Parte (1/3)

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JongIn recuerda con claridad que el se encontraba caminando por el bosque sólo con intenciones de buscar un buen lugar donde entrenar, no tenía nada que ver con que SeHun se encontrará entrenando en dicho lugar, ya que no lo sabía y de haberlo sabido no abría ido desde un principio.

Pero para su mala suerte, antes de que el notará a SeHun, esté lo notó a el y al verlo corrió hacia el de manera imprudente, logrando que ambos comiencen a caer rodando de una larga bajada de montaña.

JongIn estaba de mal humor, en cuanto las vueltas por aquel césped terminaron se levantó enfadado revisando que sus lentes no se hubiesen perdido, bufando por el ramillo de hojas que se enredaba en sus cabellos y escuchando la risa burlona de cierto pelinegro.

_¿De qué demonios te ríes?.- Gruñó JongIn con molestia, SeHun era bruto por simple naturaleza.

_Te ves gracioso.- Le dijo SeHun, removiendose un poco.

_Mira quien habla... El que está debajo de mi....- Y ahí se detuvo, miró con un poco de detenimiento y comprobó que era verdad, se hallaba sentado en el vientre de SeHun, sonrió con superioridad. _Estas a mi voluntad.- Comentó JongIn, mirandolo a los ojos.

_Y tú eres un jardín andante.- SeHun se reía levemente, admirando el ceño fruncido de su acompañante. _Tienes flores hasta en tu mejilla.- Intentó levantar su mano pero sintió cierta presión, fue solo ahí que los involucrados se dieron cuenta de que... _Estoy enredado.- Susurró SeHun observado sus manos unidas juntas.

_Ya veo.- JongIn sonrió cuando el pelinegro trataba de zafar las cuerditas enredadas en sus dedos y muñecas.

Ahora mismo el moreno agradecía que le gustara usar aquellos guantes que se apretaban con finos cordones, los mismos que solía atar juntos con un extra para poder llevarlas en su hombro sin problemas, que curioso.

_Kai ayúdame, no puedo desatarlas.- Pidió SeHun, quién luchó un par de veces pero al parecer era imposible, ¿cómo demonios se hizo eso con solo un par de vueltas?. _Esto es difícil... Oye...- Llamó la atención del moreno. _También tienes flores en tu rostro.- Susurró mientras estiraba sus manos atadas hasta el rostro del mayor, deslizó uno de sus dedos por el perfil derecho retirando una hojita que se posaba en la mejilla.

_Gracias...- JongIn sonrio al sentir que la pequeña molestia se retiraba, sintió la leve caricia en su mejilla, se sentía agradable, casi nunca podía apreciar una caricia tan sutil departe de aquel hombre que en ese momento lo miraba... algo extraño.

_Kai, esa cicatriz.- Susurró mientras deslizaba un par de sus dedos por la mencionada marquita en la sien izquierda del moreno.

_Es... un recuerdo.- Aclaro JongIn mientras suspiraba, esos detalles eran cosa del pasado pero la marca jamás desaparecería. _Yo...- SeHun sonrió de medio lado mientras admiraba como el mayor cerraba sus ojos por unos instantes. _¿Es raro que me parezcas adorable?.- Tal vez JongIn habló en voz alta pero esa pregunta era para sí mismo.

_¿Qué?.- SeHun lo miró confuso, ese calificativo no iba bien con un hombre de su edad y menos con los pasatiempos que tenía. _Kai, ¿qué dices?.- Volvió a preguntar SeHun, ¿un campeón de boxeo a sus veinticinco años de edad siendo adorable?.

_Cállate por un momento, solo recuerda que estas a mi merced.- Le enfadaba que siempre que se lo encontraba sintiera una pequeña felicidad. ¿Desde hace cuánto pasaba eso?, No sabía a ciencia cierta pero... tampoco le molestaba. _Solo... deja de hablar.- Pidió JongIn.

_No te entiendo.- Se quejó mientras recordaba el asunto que tenía entre sus manos o mejor dicho enredado en sus manos, se removió incómodo y miró al moreno con ojos suplicantes, odiaba estar atado por algo que en él causaba tanta emoción. _Solo desátame.- Pidió SeHun, tenía ganas de entrenar nuevamente.

Confesión en el bosque. (KaiHun)(Trhee-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora