Fuego y cenizas

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Las cenizas caen de mi mesa, ya.
Ella, rompió mi cenicero
Solo queda un vago recuerdo de aquella noche
Y una pequeña mueca de ironía, tras su partida.

Ya despertó el amanecer
Yo, de espalda al sol
Mi sombra reflejada en la.pared
se mueve, pero, no yo.

En este tiempo lineal
todo es tan falso
Tanto como, la caricia de un ángel
o tu mirada envuelta en la mía.

No puedo, no debo, ni quiero dejarte.
Por todo esto, decidí, nunca tenerte.
Giras por los orbitales de ni mente
Pero, aún así, omito tu presencia.

Es que, así, así se produce el fuego
Ese fuego de cambio, ese fuego que purifica.
Luego, quedarán, de nuevo, cenizas.
Pero, esta vez, alguien se quedará a deshollinarme.

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