Capítulo 6

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Kevin

22 de Diciembre del 2015

Faltaban pocos días para Navidad y aun no había comprado los regalos para mi familia. Últimamente estaba distraído, lo único que pasaba por mi mente era la imagen de aquella chica que conocí hace un año en México. Ya ni siquiera mi trabajo me mantiene concentrado.

—Hola hermano. —dijo Frankie, entrando en mi oficina.

—Hola Frank. —lo salude.

— ¿y bien? ¿Para que me querías? —como siempre tan directo.

—necesito que me acompañes a comprar algunos obsequios para Navidad.

—claro, no hay problema. —dijo. —pero, ¿podríamos visitar a Annie? Es que necesito hacerle algunas preguntas. —dijo Frank.

— ¿sucede algo? —pregunté al notar que se ponía nervioso.

— ¿Qué? No, nada. —contestó. —son algunas dudas sobre español.

—yo puedo ayudarte, hablo español a la perfección. —le dije. Quizás esto serviría para acércame mas a mi hermano menor.

—lo se, Annie te enseño todo lo que sabes, pero aun así me gustaría pedirle ayuda a ella, no solo es de español sino que también de literatura. —dijo.

—esta bien. —contesté. —pero primero las compras.

—claro.

Termine de trabajar y salimos con mi hermano hacer algunas compras. Nueva York es una ciudad hermosa, llena de teatros, tiendas y todo lo que te puedas imaginar. Para el cine es la mejor ciudad para hacer películas o series, pero tiene un problema, esta sobre poblada. No se si es por la fecha o de verdad vive mucha gente aquí, pero parece que todo Estados Unidos esta hoy comprando.

—parece que todo el mundo salió de compras justo hoy. —me queje.

Frankie me miró divertido. —es tu culpa hermano, siempre dejando todo para último momento. Mamá me hizo ir de compras hace como un mes. —reímos.

—ella es precavida. —sonreí. — ¿Qué me compró? —pregunté.

—olvídalo, no lo diré. —contestó.

—te daré lo que me pidas. —intenté persuadirlo.

—Mmm... no. Mamá ya compró mi silencio, tú no puedes hacer nada. —Maldije en silencio y seguimos hablando.

Llegamos al centro comercial y nos pusimos a buscar los regalos para mi familia y algunos amigos. Mientras pasábamos por las tiendas nos paramos frente a una joyería. Le compraría algo a mi madre, quizás unos pendientes o un collar, ya escogería cuando lo viera.

— ¿Kevin?... ¿Frank?... —dijo una voz muy conocida a nuestra espalda. Nos volteamos a ver y allí estaba una sonriente, pero cansada Annie. —Hola... —nos saludó.

La saludamos con un beso en la mejilla.

—íbamos a verte después de comprar algunas cosas. —le dije.

— ¿a sí? ¿Por qué? —preguntó.

— ¿no podemos pasar a ver como estás? —le pregunté haciéndome el ofendido.

—por supuesto, pero eso nunca lo hacen. —dijo triste.

—cierto. —dije. —lo lamento, iré a verte más seguido.

—y yo también. —dijo Frank. Ella sonrió. —Annie, ¿podemos hablar? —de la nada mi hermano se puso serio.

Annie lo miró confundida. —claro.

—iré a ver algo para mamá. —les dije y los deje hablando solos.

Entré en la tienda y me puse a ver los estantes con joyas. Había relojes, pendientes, collares, pulseras, anillos, todo lo que existe en una joyería. Me encontré con un par de pendientes de plata con incrustaciones de diamantes. Realmente hermosos. A mamá le gustarán.

—señorita, quiero esos pendientes. —le dije a una de las vendedoras.

—claro. —la joven tomó los pendientes y los guardo en una hermosa cajita de terciopelo. — ¿efectivo o con tarjeta? —preguntó.

—tarjeta. —contesté. Era una cantidad de dinero considerable, pero son para mi madre así que lo valen.

Seguí observando los estantes, por pura curiosidad, cuando lo vi. Era el collar más hermoso que había visto en mi vida, era perfecto. Apenas su belleza me deslumbró pensé en ella, era para ella. El collar era de plata con un dije de flor, igualmente de plata, y una piedra preciosa.

—disculpe. —dije a la chica que me atendía. —¿Qué gema es esa? —le pregunté apuntando al collar.

—ese, señor, es una esmeralda. —asentí.

Me quedé admirando la preciosidad de la gema. Su color era verde y brillaba como nunca en medio de la plata.

—también lo quiero. —le dije a la chica. Ella me miró boquiabierta por un segundo y asintió.

Seguí admirando la preciosidad del collar, no había ninguno igual. Era perfecto para ella. Seguramente se vería hermoso adornando su delicado cuello.

La chica me entregó los pendientes para mi madre y el collar en cajas de terciopelo. Ahora ya no había excusas para no seguir buscándola. Necesitaba encontrarla y entregarle este hermoso regalo que compré pensando ella. Era solo para ella. La chica que conocí en México, de quien no sabía nada ni siquiera su nombre, pero me traía vuelto loco. Y aunque tuviera que recorrer el mundo entero buscándola, lo haría. En este minuto nada importa, el trabajo, la política, los negocios, todo me da igual. Solo necesitaba verla una vez mas, entregarle este regalo y hacerle saber que jamás la he olvidado.

NOTA AUTORA: 

Sé que es poco y les pido disculpas por eso, pero últimamente he estado un poco enferma y sin Internet, de hecho ahora estoy contra reloj subiendo capítulos... 

Espero me comprendan y deseo volver pronto... 

Besos, Las quiere... 

Atte: Annie :)  

Cake by the CHRISTMAS [Jonas] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora