capitulo 9

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Malfoy no volvió a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estaban en mitad de la clase de Pociones, que duraba dos horas. Entró con aire arrogante en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes, comportándose, según le pareció a Harry, como si fuera el heroico superviviente de una horrible batalla.

-¿Qué tal, Draco? -dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta- ¿Te duele mucho?

-Sí -dijo Malfoy, con gesto de hombre valiente. Pero Harry vio que guiñaba un ojo a Crabbe y Goyle en el instante en que Pansy apartaba la vista.

-Siéntate -le dijo el profesor Snape amablemente.

Harry y Ron se miraron frunciendo el entrecejo. Si hubieran sido ellos los que hubieran llegado tarde, Snape no los habría mandado sentarse, los habría castigado a quedarse después de clase, lo que le hacía acordar a Harry que Allison todavía no había llegado a clase.

Aquel día elaboraban una nueva pócima: una solución para encoger. Malfoy colocó su caldero al lado de Harry y Ron, para preparar los ingredientes en la misma mesa, en eso entro Allison a la clase.

-Profesor -dijo Allison mientras entraba agitada- lamento haber llegado tarde, la profesora McGonagall quería hablar conmigo y...-

-esa no es excusa para llegar tarde, -dijo Snape que ni siquiera se había dado vuelta para verle la cara.

-pero tengo un permiso por haber llegado tarde- Snape se dio vuelta y cuando la miro se quedó helado, como si hubiera visto un fantasma, Harry nunca lo había visto de aquella manera.

-está bien, dame el papel y ve a sentarte.- Ron y Harry se miraron sin poder creer lo que escuchaban, ¿el profesor Snape estaba tratando con amabilidad a alguien de gryffindor?, en eso Draco hablo, como siempre sacando provecho de la situación.

-Profesor -dijo Malfoy—, necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo, y ya que Allison ha llegado tarde, podría ayudarme.-

-tienes razón, Potter ayuda a Malfoy-ordenó Snape sin levantar la vista. Allison se puso roja como un tomate.

-No le pasa nada a tu brazo -le dijo a Malfoy entre dientes. Malfoy le dirigió una sonrisita desde el otro lado de la mesa.

-Ya has oído al profesor Snape, Potter. Córtame las raíces.- Allison cogió el cuchillo, y se acercó a Draco para cortar las raíces.

-con mucho gusto te cortaría algo más que las raíces, —dijo mirando los dedos de Draco, quien aparto la mano de la mesa.

-Profesor; necesitaré que me pelen este higo seco -dijo Malfoy, con voz impregnada de risa maliciosa.

-Potter, pela el higo seco de Malfoy -dijo Snape, echándole a Harry la mirada de odio que reservaba sólo para él.

Harry cogió el higo seco de Malfoy lo peló tan rápido como pudo, y se lo lanzó a Malfoy sin dirigirle una palabra. La sonrisa de Malfoy era más amplia que nunca.

-¿Habéis visto últimamente a vuestro amigo Hagrid? -les preguntó Malfoy en voz baja.

-A ti no te importa -dijo Ron entrecortadamente, sin levantar la vista.

-Me temo que no durará mucho como profesor -comentó Malfoy, haciendo como que le daba pena-. A mi padre no le ha hecho mucha gracia mí herida...-

-Continúa hablando, Malfoy, y te haré una herida de verdad -le gruñó Allison.

-... Se ha quejado al Consejo Escolar y al ministro de Magia. Mi padre tiene mucha influencia, no sé si lo sabéis. Y una herida duradera como ésta...-

La hermana de Harry Potter (libro: el prisionero de Azkaban)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora