Hola, novia. (HN #2)

Epílogo.

Will.

Todo esto es una mierda. No puedo. La desesperación me está consumiendo, y, no hago más que pensar en mi Kath. En esa Kath que un verano me mando cartas porque quería recuperarme ya que seguía enamorada de mí, y con el tiempo, yo también caí enamorado.

No dejo de pensar en todos esos momentos que vivimos juntos, en esos momentos donde todo era felicidad. Pero ahora, únicamente puedo ver lo triste. Aunque los papás de Kath tenían razón, ella ya no sufrirá, porque ella está delicada.

Y aquí estoy yo, viendo a la nada. Sigo asegurándome de que todo estará bien, pero nada lo estará. ¿Qué está sucediendo conmigo? No lo sé, la verdad.

Pero ahora es cuando me doy cuenta cuán importante es Kath para mí, ella es mi vida entera. No sé qué haré después de esto, supongo que deprimirme o algo así.

-Puedes pasar -James me dedica una mueca, supongo que él tampoco puede sonreír. ¡Pero vamos! ¿Quién puede sonreír estos momentos?

Me levanto decidido, es momento de despedirme, ¿va doler? Sí. Pero necesito despedirme.

Entro a la habitación de mi princesa, tiene globos y flores, como si ella pudiera verlo. De verdad que la gente puede ser tonta.

Me senté a su lado como lo he estado haciendo durante estos días. Seguía igual.

-Hola, novia -empecé a decir-. Bueno, no sé cómo empezar. Dios, no puedo. ¿Recuerdas cómo empezó todo? A pesar de lo que ha pasado, yo sí lo recuerdo. Todo empezó un verano atrás, donde un día, me llegaron unas cartas tuyas. Al principio me asusté un poco, pero después empecé a seguirte la corriente. Pensé que sería algo loco, pero después me di cuenta que esa locura era genial. Y wow, agradezco ese día que me mandaste una carta, en serio lo hago. Yo jamás me enojé, ni nada de eso, se me hizo adorable. Kath, hemos pasado muchos momentos juntos, no estoy listo para dejarte ir. Sé que lo que estoy haciendo puede ser absurdo, pero estoy tratando de despedirme de una forma correcta. De una forma donde recordemos todo lo que pasamos juntos -las lágrimas empezaron a caer.

-Kath, supongo que ya cumpliste tu misión aquí, aunque quiero que recuerdes todo lo que pasaste, quiero que recuerdes todo. No sé si me escuchas, pero si lo estás haciendo, espero que puedas recordar todo. Desde que naciste hasta hace algunos días, antes del accidente -mi voz se empieza a quebrar y no sé si puedo-. Kath, esto duele más que nada, no quiero despedirme de ti, me niego hacerlo. Pero no puedo aferrarme a ti, porque tú ya estarás mejor. Te prometo ser fuerte, te lo prometo. Esto no es un adiós, es un hasta luego.

Sólo puedo escuchar mis sollozos y los sonidos de las máquinas, no quiero hacer esto.

-Te amo Kath, te amo más que nadie. No puedo creer que unas cartas nos unieran tanto, pero esas cartas son lo mejor que me han pasado en mi vida. Y si te lo preguntabas, tu "Hola, novio" y "Hola, novia", significan lo mismo para mí -cae una lágrima-. Atentamente, tu novio.

Me levanto de la silla, le doy el último beso a Kath tratando de recordar sus labios. Tomó una bocanada de aire, tratando de calmarme.

No sé si es mi mente que juega conmigo, o si es la realidad. Pero puedo escuchar la clara voz de Kath.

-¿Will? ¿Eres tú?

Sonrío, ella fue fuerte.