Angel de la Guarda [CANCELADA]

Capítulo 5

Pasaron los días con normalidad en la oficina. Javi y Luke no han causado ningún tipo de problema y no me han molestado en absoluto.
Lleva el viernes y vuelvo a casa con Luke como de costumbre.
Las puertas de nuestras casas son contiguas, ya que la casa es técnicamente suya. Unas horas después de haber comido, suena mi móvil y veo que quien llama es Luke.
-¿Si? -pregunto espectante.
-Andrea, ¿puedes bajar al garaje del piso para abrirme el coche?
-Claro.
Nuestro piso es muy pequeño, tiene dos pisos de dos viviendas cada una.
Nosotros nos alojamos en el primer piso, y una anciana viuda vive en el segundo piso. La vivienda sobrante está a la venta desde hace años y nadie la ha comprado así que está totalmente vacía.
La anciana no dispone de coche así que los únicos que tenemos vehículo en el piso somos Luke y yo.

En el pequeño garaje encuentro a Luke apoyado en mi coche, el cual tuvo que arrastrar desde la calle hasta el interior del aparcamiento.
-¡¡Holaaa!! -grito entusiasmada.
-¿A qué viene tanta alegría?
-Por fin tendré coche -digo contenta.
-A menos que no consiga arreglarlo. -dice gracioso.
-Espero por tu bien que lo arregles. -amenazo lanzándole una mirada llena de maldad.
Le entrego las llaves y comienza a arreglar el coche.
Yo, me tumbo en el asiento de atrás y poco a poco me voy quedando dormida.

• • •

Cuando despierto me encuentro en una habitación vieja llena de humedades. Estoy ubicada de pié en una esquina de la claustrofóbica sala.
Un joven está en el centro de la estancia atado por manos y pies a una silla.
El chico tiene los ojos verdes y el pelo negro. Me resulta extrañamente familiar.
Un hombre cubierto por una mascara negra entra en la habitación por una única puerta blindada. Este se acerca al joven y le habla en un idioma muy extraño.
El chico forcejea en la silla pero no consigue deshacerse de los nudos.

El hombre ríe y se va dejándole a su suerte. Parece que ninguno de los dos a había dado cuenta de mi presencia.
Permanezco estática tras el chico, doy unos pasos posicionándome frente a él.
El joven permanece con la mirada baja y respirando con dificultad debido al cansancio.
Le toco el brazo para llamar su atención, y no se inmuta. Me agacho para ponerme a su altura y mirarle a los ojos. Me encuentro con unos ojos profundos mirando al vacío. Le hablo y no parece escucharme.

La puerta se abre de golpe y me giro para ver al hombre de la mascara. Cubro al joven con mi cuerpo haciendo de barrera entre ambos pero una fuerza me aparta y me tira al suelo. Lo último que veo es una luz resplandeciente que poco a poco va desapareciendo.

• • •

-¡Andrea! -es lo primero que escucho cuando abro los ojos. Esos ojos verdes... -por fin, llevas diez horas durmiendo, en habías preocupado.
-¿Dónde estamos?
-En mi piso, la única copia de las llaves de tu casa la tienes tu, así que te he traído aquí.

Me recuesto sobre el sofá y observo con detenimiento la habitación. La distribución de nuestras casas es la misma, pero su piso tiene un estilo de cueva de hombre soltero que el mío (obviamente) no tiene.
-Me duele la cabeza -digo volviéndome a tumbar en el sillón.
Pongo la cabeza sobre sus piernas y me acaricia la frente con la mano.
-Estás caliente, debes de haberte constipado o algo. -me dice Luke preocupado.

Luke es muy atento y aunque solo sea por pena, se preocupa por mi.

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