Angel de la Guarda [CANCELADA]

Capítulo 2

Es un chico de pelo castaño y ojos verdes que me resulta extrañamente familiar. Sus brazos me transmiten seguridad y calidez.

Alzo la mirada y encuentro esos ojos verdes tan familiares clavados en mí.

-¿Cuánto hace que no veo esos preciosos ojos verdes? ¿Tres? ¿Cuatro años?

Me aparto para poder verle mejor. No me lo puedo creer.

-¿Dani? –exclamo asombrada.

-Wow, no me gastes el nombre –contesta gracioso.

Le abrazo fuertemente colgándome de su cuello.

Al separarme de Dani, veo que mi casero se acerca a nosotros.

-¡Ah hola! –digo percatándome de su llegada. –este es Dani, mi mejor amigo de la infancia. Dani, este es mi casero, ...

-Luke Smith –dice el chico.

Se dan la mano y nos quedamos un rato hablando.

-Me tengo que ir, Andrea ¿quieres que te acerque a casa? –pregunta Luke.

-Iba a ir a casa de Dani a comer las uvas. –afirmo mirando a Dani.

-¿No pretenderás comer las uvas solo? Ven, tengo uvas de sobra. –insiste Dani.

-No es necesario. –contesta Luke.

Miro fijamente a Luke y le cojo del brazo intentando arrastrarle hasta el coche de Dani. Teniendo en cuenta que él es el doble de fuerte que yo, no consigo desplazarle ni dos metros antes de que me coja cual saco de patatas.
      -¡Bajame! -le exijo dándole en la espalda.
      -Voy con vosotros con una condición. -dice bajándome.
      -¿Cuál? -pregunto intrigada.
Veo que se acerca a mi, y se queda a un par de centímetros de mí. Puedo sentir su refrescante aliento mentolado chocando contra mi cara.
      -Que me dejes invitarte a cenar. -susurra para que solo yo pueda oírle.
      -Acepto.
Da un paso atrás y miramos a Dani.
      -¿Vamos? -decimos Luke y yo a la vez.
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Llegamos a casa de Dani. Es grande y muy bonita. Entramos y Luke y yo nos sentamos en el sillón mientras Dani prepara las uvas.
Nos da un cuenco de cristal a cada uno con las doce uvas en su interior.

Tras comernos las uvas nos felicitamos el año. Suena el teléfono de la casa y Dani lo coge.
      -¿Si?. ¿Cómo?. -la cara del joven torna preocupada. -Ya voy. Enseguida estoy ahí.
Al parecer ha debido de ocurrir algo grave, porque veo a Dani muy alterado.
      -Chicos, me tengo que ir. Ha pasado algo y... os tenéis que ir.
      -Esta bien... -contesto preocupada.
Salimos y coje el coche a una velocidad probablemente ilegal.

Nos quedamos en la calle. Sin transporte. Sin techo al que ir. Sin nada que hacer la madrugada del 1 de enero.

      -¿Qué te parece si vamos a algún bar? -propone Luke.
      -Vale.

No estoy demasiado concentrada ahora mismo. Uno de mis mejores amigos se acaba de ir preocupado en coche hacia un destino que desconozco.