Derek

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Damon

Caminaba distraído  por  los pasillos de  la mansión, ya había pasado una semana desde el día que traje a la mujer  a casa, desde entonces no he podido dormir bien, no puedo hacerlo sabiendo que ella esta allí a unos centímetros de mi, al alcance de mi mano, ¡ Maldicion!  Ella me afecta  y mucho, no puedo  negarlo pero si evitarlo, detesto la manera en como me reta con la mirada, ¿Como es que  no me teme? Si sabe lo que soy y el maldito daño que le pudo causar, no me teme.

Llego a  mi habitación y noto algo extraño la puerta esta abierta, y se que nadie de mi gente se atrevería a entrar a mi  habitación sin mi permiso, camino apresuradamente abriendo la puerta de par en par, recorro con mis ojos toda la habitación y no encuentro a Alyssa por ningún lado, corro  al baño y tampoco esta,  rápidamente fijo mi vista en el suelo, me encuentro la cadena y el grillete suelto ¡ Demonios!  Se ha escapado

—  ¡ Alyssa!

Exclame su nombre  con rabia, al instante aparecieron dos de mis hombres 

— Busquenla no puede estar muy lejos

Mas te vale  Alyssa aparecer , por tu bien....

Alyssa


Han pasado ya varios días estoy mas segura que antes de que el maldito hombre  que me tiene aquí disfruta verme así, lo odio y en realidad le temo, pero  no lo demuestro  esta tarde me encuentro sola, como los días anteriores, pero con la diferencia de que tengo un clip  y unas enormes ganas de salir libre de este infierno, moví el clip a la cerradura   del candado que sujetaba mi tobillo  varias veces  hasta que este hizo el sonido que ansiaba escuchar, me libre de la horrenda cadena y me acerqué a la puerta con pasos rápidos, tome una respiración profunda al tocar el pomo de la puerta rogando que esta estuviera abierta, y para mi sorpresa lo estaba, mi corazón saltaba de alegría, asome mi cabeza de manera cautelosa mire a ambos lados del lujoso pasillo el cual se encontraba desierto para mi fortuna, salí de mi prisión  mirando a ambos lados, no quería que me descubrirán, Dios ayudame.

El pasillo era interminable, cuando por fin iba  a doblar la esquina, retrocedí al escuchar un grupo de hombres hablar y aproximarse, mire a todos lados, sabia que si me veían me encerrarían de nuevo  y quien sabe Dios que otra cosa mas podrían hacerme, me acerque de prisa a la primera puerta a la derecha, pero esta se encontraba cerrada, asi fui intentando con otras pasando de derecha a izquierda hasta que al fin una se encontraba abierta, cerré la puerta habitación justo a tiempo, antes de que el grupo de Fortachones me  vieran

— Hum ¿hueles eso Jaret?

— Dulce, malditamente dulce

— Seguro  es la próxima presa  del nuevo Beta

— Hum como lo envidio debe de ser todo un chocolatito de leche

— Cierra el pico Jaxon, y vamos el Alpha nos necesita


Me pareció la conversación mas perturbadora que e escuchado, le reste importancia cuando en la habitación se empezaron a escuchar ruidos provenientes de una puerta, que supuse era el baño, mire a todos lados angustiada de que me encontraran, mi vista se clavo en el armario  y no lo dude por un instante y me introduje en el cerrando la puerta corrediza con sumo cuidado, me hice una bolita en la pared, mi espalda dolía menos   y solo se veían unas pequeñas cicatrices muy delgadas, el tal Damon no me había pegado desde entonces, pero me humillaba cada vez que podía, veía el odio en sus ojos azul cielo, cuando me humillaba, ¿Por qué? Todavía no  lo había descubierto, un estruendo me saco de mis pensamientos, me asome por las pequeñas aberturas del armario  y lo que vi,  me hizo abrir los ojos como platos, un hombre fornido desnudo se cercanía sobre una chica rubia follandola  con fuerza, las embestidas del hombre hacían jadear y gritar a la mujer mientras que el seguía penetrandola con fuertes movimientos que parecían inhumanos, deje de ver y me hice mas bolita tapando mis oídos, aunque era inútil los gritos de la mujer se  podrían escuchar hasta en la china,  un gruñido de parte del hombre me indicó que ya había terminado la función, gracias al cielo

MI RendiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora