♥Capítulo 2

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Fanes y el resto de su clan llegaron hasta donde estaba Detlina y se percataron que estaba sóla.

 — ¿Dónde está?— Preguntó con sus instensos ojos llenos de furia, su expresión demostraba que ya sabía lo que había sucedido.

— Huyó —  Respondio durá Detlina, pero sus ojos demostraba su miedo interno.

Fanes se enfurecio más y  levantó a Detlina sin tocarla, sólo alzando su mano, y la ahorcó por un momento.

—Podemos.....ata...atacarla....donde más......le due....duela...— intentó decir casi desmayandose. Fanes la soltó y la dejó caer, unos segundos más y Detlina no viviría.

— Tu serás responsable de encontrarla, no quiero que la mates pero haz que se asuste un poco antes de traerla.— Fanes hizo un gesto a los demás hechiceros para irse y se alejaron de donde estaba Detlina.

— Maldita, te encontraré y no te preocupes que no te dejaré huir.— Pronunció antes de levantarse y volar para juntarse con los demás azules.

Se reunieron todos los azules en el castillo de Fanes, incluyendo a Detlina para planear el siguiente paso.

Fanes no era un azul cualquiera, aparte de ser el más importante y líder de los hechizeros, era el que más fuerza tenía, un sólo toque de Fanes y te mataba, mucha suerte corrió Detlina ya que fue sólo un castigo. Pero detrás de esos ojos malvados y duros, existía un corazón roto por un amor entre un joven hechicero y una linda vampira que nunca lo acepto, parte de su furia hacia los vampiros y hacia nuestro clan se basaba en esa historia.

Yo muy poco conocía sobre esta historia, pero lo suficiente como para entender un poco su enojo.

Mi madre, una jóven vampira muy atractiva y ágil corría por los bosques de Arias junto a mi padre, ambos enamorados profundamente, mientras detrás de los árboles los observaba Fanes con una mirada dulce nunca antes conocida. Sentía un enorme amor por mi madre pero al ser hechicero desde un principio supo que nunca la tendría a su lado. Aún así se le declaró a mi madre, ella realmente no sentía nada por Fanes pero aún así mi padre peliaría por su amor con él azul. Lucharon en un combate limpio, entre colmillos y hechizos. Finalmente gano mi padre dejandole una marca de por vida en uno de sus brazos, una cicatriz que le recuerda cada día el odio hacia esos vampiros.

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Logré  encontrar a Devin y al resto, rápidamente Devin se me acercó para revisar si estaba bien.

—¡¿Estas loca?!, escuchamos  que los hechiceros te encontraron. TE DIJE QUE NO TE ALEJARAS MUCHO!—  me dijo Devin intentando no gritarme, su cara se había puesto roja.

él no es mi niñero para hablarme así, y aunque lo encuentro un poco atractivo, no iba a permitir que me gritara.

— ¿ Y quién eres tú para hablarme así?, !No eres ni mi padre, ni mi niñero!. Además pude escapar sóla, no necesito de tus cuidados especiales para sobrevivir. — Estaba muy enojada, sabía que el tenía razón, pero aún así yo no cedería ante nada.

Me tomó del brazo para alejarnos del grupo y seguir la discución sin espectadores.

— No necesitas protegerme, ¿No tienes porque demostrar esa imagen de macho frente a los demás?, eso de que es tu obligación protegerme, el guardian del universo, no tienes por qué hacerlo.

—¿Crees que lo hago a propósito? yo realmente me preocupo por ti—  dijo seriamente, con una mirada que nunca había conocido. Empezé a sentir que esa  mirada llegaba hasta mi corazón, era una mirada dulce y protectora, me sentí un poco avergonzada mientras sentía que su mirada me recorría el cuerpo. Su voz ya no era dura, era más suave.

— Pero ya lo hice, ya pasó, no eres nadie para hablarme así.—  Intentando salir de esa mirada.

— ¿Y no seré nadie después de esto?— .................................................

Una vampira adolescente (En espera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora