10 de Mayo 2020Habian pasado casi dos años desde la muerte de su amigo, y Leonardo se la pasaba mirando la placa que se encontraba en la estación donde dijeron que Esteban había muerto, recordaba cada vez que se encontraba con el para ir a la escuela, las platicas que tenían, sus gustos en común, después de todo el fue su mejor amigo, o al menos uno muy cercano, llego a su mente la vez que llego a esa escuela por primera vez y como Esteban fue quien le hablo primero, como el fue quien le presento a algunos amigos, los recuerdos llegaban a el de una manera violenta, se invadía de ellos, pensó en el tiempo que desperdicio estando con su novia Ana, en lugar de estar con su amigo, se lamentaba por eso, pero después de todo, quien iba saber que los ideales de un grupo de personas inconformes iban a tomar resultados tan violentos.
Después de las reelecciones, un acontecimiento que no había pasado en años en la ciudad de México y que el mismo individuo haya resultado ser elegido como presidente del país, hubo disturbios, hubo violencia, hubo contradicciones, y eran justificadas, los remontaba a las épocas de las dictaduras, terminado su sexenio el país no había quedado muy estable y ahora que estaría a cargo de nuevo nadie estaba de acuerdo. Habia un grupo, uno que nunca fue tomado enserio, este fue el encargado de labrar estos atentados, comenzó con algo como manifestaciones, cosas simples, pero termino con la colocación de las bombas en el metro, donde habían muerto personas, ellos pensaban que solo así, el gobierno voletaria a verlos y así escucharían sus peticiones, pero no fue así. Después de capturar a uno de ellos, no tomaron en cuenta que los delataría y al dar con el resto, fueron desaparecidos.
Luego de entrar en sus recuerdos, Leonardo se dirijio a casa, tomo su transporte, ya se había hecho de noche y antes de llegar a su casa tenia que caminar, el departamento donde vive con sus padres queda en el fondo de la calle, en los últimos edificios y el vivia en la segunda planta, una cuadra antes, Leo escuchó algo, un susurro, tal vez uno que decía su nombre, pero no le hizo caso, siguió caminando -susrro- no hizo caso de nuevo, llegando al semáforo al final de la cuadra lo volvió a escuchar.
-Leo...
Volteo, tal vez alguien le estaba llamando, pero la calle estaba vacía, siguió caminado, cruzó el semáforo y al llegar al otro lado lo volvió a escuchar.
-Leo... Aqui...
Cuando volteo a ver quien le estaba llamando, al otro lado de la calle vio la silueta, una forma humana ahí parada, parecía tener sombrero y un abrigo, lo que lo hacia ver muy robusto, se quedo mirándolo un momento cuando escucho.
-Leo, ven aquí, acercate un poco.
Lo escuchaba cerca de su oído, como si alguien estuviera a su lado.
-Leo... Se que has estado buscándonos, Leo te vinimos a ver.
Cuando entendió que la voz que le susurraba provenía de aquella persona del otro lado se aterro, como podía estar escuchándola tan cerca, se quedo estático mirándolo.
-Leo... A mi no tienes que verme, voltea al cielo.
La persona alzo su brazo apuntando hacia el cielo, pero era un brazo oscuro, como si el abrigo lo tapara completo, Leo no veia ni un rastro de piel, y sus manos, no eran manos normales tenían dedos largos y al final de ellos se asomaba una uña larga. Al voltear a donde apuntaba vio nubes, nubes que empezaron a moverse y de la oscuridad que ocupaban apareció el resplandor azul, apareció Hypatia, a lo lejos Leo lo alcanzaba a distinguir no recordaba vista mas hermosa, se veía claramente, su destello azul, sus cráteres que parecían manchas oscuras desde donde el estaba, giro su cabeza sin bajar la vista y encontró la luna, pero no era tan majestuosa como el nuevo planeta, faltaba un año para que pasara a lado de la tierra, eso explicaba porque ya se alcanzaba a distinguir y sin saberlo, Leo había sido el primer espectador.
Meses atrás Leo se encontraba investigando los fenómenos que habían ocurrido en su ciudad, era joven y era curioso, después de ver la entrevista entre el astronomo que descubrió el planeta y el responsable de la masacre en un centro comercial, llamo su atención como había dicho que voces provenientes del planeta le dijeron que lo hiciera, Leo se sentía muy atraído hacia la idea de que Hypatia estuviera habitado, que en el existeria la vida, pero sentía miedo de que en caso de ser así se trataba de vida hostil, la idea no desaparecía de su cabeza y rogaba por ser uno de los muchos que habian oído esas voces susurrándoles al oído, pero en el nunca se presento el fenómeno, tenia que esperar, incluso su novia noto lo que se estaba convirtiendo ya en una obsesion, luego de pedirle que se calmara, Leo reaccionaba violento, diciendo que ella no entendía, que no imaginaba lo que podía significar que en aquel lejano planeta exista vida y mas que esta misma haya entrado en contacto con la humanidad.
Luego de contemplar a Hypatia Leo regreso la vista a la persona al otro lado de la calle quien ya tenia el brazo abajo, lo que Leo vio después lo aterra aun más, de la parte trasera de la silueta se asomaron dos figuras en forma de picos, los cuales empezaron a elevarse hasta tomar forma, las alas se veían claras, la pupila de Leo se dilato y quizá hecha ese a correr, no hayaba explicación, no podía moverse, estaba petrificado y la persona empezó a acercarse, las alas parecían cada vez más grandes Leo pudo recuperar el movimiento en sus pies y antes de que la mano de la persona con alas pudiera tocarlo se echó a correr. El camino desde el semáforo al edificio de Leo estaba desierto, paso corriendo por la papelería donde solía comprar sus útiles escolares y estaba cerrada, a los alrededores no había nadie, no quería voltear no quería ver esa figura, estaba espantado, perdía poco a poco el aliento y las fuerzas se detendría un instante y esa cosa lo atraparia, desapareció esa idea de la mente y siguió corriendo, en ese momento desvío un poco la mirada al cielo, quería ver a Hypatia una vez más, al voltear ahí estaba, lo miro un segundo y al regresar la mirada al frente el estaba ahí y cambio su apariencia, era un monstruo con alas, ya no había abrigo, en su lugar había un cuerpo pálido, blanco, tenia las manos levantadas y eran tan blancas cómo su cuerpo, sus manos eran largas y ahí estaban los enormes dedos y las uñas, sus brazos estaban en posición lista para tomar a Leo y llevárselo, Leo volteo a ver su cara, pero ahí no había ojos, ni nariz, ni boca, había un vacío y al caer en sus brazos sintio un frio que le heló los hueso, chocó con su abdomen, era duro y raposo, la criatura lo tomo y en un instante agitó las alas y elevó el vuelo.
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Rabioso Cielo
Science FictionEsta es una historia ficticia, toca el tema mas insolito de nuestra existencia, ¿Estamos solos en el universo? Aqui podras encontrar una historia que funcionara como respuesta a esta pregunta. Encontraras ideas inspiradas en Melancolia de Lars Von T...