Capitulo 2

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Despues de todo lo sucedido en la casa de la Señorita Sandler he decidido alejarme un tiempo de esta ciudad. He viajado a una pequeña finca que era de mi abuela. Esta finca estaba a lo alto de una montaña en Florencia Italia. Era muy linda y acogedora, tenia un gran jardín para poder leer y olvidar todo lo que había pasado. Cada día extrañaba mas y mas a Lucy, pensaba que quizás podría haber conocido al amor de mi vida, al parecer todo estaba arruinado. Mis días eran largos y mis noches eran cortas, mi alma estaba vacía y mi mentes estaba marchita, sin duda estaba enamorado. Cada vez que pensaba en ella mis palpitaciones aumentaban cada vez más, nunca me había pasado eso.
- ¿ Debería ir a buscarla ?-  Me pregunte
No tuve respuesta alguna, me quede petrificado ante esa pregunta. Los días pasaban y cada vez eran más largos. Un día salí a comprar al mercado que estaba justo debajo de la montaña y me tope con una señora mayor.
- ¿ Estas bien querido ?- Dijo la señora
- Si señora, gracias- le respondí
- Parece que perdiste el amor- Dijo ella
- En efecto señora, he perdido a la mujer mas linda, inteligente, graciosa y divertida de todas- le respondí
La señora levanto lentamente la mirada y me dijo apoyando la mano en mi corazón
- Pelea por lo que amas y no lo sueltes jamas- dijo ella.
Las palabras de la señora me habían llegado al corazón. Tenia razón la señora, debo pelear por ella, debo pelear por lo que amo.
Volví a París después de haber estado un año en esa finca. Volví a mi casa a dormir después de ese gran viaje, pero note que la cerradura estaba forzada, parece que entraron a mi casa sin permiso y parecía ser reciente. Siempre llevaba una espada en mi bolso por si algo llegaba a pasar, la saque, la desenvaine y entre. Encontré a dos personas  que intentaban buscar algo, entre en combate con ellos. Uno intento atacarme por la espalda pero logré soltarme y le corte la cabeza, con el otro tuvimos una larga pelea hasta que logre cortarle un brazo. En ese momento se rindió así que lo tome como rehén para hacerle un par de preguntas.
- ¿ Quienes sois ?- le pregunte furioso
- Somos sicarios- dijo el ladrón
- ¿ Quien les manda ?- Le dije
- No te importa, maldito bastardo engreído- dijo el
Le corte la cabeza rápidamente, antes de ir a la comisaría los revise y vi que uno tenia un tatuaje un tanto extraño parecía una balanza con espadas cruzadas. Ya me parecía haber visto eso antes pero no lograba recordar, fui a la comisaría a reportar el "intento de homicidio" y fueron rápidamente a verificar los cuerpos. Un hombre los identifico como John Polidori y Kurt Rolar, eran hombres que trabajaban para el Señor Sandler. La policía al otro día acudió rápidamente a la casa del Señor Sandler, el Señor Sandler fue interrogado por los policías, pero no contesto nada que le hayan aportado algo. La cara del Señor Sandler me era muy familiar pero seguía sin recordar de donde, quizás la viuda de mi tío podría ayudarme. Viaje hasta Londres donde se encontraba ella, nos saludamos amistosamente y comenzamos a platicar.
- Señorita Mills necesito su ayuda- le dije
- Dígame Señor Thalmor, haría cualquier cosa por ayudar al sobrino de mi difunto esposo- me dijo
- ¿ Sabes quién es Elvio Sandler ?- le pregunte
Me asintió con la cabeza y me respondió:
- Es el que asesinó a tu tío y a toda tu familia- me dijo.
Quede perplejo, no sabía cómo reaccionar, me he enamorado de la hija de la persona que asesinó a toda mi familia. Tenía tanto odio que deseaba matar ya a ese desgraciado, la Señorita Mills me contó mas sobre Sandler y su grupo de sicarios. Me contó que tenia un grupo el cual se dedicaba a matar a personas ricas y robar su riqueza, su grupo tenia de insignia una balanza con espadas. Mi mente se había aclarado, sabia lo que tenia qué hacer pero primero debía encontrar a Lucy y contarle todo para que así podamos estar y vivir juntos. Dias mas tarde volví a París para encontrar a Lucy, no sabía donde encontrarla. Tuve que hacerme pasar por otra persona porque sino el grupo de Sandler me agarraría. Estuve un año y medio tratando de encontrar a Lucy pero no sirvió.
- ¿ Donde era que se había metido ?- me pregunté.
Después de mucho tiempos de buscar, por fin la encontré, me había enterado que asistiría a una fiesta de mascaras en la embajada de París, así que me aliste y fui a esa fiesta. Llegada la noche de la fiesta no me concentre en otra cosa que encontrar a Lucy, realmente había mucha gente. Busque y busque, hasta que de repente la vi, sus hermosos ojos color pardo, su pelo negro y lizo que parecía seda, su hermosa sonrisa. Me acerque muy despacio y le dije:
- ¿ Lucy, eres tu ?-
Asintió con la cabeza
- ¿ Quien es usted ?- me preguntó
- Soy yo Richard Thalmor- le dije
Se sorprendió de verme y me abrazo muy fuerte.
- ¿ Que haces aquí ? Mi padre me ha puesto vigilancia- dijo ella
- He venido a hablar contigo- le dije
- Ven sígueme- me dijo
Fuimos afuera para poder platicar mejor, ella me abrazo fuertemente y yo también, le conté lo que había descubierto de su padre y que había asesinado a toda mi familia.
- Lo se Richard, me lo contó todo- me dijo
La miré sorprendido y antes de poder decir algo me dijo:
- Y me siento muy mal por eso, estoy enamorada de vos, quiero que me saques de aquí y vivir contigo-
Asentí con la cabeza y nos escapamos rápidamente a la finca de Florencia.
Era realmente reconfortante tenerla a ella de vuelta conmigo, nunca me había sentido mejor en mi vida. Sin duda soy el hombre mas feliz del planeta y espero que esto nunca se termine porque la amo muchísimo.
Entrenaba día a día porque tenia miedo de que su padre vuelva con su grupo e intente separarnos y asesinarme. Pasamos cuatro largos y hermoso años en esa finca, con nuestro hijo Alister. Crecía muy rápido, parecía de seis años cuando en realidad tenia tres, tenia el pelo negro y lizo como su madre, mis ojos celestes y era alto como su padre. Alister crecía cada vez mas al pasar los años. Con la edad de diecisiete Alister sabia utilizar muy bien la espada ya que lo entrenaba todos los días. Un día decidí llevarlo a pescar, cargamos las cañas, la carnada y partimos. Era un día muy bonito, el sol brillaba en todo su esplendor, ni una nube en el cielo, el hermoso pasto verde, nada podía arruinar este día. Fuimos a pescar con Alister el cual pesco el doble que yo y fue muy humillante pero estaba orgulloso de el. Cuando regresábamos a la finca algo no andaba bien, había algo extraño, me acerqué a la puerta la cual estaba abierta, entre y Lucy ya no estaba. Agarramos nuestras espadas y salimos a buscarla. Vimos tres jinetes con una dama atada gritando, supuse que era Lucy, salí corriendo pero fue en vano, lo único que puede notar fue la insignias de Sandler. Alister me pregunto que había pasado y fue el momento donde le tenia que contar la historia. Alister me comprendió y entendió.
- Vamos a buscarla padre- me dijo
- No estas listo Alister- le respondí
- Es mi madre- grito furioso
Alister tenia razón tenia que venir conmigo, me iba a ser de mucha utilidad, preparamos las cosas, agarramos suministros, armas, ropa y dinero, y partimos para París.

El Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora