Capitulo 4

36 5 2
                                    

El viaje fue largo y pesado. Ichabod nos contó muchas cosas que teníamos que saber acerca de demonios y monstruos, era un hombre muy inteligente. Cain estaba emocionado y a la vez aterrado, como todos, ninguno había visto a un demonio antes. Al llegar a París empezamos la búsqueda, yo tenia muchos amigos en París que quizás sabían algo del paradero de Sandler. Preguntamos y preguntamos pero nadie sabía donde estaba, ni la policía, era muy raro, nadie sabia donde estaba, quizá Sandler sabía que íbamos tras el. Nos alojamos en mi antigua casa, la extrañaba, estaba toda vacía y fría. Cada uno eligió un cuarto y se acomodo para descansar, pero yo, fui al cuarto donde había estado Lili, todos los lindos recuerdos volvieron a mi mente y me emocione, la extrañaba, pero ya había pasado, tenía que ser fuerte porque quería traer de nuevo a Alister. No pude pegar un ojo en toda la noche, así que salí a caminar para tomar un poco de aire, lo malo de caminar es que tenía que pensar, y al pensar se me venía todo recuerdo a la mente, pequeñas cosas que eran lindas y ya no están, fui un tonto por no aprovechar todo eso que alguna vez tuve. Camine mucho y me aleje de la casa un par de kilómetros al sur, me frene al ver un destello de luz en un callejón, me acerque a ver y era una persona que había asesinado a otra, al asomarme, aquella persona, que tenia un aspecto raro, capucha grande donde no se le veía la cara y túnica larga con el símbolo de la banda de Elvio, me vio y empezó a correr y yo a perseguirlo seguro tenia respuestas a mis preguntas, fue una larga corrida, era mucho mas joven que yo al parecer y tenía muchísimas energías. Al final apareció Cain y logro agarrarlo.
-¿Que haces aquí Cain?- le pregunte
-Me preocupé por ti y salí a buscarte, vi que estabas persiguiendo a alguien asi que decidí emboscarlo-
-Muchas gracias Cain-
Al volver a la casa lo atamos a un sillón, lo desenmascaramos, y le sacamos todas las armas que llevaba con el, tenia una especie de daga rara que nunca había visto en mi vida. Empezamos a preguntarle las cosas como,
-Donde estaba Elvio-, y cosas así no contestaba nada, intentamos torturarlo pero nuestras armas no le hacían nada, era raro, estábamos en frente de una especie que Ichabod desconocía, cada vez era mas rara la situación. Después de horas tratando de que hable tome su daga, a ver si servia, y funcionó, su daga le hacía daño pero igual se resistía, ya harto le pregunte.
-¿Donde diablos esta Elvio?-
-No te diré nada- contesto furioso
Seguí torturándolo y decidió rendirse, me contó todo.
-¿Donde está Elvio?-
-En la iglesia- contesto
-¿En la iglesia?- me pregunté
-¿Que hace Elvio en la iglesia?- pregunto Cain
-No se llama Elvio, se llama Gabriel y es un ángel, como yo- dijo riéndose
-¿Un ángel?- respondí sorprendido.
Todos nos miramos y nos quedamos paralizados un momento hasta que el ángel hablo.
-Estamos tratando de recuperar las rocas de Lucifer, si caen en manos equivocadas el mundo estará perdido- dijo.
Quedo un silencio incómodo en el habiente, presentí que algo estaba por pasar, era como que el aire se había cortado en dos y se escucho un grito de afuera.
-¿Que es eso?- dijo Cain
-Es Belcebú- dijo el ángel
Lo desate porque parecía que iba a cooperar con esta pelea e iba a ser de gran ayuda.
-Corran y encuentren a Gabriel, yo me encargo de ellos- dijo el ángel
Ichabod, Cain y yo salimos corriendo por la puerta trasera y corrimos lo mas lejos que pudimos hasta que nos cansamos.
-Tenemos que encontrar a Gabriel- dijo Ichabod.
-Si- respondió Cain
-Nada de eso, iré yo solo, ustedes vuelvan a la finca- dije
-¿Te has vuelto loco?, vinimos todos juntos y nos vamos todos juntos- dijo Cain.
-¡No!- exclame y me fui.
Ellos dos se quedaron parados en el lugar y fui yo solo a la iglesia donde estaba Gabriel. No sabía de que iglesia me estaba hablando el ángel, porque había 12 iglesias en todo París. Busque refugio para poder descansar y encontrar la iglesia al otro día, encontré un lugar muy acogedor y lindo, me dieron una habitación que era muy cómoda, él servicio era el mejor que había tenido después del de Lucy, la extrañaba tanto, habíamos tenido un hijo juntos y era el amor de mi vida. Lucy tiene que saber algo de todo esto como es que el padre de Lucy sea un ángel y no un ángel cualquiera.
-¿Me habrá escondió eso todo el tiempo?- me pregunté sin querer saber la respuesta.
Era tarde y seguía sin poder dormir, tenia muchas preguntas sin respuestas y ya no sabía que hacer, quizás tenia que alejarme de este mundo y volver a empezar todo de cero y salir adelante con una nueva vida, pero yo amaba a Lucy y a Alister, eran mi mundo ellos, así que voy a pelear por ellos. A la mañana siguiente salí a buscar a Gabriel, recorrí seis iglesias en un día, en ninguna se encontraba ni Gabriel ni Elvio que eran la misma persona, sin embargo un padre me dio un lugar que quizás podían encontrarse, era una iglesia que no estaba registrada como tal y que se encontraba en el medio de una pradera, y supuse que era esa, porque era el mejor lugar donde esconderse de cualquier cosa. El padre no me dijo muy bien como encontrar la iglesia pero me dio su nombre para que alguien me dijera mejor como llegar, era la iglesia Saint Pierre de Montmartre. Pregunte por todos lados pero nadie me dijo nada que me ayudase, ya era demasiado tarde y era hora de volver a descansar, al llegar me encuentro con el mismo ángel que nos ayudo a escapar de Belcebú, estaba todo lastimado y débil, lo ayude a recuperase a cambio de que me llevase ante Gabriel y accedió. Le pedí que me contara de Belcebú y su ejercito, y cada cosa que me contaba era una peor que la otra.
-Belcebú en sus formas alegóricas toma a veces una apariencia extraña; de rostro hinchado, coronado con una cinta de fuego, con cuernos negros y amenazantes, peludo y con alas de murciélago.- dijo el ángel.
Temía enfrentarme con y haría todo lo posible por evitar cruzármelo, realmente era tenebroso.
-¿Como es tu nombre?- le pregunte.
-Soy el Arcángel Miguel, jefe del ejército de dios y protector de la iglesia- dijo el.
-¿Me llevaras a Gabriel- dije.
-Es lo menos que puedo hacer, tu me has ayudado y ahora será mi turno- dijo.
Al estar curado y ya sano, partimos para la iglesia Saint Pierre de Montmartre, cuando llegamos sentía como todo mi cuerpo temblaba y tenía ganas de entrar por esa puerta y asesinar a Gabriel ya que había matado a mi hijo. Una vez en la puerta tenia miedo de entrar, me arme de valor, entre y grite.
-¡Gabriel he venido a buscarte!-
-Thalmor, te estaba esperando- dijo
Me quede petrificado.
-¿Que quieres decir?- pregunte confundido.
-Te estaba esperando, necesito tu ayuda-
De pronto veo que por la puerta trasera se asomaba una sombra, tenía miedo de lo que fuera, no estaba preparado para combatir, fui ahí sin apoyo y fuerzas. Cuando puedo distinguir la sombra, mi rostro se puso pálido, se me paralizó la sangre y se me paro el corazón... Era Alister.

El Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora