

De algún modo eso le parecía imposible, en el fondo su corazón estaba comenzando a creer que él no era un asesino a sangre fría como todos lo pintaban. Había algo más que maldad bajo de aquel muro de piedra que había entre él y el exterior.

Quería creer eso, porque aún no podía quitarlo de su cabeza, ni a él ni a sus besos, y se negaba a sentir debilidad por alguien quien podría no merecerlo.

Con otro suspiro dirigió su mirada hacia el mar en un intento de dejar su mente en blanco y dejar de pensar en quien no debía.

Y quizás fue el sonido de sus pasos o solo la fuerte atracción de su presencia, pero Alexa supo que a unos cuantos pasos tras ella se encontraba un hombre. Y nada más ni nada menos que el Capitán pirata que robaba sus pensamientos.

Su cuerpo se estremeció sin previo aviso cuando lo sintió acercarse a la baranda en que ella se encontraba afirmada.

-¿Debo creer que no podía dormir? – su ronca voz se filtró a través de sus oídos haciéndola estremecer, otra vez. – o ¿está tramando algo? – la burla en su tono era claramente perceptible y Alexa casi sonrió al pensar en que él pudiera estar bromeando con ella.

-Yo...- inspiro para calmar sus nervios. Dios, si con solo mirarlo sus rodillas se aflojaban. – Yo solo quise dar un paseo – se giró enfrentándolo. – Creo que debería volver...- hizo el ademán de caminar junto a él.

Necesitaba alejarse antes de ponerse en vergüenza por las extrañas reacciones de su cuerpo. Parecía que este actuara por sí solo.

-No...- él la tomó su brazo con delicadeza, deteniéndola donde estaba.

Alexa retuvo el aire en sus pulmones. La electricidad había recorrido todo su cuerpo en cuanto él la tocó y parecía que no se detendría hasta que dejara de hacerlo.

Muy a su pesar, no quería que se detuviera.

-No es necesario que se vaya – él sonrió y Alexa sintió sus mejillas sonrojarse. Nunca lo había visto sonreír. Era simplemente hermoso. – No voy a hacerle nada – sus ojos centellearon con picardía -...que usted no quiera –

Ella asintió y temblando se afirmó del barandal, si no lo hacía probablemente iba a terminar en el suelo.

El silencio se extendió entre ambos, un tanto incómodo.

Alexa podía sentir la regular respiración de él mientras miraba fijamente hacia el horizonte.

-Así que...- el capitán volvió a hablar – ¿no podía dormir? –

-Si- ella se aclaró la garganta, sin saber bien que decir – el calor aquí es...un poco molesto. N-no estoy acostumbrada a temperaturas demasiado altas – por el rabillo del ojo lo vio sonreír, sus ojos estaban clavados en ella.

-Sí, claro. Las temperaturas son de las más molestas por estos lugares – murmuró, y Alexa pudo notar el sarcasmo patente en su voz.

Girando la cabeza se preparó para rebatir esto, podría ser un pirata malvado pero no aceptaría que se burlara de ella.

Prácticamente se quedó sin aire cuando noto lo cerca que aquel movimiento, hecho por ella, había dejado sus rostros. Unos centímetros más y probablemente perdería la cabeza.


-xx-

21-01-2016

Muchas gracias a quienes siguen leyendo y comentando, All the love para ustedes :3

Everything Has Changed  [H.S] //EDITANDO//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora