Capítulo 3

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Ellos no lo terminan, porque esa noche, todo se rompe.

Louis no lo sabe todavía. Ahora, sus piernas se encuentran enredadas con las de Harry en su pequeño sofá, mientras Harry lee una declaración de impuestos, Louis lo mira y trata de recordar su historial médico.

-¿Tengo tuberculosis? -Pregunta Louis, medita y Harry sonríe y lo golpea suavemente. Todo se siente un poco distante para el gusto de Louis, pero él tomará cualquier cosa que venga de Harry.

-¿Tienes tuberculosis? -Le pregunta Louis, señalando a Harry acusadoramente con su pluma-. ¿Hay algo que me estés escondiendo?

El silencio hace al corazón de Louis detenerse por un momento.

-Cállate -murmura Harry-, soy un espécimen humano en perfecto estado de salud.

Louis levanta una ceja como si no estuviera convencido, y su pulso comienza a normalizarse.

-Es extraño, ¿no crees? -murmura de repente-,ha pasado un año. Y ahora, vamos a tener un bebé.

La sonrisa de Harry comienza a decaer.

-Sí -dice Harry mientras suspira.

-Hablaba con mi mamá el otro día -dice Louis, acurrucándose en el sofá un poco, mientras enreda sus tobillos alrededor de los de Harry-, y dice que las primeras semanas son un poco difíciles. Es como si en realidad no pudieras creerlo, porque no es solo una pequeña personita aferrada a ti, en realidad te necesita. Necesita de tus cuidados. Depende completamente de ti. El otro día ella estaba haciendo una llamada antes del parto, con una pareja, luego uno de los amigos de la hermana era a quien debían darle el bebé, y mamá dijo que casi comienza a llorar porque el bebé le recordaba a su...

-Detente -dice Harry sin previo aviso, y todo de repente está demasiado tranquilo.

Louis se da cuenta, en ese momento, que ha estado haciendo un molesto sonido con su pluma, y ahora su dedo está flotando sobre el botón, como si hubiese olvidado cómo moverse.

La preocupación golpea a Louis de la nada. Impacta contra él de repente, de lo ridículo que es esto, de cómo está sentado en la sala de su departamento haciendo uno de los más grandes planes a largo plazo en todo el mundo y Harry no puede ni siquiera mirarlo.

Han tenido sus momentos difíciles antes. Tuvieron peleas que duraron semanas, tuvieron una en las vacaciones de invierno; en donde Harry tuvo que quedarse con Liam y Dani, era la Navidad de 2009 cuando Louis le dijo a Harry que se fuera a la mierda justo al lado de la casa de su madre. Han tenido sus discrepancias, siempre suceden, ellos no son Zayn y Perrie, no son capaces de superar milagrosamente cualquier pelea con un encogimiento de hombros y un buen polvo. Pero esto, esto nunca ha sucedido esto antes. Ellos nunca han estado sobre hielo frágil.

Y esto tiene que terminar, porque de repente, Louis no puede no saber más. Va en contra de todos los instintos de auto conservación que tiene, pero necesita concentrarse. Necesita acercarse un poco más.

-¿Haz? -Pregunta con cuidado-. ¿Estás...? ¿Está todo bien?

Harry toma una respiración profunda y cierra los ojos por un segundo.

-¿Qué pasa, amor? -Pregunta de nuevo, su voz es casi inaudible allí, se mueve rápidamente un poco hacia adelante, y Harry se ve distante, mientras se muerde el labio y sacude su cabeza.

-No. Lou -dice tranquilamente-. Por favor, simplemente no.

Y Louis ha escuchado esa maldita palabra tantas, tantas veces últimamente -pero muy adentro en su interior deseaba no escucharla, no ahora, no en esta conversación- pero ahí está. Cada vez que Harry se va a correr espontáneamente con Liam, cada vez que está en el estudio trabajando hasta tarde, cada maldita vez que Louis sintió esa punzada de pánico en su pecho porque Harry estaba flotando infinitamente lejos de él en pequeñas olas.

LIKE A BASTARD OH THE BURNING SEA || One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora