La hermana de Harry Potter (libro: el prisionero de Azkaban)

capitulo 6

Allison se levantó antes que Harry, estaba tan emocionada que apenas pudo desayunar, después de haber desayunado y con la lista de útiles en la mano, fueron a la parte de atrás del Caldero Chorreante, saco la varita mágica, golpeo el tercer ladrillo de la izquierda por encima del cubo de la basura y entonces apareció frente a ellos, el callejón Diagon, Allison no lo podía creer, mientras más caminaban, mas emocionada quedaba.

-bueno, primero iremos a Gringotts, ahí conseguiremos el dinero que necesitemos-

Al llegar a Gringotts Allison se quedó observando a las criaturas que se encontraban en aquel lugar, luego de entrar y que Harry le diera una llave a una de las criaturas, se dirigieron a una especie de carro, el cual los llevo a la cámara 713, en el camino Allison se aferró al brazo de su hermano y no abrió los ojos hasta que llegaron, nunca había estado en una montaña rusa pero ahora sabía lo que se sentía.

Cuando abrieron la cámara Allison quedo sin habla, montañas gigantes de monedas de oro plata y bronce cubrían por completo la cámara.

-To... todo esto es tuyo-

-No- respondió Harry- es de los dos- llenaron los monederos de galeones, sickles y knuts y siguieron las compras en el callejón Diagon.

Compraron los libros que les faltaba y algunos útiles extras para Allison.

-ahora lo único que te falta es una varita, vamos a Ollivander, allí venden las mejores varitas- al llegar a Ollivander, no había nadie, pero después un señor con pelo blanco y sosteniendo una cajita en la mano dijo:

-¡Señorita Potter, es un gran placer tenerla aquí!, debo decir que ha llegado un poco tarde pero no importa, veamos- Ollivander comenzó a medirla, y ella miro a Harry con cara de no entender nada, este la tranquilizo con una leve sonrisa, después Ollivander se fue para atrás de la tienda.

Harry la quedo mirando, sentía una mezcla de sensaciones, estaba viviendo el día más feliz de su vida, pero a la vez se sentía triste, porque sus padres no estuvieran en el momento en que compro su primer varita o cuando se subió al expreso de Hogwarts, pero luego volvió a sentirse feliz, porque le alegraba haber acompañado a su hermana en esos momentos,

Ollivander volvió con un montón de cajitas, abrió una y se la dio a Allison.

- caoba 26cm pelo de unicornio rígida, apunte a los estantes y agítela suavemente- Allison lo hizo y las cajas de los estantes salieron disparadas en todas direcciones.

-creo que esa no me va muy bien-

-no importa, la primera rara vez es la correcta, pruebe con esta, roble 30cm semiflexible pluma de fénix, intente de nuevo-Allison volvió a intentar pero ocurrió lo mismo, estuvieron probando varitas por quince minutos, ya iban más de veinte varitas y ninguna mostraba ni la más mínima señal de ser la correcta ya habían probado con espino, acebo, caoba, arce, roble, sauce, carpes, tejo, cedro y fresno. Desde la más chica a la más grande, desde la más flexible hasta la más rígida, y ninguna daba resultado.

-me rindo-dijo Allison –no existe una varita para mí-

-creí que después del señor Potter no iba a tener a ningún cliente tan difícil, pero creo que me subestime, señorita Potter, creo que quizá solo quizá, pueda tener una varita que le pueda servir, igual no le prometo nada, esa fue una de las primeras varitas que hice y ha estado aquí mucho tiempo – Ollivander volvió a irse y Allison se sentó en el suelo con la cara entre las manos.

-no te preocupes, ya encontraremos tu varita- le dijo Harry intentando consolarla

-no es eso Harry, que tal si soy una muggle y no pertenezco a Hogwarts-