Our Memories

Capítulo 4

Mi alarma sono a la misma hora de siempre, dándome aviso que era momento de salir de la cama y apresurarme para no volver a llegar tarde al colegio. De nada servia activar el despertador si terminaría haciendome tarde para llegar.

Odiaba levantarme temprano para ir a un lugar al que nadie quería ir. Estúpida escuela.

Una vez más llegue tarde al colegio, aunque no lo suficiente como para quedar fuera.
La primera clase del día sería artes, asi que debía darme prisa, pues el salón quedaba del otro lado del campus y el profesor era muy estricto respecto a el horario.

Me encontraba cansada, somnolienta, agotada, quería una cama y dormir sin que ella apareciera por mis sueños, pues por más que lo intente la noche anterior no había logrado que eso ocurriera. ¿Qué me ocurria?

Caminaba rápido por los pasillos, lo unico que se escuchaba en esos vacíos caminos era el rechinar de mis tennis sobre los mosaicos del suelo, y el eco que se producía al cerrar algun casillero a lo lejos.

— ¡Oye, espera! — una petición rompió el silencio — ¡Tu, la de cabello negro! — me detuve al ver que se referían a mi

Pues además de tener el cabello de ese respectivo color, era la unica en el pasillo.

Voltee y ahí estaba. No sabía si era para buena o mala suerte, pues por su culpa no había logrado dormir bien, pero aún asi sonreí al verla.

— Oh...hola — le salude sorprendida de que me hablara

— Perdón por molestar pero...— sonaba apenada, aunque también afligida — ¿Podrías decirme como llegar al salón treinta? — preguntó mirando un pedazo de papel

Parecía que no me conocia, claro, no tuvimos ni una mínima presentación. Pero eso raramente dolió, pues yo no había dejado de pensarla en lo que había pasado sin verla.

— Yo...ahh...

Ella tenía su mirada fija en mi, y yo la observaba de la misma forma.
Fue la primera vez que la tuve tan cerca, la primera vez que hablabamos, era demasiado para mi.
Mis piernas comenzaron a temblar, y mis manos a ponerse humedas, lo que estaba fuera de lugar con el clima que habia.
Ella me ponía así, nerviosa.

— ¿Estas bien? — pregunto mirándome con el entrecejo fruncido

— Ah...no...¡digo si! — estaba actuando ridícula — Perdón, estoy distraída — ella me distraia — Si, yo también voy a ese salón

— ¡Genial! — solto alivianada — Ah...se nos hace tarde para artes - recordó dando leves golpes al vidrio del reloj que traia en la muñeca

— ¡Cierto! — concorde— Sigueme

Sin su autorización sujete su mano y comence a jalarla conmigo. Quedé helada por un momento, sentía mis pies moverse por si solos, mi cerebro ni siquiera parecia dirigirlos, pues estaba enfocado en memorizar ese momento como un logro.
Corrimos por varios pasillos tomadas de las manos, y aunque ella casi cayó en varias ocasiónes, logramos llegar a tiempo.

— ¿Podemos pasar? — pregunte agitada bajo el marco de la puerta, la cual estaba abierta

— ¿A que se debe la retarda señorita? — pregunto el profesor Schmidt acercandose

— Ah...

— Ha sido mi culpa — asumió Ariana, robandome la palabra — Soy nueva y me perdí...,asi que le pedi a mi compañera si podía acompañarme a la pedir un horario...fue por eso que tardamos

Era fantástico que dijiera una mentira para justificar mi retardo.

— Mmm...— murmuro — Siendo así...adelante — dudo antes de dárdos la autorización para entrar