Parte 2

151 9 0
                                    

¿Lo ves, Katniss? No eres nadie. Acabar contigo es tan sencillo como aplastar una mosca, como pisar una rosa, como tirarnos un avispero repleto de rastrevíspulas... Rastrevíspulas. Eso es lo que ocurrió en los primeros Juegos. Esa fue la primera vez que intentaste matarme. Solo tengo que apretar un poco más, un poco más, un poco más...

Lo siguiente que siento es un fuerte golpe en la espalda, y oscuridad. ¿Cuántas veces habré estado inconsciente en los últimos días? ¿Cuántas veces más van a protegerla? Cuando despierto noto que estoy atado a una camilla. Casi no puedo moverme. Sé que me observan... Que me observa. Maldita sea, estoy de nuevo a su merced. ¿Por qué? ¿Qué quieren de mí? Prefiero morir que seguir viviendo con este terror dentro de mí. No lo soporto más. Siento que me va a estallar la cabeza. Mis recuerdos son demasiado confusos y vienen todos de golpe, como si quisieran acabar conmigo. El sonido de la puerta al abrirse corta el hilo de mis pensamientos y me invade el terror. No quiero verla, no ahora que no puedo defenderme. Pero no es ella. Mi cuerpo se relaja un poco cuando ve entrar a una chica rubia y sonriente.

—¿Peeta? Soy Delly, de casa.

—¿Delly? —pregunto—. Delly.

—¡Sí! ¿Cómo te sientes?

—Fatal. ¿Dónde estamos? ¿Qué ha pasado?

—Bueno, estamos en el Distrito 13. Ahora vivimos aquí— dice Delly, con un deje de tristeza en la mirada.

—Pero... ¿Por qué no estamos en casa?

—Hubo un accidente...

—¿Cómo que un accidente? ¿Y por qué no ha venido mi familia a verme todavía?

—No... pueden.

Entonces un fogonazo me invade la mente. Un nuevo recuerdo, un nuevo suceso.

—Hubo un incendo.

—Sí —susurra. De nuevo ese deje de tristeza.

—Ha sido ella, ¿a que sí? ¿Por qué seguís protegiéndola? ¡HA SIDO ELLA! ¡HA QUEMADO EL 12 Y PRONTO TODOS ESTAREMOS MUERTOS! ¡POR SU CULPA! ¡NUESTROS PADRES Y HERMANOS, TODOS!

Empiezo a tirar de las correas. No puedo más, no puedo con todo esto. Sé que me observa, siento sus ojos clavados en mí todo el tiempo, al acecho. El terror vuelve a invadirme. Y con él, los recuerdos. Recuerdos luminosos que me enseñan lo que es capaz de hacer, recuerdos que me enseñan lo que ha hecho ya. Aquella vez con las rastrevíspulas, cuando quería hacer creer que me había salvado solo porque las normas habían cambiado, la flecha en el cielo.

—No podéis confiar en ella. ¿Me oís? ¡No podéis confiar en ella! ¡Es un muto del Capitolio!

Sacan a Delly de la habitación y vuelvo a quedarme solo con mis pensamientos.

—No te dejaré, no dejaré que acabes conmigo, Kat-niss... —le digo al cristal que tengo enfrente pronunciando su nombre con un susurro —. Eres un muto. Un muto del Capitolio. Un muto. Sí. Solo un muto asqueroso. No dejaré que vuelvas a hacerme daño. Ni a nadie. Mentirosa. Eres una mentirosa... —sigo susurrando hasta que me quedo sin fuerzas y se me cierran los ojos.

-------------------------------------------------------------------------------

No sé qué hora es ni en qué hora vivo, pero ya me he acostumbrado a eso. Lo que peor llevo es la soledad. En el Capitolio tenía a Johanna, al principio. Después... solo había gritos. Johanna Mason, Distrito 7, una chica dura. Ella no soportaba a Katniss. ¿Por qué no lo vi entonces? No sé dónde estará ahora. Seguramente esté muerta, como todos los que han tenido algún acercamiento con ese muto. Como debería de estar yo. Puedes estar orgullosa, chica en llamas, porque ahora todos vivimos sobre una montaña de cenizas gracias a ti.

-------------------------------------------------------------------------------

No paran de venir médicos a visitarme. Dicen que Snow se ha metido en mi cabeza, que ha alterado mis recuerdos sobre Katniss Everdeen con veneno de rastrevíspula. Ya no estoy seguro de nada y ya no sé en quién confiar porque no puedo fiarme ni siquiera de mí mismo. Mi vida dejó de ser mía en el momento en que nací en el 12, a merced de la cosecha y de los Juegos. Mi cuerpo dejó de ser mío en el momento en que nos proclamamos vencedores, a merced de los caprichos que el Capitolio y el Presidente Snow quisieran. Mis sentimientos dejaron de ser míos cuando ella propuso que nos casáramos, otro espectáculo más para satisfacer las perturbadoras mentes de los ciudadanos del Capitolio. Dejamos de ser personas y pasamos a ser marionetas. Lo único que nos queda entonces son nuestros propios pensamientos, nuestra mente, que siempre es nuestra. Ahora ya no tengo ni siquiera eso. Mi mente no es mía.

Katniss me lanzó un enjambre de rastrevíspulas para matarme. Katniss me salvó de morir en aquel río. Katniss es la razón de que volviese a los Juegos. Katniss me abandonó en la arena. Por Katniss me capturó el Capitolio, y empezó el terror, el horror dentro de mi cabeza. Snow se metió dentro de ella para torturarme y ahora no tengo mente, no tengo pensamientos propios, no tengo nada.

El equipo de médicos del 13 me está ayudando a discernir lo real de lo irreal, pero la sensación de miedo nunca desaparece. Ahora mismo, incluso sabiendo que han manipulado mi mente, si tuviese a Katniss enfrente, la mataría, y este es el peor sentimiento de todos. ¿Cómo pasas de amar incondicionalmente a alguien a querer matarle? Una palabra: Snow. El presidente ha hecho bien su trabajo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 26, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No más dolor. (Fanfic thg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora