Desde el Subterraneo

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Placa colocada en la entrada principal a la estación Zócalo del Metro de la ciudad de México.

"Nuestras plegarias están con las familias de las personas que fallecieron siendo víctimas de los atentados llevados a cabo en esta estación, pedimos por que sus almas encuentren la paz"
-1 de Abril del 2018-

La fecha era 25 de Marzo, el día ocurría de manera casual, normal para Esteban, gente en el metro, gente que iba en camino a su trabajo, gente que tenia el día libre y había aprovechado para salir a pasear, niños camino a la primaria acompañados de sus padres. Esteban tenia que hacer el mismo recorrido para ir a la preparatoria desde la estación Panteones hasta Pino Suarez solía recordar cuando su amigo Leonardo lo esperaba en la salida de la estación, pero le era difícil después de que se relacionara sentimentalmente con Ana, la chica que empezó a ser el interés romántico de Esteban a lo largo del 2 año que tenían de conoserce, Leonardo ahora iba por Ana hasta su casa y juntos se iban a la prepa, ya no tomaban el metro, así que Esteban y Leo dejaron de encontrarse ya hace un año.
Luego de darse la relación entre sus amigos, Esteban no soportaba estar muy cerca de ellos, la sola idea de ver a la que el llamaba "chica perfecta, con alguien mas lo derrumbaba, sacaba a flote el lado sensible de Esteban un lado que no solía mostrar, por eso se alejaba, por eso prefirió dejar de frecuentarlos.
Luego de hoy este problema, este sentimiento iba a desaparecer.

Pasando por Revolución recordó aquella ocasión en que el y sus amigos decidieron ir en fin de semana a las famosas fuentes, se refrescarían después de la semana de los exámenes, las fuentes no habían sido construidas para servir como chapoteadero, pero a ellos no les importaba solo iban a divertirse, tantos buenos momentos que han pasado, Esteban se sentía afligido, ¿Por que tenían que hacerlo? ¿Porque empezar la relación y arruinar la amistad? Pero ellos no había arruinado nada, era él, él estaba inconforme, no quería verlos juntos, quería a su amigo de vuelta y a su amor platónico en su lugar, soltera.
Hidalgo, "aquí siempre sube mucha gente", pensó Esteban cuando el metro hizo su parada, y tenia razón, el vagón donde iba se lleno y lo enviaron justo a la parte de en medio, avanzo, Bellas Artes, en esta estacion bajo una buena cantidad de gente y Esteban pudo moverse, pensó en acercarse a la puerta pero noto que una anciana se acerco y prefirió dejarla y no pedirle que lo dejara pasar, Allende, "esta estación tiene pasillos muy chicos" también era cierto, a pesar de los años, esta estacion no cambiaba los espacios eran muy reducidos, Zocalo.

Hubo un tiempo en el que Esteban le tenia miedo a los fuegos artificiales o cuetes, como les decía su abuela, los cuetes de la feria del pueblo, el solía taparse los oídos cuando empezaban a lanzarlos, se acercaba a su madre, se refugiaba en sus brazos y tapaba sus oidos.

Cuando sucedió la primera explosión, Esteban no sabia que pasaba, nadie lo sabia, el destello se vio al fondo del vagón, los gritos empezaron de inmediato.

-¡Por dios! ¡Pero que fue eso! -¿¡Esta bien!?
-¡Dios mio! ¡Fue en el ultimo vagón! ¡Ahi! ¡Volteen!

El humo empezó a moverse hacia delante, pasando por el vagón donde estaba Esteban, los tosidos se oyeron, el metro ya estaba detenido, había frenadonde manera violenta, los que se sostuvieron por el impacto ayudaron a los que no lograron mantenerse en pies, pero el metro aun no entraba completamente en la estación, una parte estaba todavía en el túnel, Esteban se levanto con ayuda de un señor y se acercó a un tubo para sostenerse el humo empezaba a cegarlo.

-¡No te quedes aqui! ¡Avanza!

Se oyó el grito para que el conductor los sacara del túnel, gente tosiendo, recuperándose, tratando de alejar el humo sacudiendo las manos, la alarma comenzó a sonar, lo que hizo que todos se alarmaran, había fuego, se sentía el calor, Esteban se acercó a la puerta, la anciana que estaba ahí se encontraba en el suelo, no se movía, al asomarse por la ventana vio las vías, trato de abrir la puerta, el mismo señor que lo ayudó a pararse se acercó, entre los dos presionaron la puerta y lograron abrirla.

Cuando paso la segunda explosión, el metro se sacudió, Esteban cayo fuera del vagón directo a las vías y hubo una chispa, sintio la descarga en su cuerpo y se quedo tendido en la grava, los que lo vieron comenzaron a gritar horrorizados, detectaron el olor a carne quemada.

-¡Ayudenlo!
-¡Esta muerto!
-¡Dios que horror! ¡¿Que pasa?¡
-¡Debemos salir de aqui!

Al bajar del vagón sin caer en la misma fortuna que Esteban, Ramiro, quien lo ayudo a pararse y a abrir la puerta se acercó a el.

-Muchacho, despierta, reacciona.

No hubo respuesta, pero había pulso, había respiración.

-Tranquilo muchacho, te sacaré de aquí. ¡Vamos! Los que puedan, bajen y ayuden a las mujeres, niños y ancianas a bajar yo me lo llevaré.

Esteban estaba consiente, pero no podía moverse, estaba en los brazos de Ramiro, estaban cerca de la estación a lo lejos se veía a gente en el piso, gritando, pidiendo ayuda, el humo había aumentado al pasar por la cola del metro sintieron el calor, la parte de atrás del metro estaba en llamas y escombros caían del techo, al parecer de ahí vinieron las explosiones o al menos una, al estar en luz Ramiro subió a Esteban a la parte donde la gente estaba agonizando, subió justo después de Esteban, y se quedó un rato admirando la horrible escena, la segunda explosión había venido de una de las escaleras electricas, las primeras que podías encontrar al bajar, se veía la mancha negra que había dejado, al rededor cuerpos chamuscados estaban consumiéndose, no se apagaban y nadie los apagaba.

Estando Esteban inconsciente logro escuchar la tercera explosión, pero no acabo ahí, hubo una cuarta, una quinta un sin numero de explosiones comenzaron a detonarse, Esteban tenía miedo, su temor de infancia había vuelto para completar el terror de la situación, no podía moverse, no podía llevar sus manos a sus oídos y cubrírselos, no podía ni cerrar los ojos, que empezaron a irritarse debido al humo, comenzaron a arderle, pero el sólo quería huir de las explosiones, las detonaciones lo tenían aterrado, sus ojos estaban totalmente rojos, su respiración iba decayendo, el humo ya estaba en sus pulmones, se estaba ahogando.

La última vista que tuvo fue, muerte, gente suplicando por morir, el techo se estaba colapsando, quedarían enterrados bajo tierra, como los faraones, las explosiones no cesaban eran incontables, eran intensas, "por favor, no mas, las explosiones me aterran" "Ya no".
Hubo un momento en que Esteban vio la luz, la luz al final del túnel, "estoy salvado" pero no era así, Esteban estaba muriendo, el humon en sus pulmones los estaban matando, le quedaba poco tiempo, y antes de morir, justo antes recordó aquella mirada, aquel rostro que tanto le gustaba, recordó a Ana, la vio ahí en su salón, en los pasillos, recordó cada vez que ella dijo su nombre, cada vez que sostuvieron mas de 10 palabras, luego la vio en manos de otro, en brazos de alguien mas y justo en ese instante dejó de pensar, dejo de recordar y dejo de vivir.

Los bomberos al sacar el cuerpo del joven que parecia quemado por una descarga electrica, se sorprendieron, y se sintieron destrozados al ver en sus ojos no una, sino un mar de lágrimas.

Rabioso CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora