Nuevos sentimentos

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Me trasladé de escuela ya que nos íbamos a cambiar de casa. Los días pasaban con una sublime serenidad, mi hermano y yo esperábamos debajo de un árbol a esperar a que no vinieran a recoger nuestros padres de la escuela, hubieron momentos que cuando entrábamos al auto nos poníamos de forma distorsionada ya que la comodidad era complicada para alcanzar el sueño. Esta historia sucedió en una clase de Biología. Las clases que impartía la profesora era extenuante y realmente no aprendí nada. En el laboratorio, las mesas era de cuatro y yo me sentaba al lado de una joven de pelo negro largo y su mirada siempre miraba al suelo. Alante de mí se sentaban dos mujeres que conocían mucho de calle, de moda, de belleza y de ignorancia. Ellas siempre se la pasaban conversando de temas sin sentido, hubieron ocasiones que nos preguntaban a mi y a la de al lado mio pero respondíamos con pocas palabras. A decir verdad algo me llamaba la atención de la joven de pelo negro pero no sentía nada por ella. Al final del curso en esa clase yo ya no me sentaba al lado de ella si no de un elocuente venezolano que hablaba con ella y yo me sentaba al lado de un alienado de la tecnología y de los juegos modernos. Pero todos nos sentábamos en la misma mesa. Para pasar el tiempo hacíamos los ejercicios y también lanzábamos chistes y bromas absurdas que nos hacían realzar el ambiente de la mesa. En esos tiempos a la del pelo negro le gustaba un chico de pelo rubio y alto del cual yo conocía y ella me preguntaba con insistencia infinita por él pero lamentablemente el no tenía una verdadera atracción hacia ella. Hubo un día que quise hacerle una broma a ella sobre su principe de sus sueños le dije a ella: Adivina lo que me dijo el? ¡Es demasiado fuerte! mejor no te lo cuento.. ella enseguida impaciente me imploraba: Por favor dímelo, por favor dímelo. Tanto fue su insistencia que ella se arrodilló en medio de la clase a querer saber que fue le que dijo. Pero me exalté y le dije: primero era mentira el no tiene nada que decirte a ti, segundo, no te arrodilles a nadie porque si pierdes la dignidad lo pierdes todo, y tercero (bueno no había ningún tercero solo uno y dos). Los días pasaron y hubo momentos que falté a esa clase y creo que se acabó el curso, realmente no logro acordarme  de la fecha con exactitud pero me llega una notificación al teléfono y es la amiga de la del pelo negro que delató que a la del pelo negro diciendo que sentía algo por mi. Enseguida en mi cabeza empezaron desprenderse preguntas de como ella sentía algo por mi, pero enseguida de enterarme le escribí. Empecé una relación junto a ella. Hicimos muchas actividades juntos como ir a la bolera, a patinar sobre el hielo, fotografías de nosotros como un collage, y muchas más. La mayoría de las veces mis padres me llevaban a cualquier lugar junto a ella, pero sus padres nunca les importaba tan siquiera llevar a su hija a divertirse ya que ganar dinero es lo primero, incluso le dije a ella que cuanto le pagan a tu papá la hora que yo se la pago por tan solo que nos lleve a algún lugar; pero en la mayoría de las veces siempre eran mis padres. Hubieron momentos incómodos de que su padres se introducían en nuestra intimidad, su padre tenía una mirada preocupante y temerosa ya que no quería que nada le pasara a su hija, pero creo que nunca confío en mi. Yo no podía vivir así, cada vez que la llamaba, siempre ella susurraba porque los padres no la dejaban hablar por teléfono en las noches. Me sentía atrapado, como un laberinto, muros que no me dejaban ver en la distancia. En esos tiempo desvanecieron los sentimientos, y no hablamos nunca más.

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