Capítulo 3

328 26 2
                                    

«¿Que me sucedio?, ¿Que?, ¿Que?, ¿Que?» Preguntaba, mientras tenía la cabeza enterrada en mi gran almohada.

Me sentia sumamente confundída, quería golpear mi cabeza contra la pared una y otra vez. No importaba lo que hiciera, en que o quien pensará, me resultaba imposible sacar a Ariana de mi cabeza.

Nunca antes me había pasado algo parecido. Me sentia rara, como si estuviese haciendo algo mal, como si estuviese mal pensar en ella. Restregue mis ojos con desesperación una vez más, estaba desorientada por tanta confucion.
Tal vez me era imposible dejar de pensarla, porque en parte no quería. No quería olvidar su linda sonrisa, ni su voz, menos en cómo bailaba en su
habitación, lo que creía que estaba totalmente mal.

«Esto no puede ser, ¿Porque pienso tanto en ella?, ¡A mi me gustan los hombres!, no una chica a la que conocí hoy»

Luego de unas cuantas horas postrada en cama, decidí levantarme y entrar a la ducha
El día había un clima como en invierno, nublado y con nieve cayendo a todas horas del dia. Aunque no era invierno, en realidad dias antes había arribado una tormenta proveniente desde Alaska, causante de tanta nieve y frio; por suerte el cuerpo suele adaptarse a ciertas tempraturas.

Mi tarde transcurrió aburrida, como siempre. Entre las cosas más resaltantes de esa tarde estaba mi tarea y hacer la cena, que casi queme.
Luego de unas horas eternas de soledad, escuche el esperado sonido de un motor veicular apagarse en el jardín, ellos habían regresado.
Segundos pasaron hasta que escuche cómo giraron la perilla de la puerta, y voces que charlaban entre si.

— Habría que llevar unos cuantros planos y ver lo que pie...¡Cariño! — se acerco hasta el sofa, dejando su maletín a mi lado — ¿Como has estado? — preguntó mi padre besando mi mejilla, sentándose a mi lado

— Bien papá — respondí con media sonrisa viendo la tv — ¡Hola mamá!

— Hola, amor — me saludó besando mi frente — ¿Cenamos? — nos pregunto, tanto mi padre como yo asentimos ansiosos

— ¿Haz visto el juego? — me preguntó papá, sujetando el control de la tv

— Yo no veo eso jajaja — reí cruzandome de brazos — Es aburrido

— Cuando tenías seis años no pensabas asi — me recordó — Rogabas porque te llevaramos a todos los juegos...que te comprará aquel palo de hockey y un juego completo de pucks, junto con tus patines, o ¿No recuerdas? — golpeó su hombro contra el mío

— Esta bien...— respondí de mala gana — Quizás aún me guste un poco...pero no como antes — rodee los ojos, aclarando mi punto

— ¿Si te llevara a un par...

— ¡La cena esta servida! — anunció mi madre desde la cocina

— Ups

Me levanté del sofa y fui a la cocina, escuchando un suspiro de papá antes de que se levantara
La mesa estaba servida, eso vi en cuanto entre. Mi madre acomodaba las servilletas sobre la mesa

— Te luciste con la cena — dijo mamá, en cuanto pase a su lado

— Lo se, lo se — metí mi dedo en el puré de papas para provarlo una vez más

— ¡__________, no hagas eso! — me regaño — Ve a lavarte las manos

— Vi a livirti lis minis — repetí resongando

— Apuesto a que compró la comida — el hombre de la casa fue el primero sentarse

— No — serví un vaso con agua frente a el — Todo lo prepare yo

Our MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora