1.-"El infierno en Londres."

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Dime, dime, ¿Cómo funciona esto? ¿Quién es el ser que habita en mi interior?
Estoy enloqueciendo, estoy loco en este mundo..
Pero tu sonríes, sin ver nada..

Londres 12:00 a.m

Las calles de Londes se encontraban solitarias desde que el sol se ocultó y le dió paso a la luna para gobernar de nuevo como cada noche.

A partir de las 12:00 am, todo mundo dejaba las calles para poder refugiarse en sus hogares.

Desde que los Ghoul invadieron el lugar empezando en Tokyo, Londres y ahora todo el mundo, ningún ser inteligente se atrevía a estar de noche en las calles. Se hablaban horrores de ellos en la televisión y fue suficiente para que todos le huyeran a la oscuridad, sin embargo los Ghoul podían pasar por desarpecibido tanto en el día como en la noche porque su aparencia era de un ser humano normal. Nadie podía estar a salvo.

Había gente que se creía lo suficientemente fuerte para atreverse a enfrentar a aquellos monstruos de ojos oscuros con pupilas de un color rojo brillante. Querían sentir la adrenalina de estar frente a uno y observar lo terrorificos que son.

Todo aquel estúpido quedaba en el estómago de uno. Así de simple.

--Cariño, ¿Quíeres un poco de diversión?-Dijo una mujer de cabello negro de unos treinta años, con un vestido negro pegado a su rídiculamente cuerpo "curvilíneo", con el rostro totalmente maquillado. Recargada en la pared con un cigarro en mano, tratando de verse provocativa para ese extraño.

El castaño que pasaba por ahí al escucharla, detuvo su andar. Sin girarse para encararla, metió sus manos a los bolsillos y sonrió ladino.

-¿No crees qué es peligroso estar sola a tan altas horas de la noche?-Preguntó, con voz profunda. Manteniendo el misterio, vestido completamente de negro e iluminado sólo por la luz de la luna.

La chica no sintió miedo aunque algo muy dentro de ella le decía que tenía que correr para alejarse de él.

-Si es peligroso, ¿por qué tú estás solo a tan altas horas de la noche?-Contra-atacó.-Yo estoy aquí para tener dinero y poder tener una vida digna y qué mejor que obtenerlo en algo donde soy muy buena.-Su voz seductora le dió nauseas al chico.

-Normalmente...-Ignoró el comentario.-La gente al ver lo que soy en verdad, tienden a huir.-Volvió a sonreír de lado aunque ella no lo viera. Su estómago pedía a gritos comida.

-Yo no lo haría.-Aseguró, sonriendo.

Comenzó a acercarse a él, de fondo sólo se escuchaban sus tacones al chocar contra la calle. Dío una calada a su cigarro y lo tiró al suelo.

-Yo podría estar contigo esta noche...

El castaño comenzó a reír sonoramente.

-Sí que eres una idiota.-Siguió riendo.-Dime, ¿por qué fumas? Sólo arruinas tus pulmones y para mí son la mejor parte para disfrutar y más de las putas como tú.

La pobre mujer seguía sin tener idea.

Molesta, camina hacía el castaño y le dió vuelta para propinarle una sonora bofetada. Muchos hombres se querían pasar de listos hablando de esa forma y se encontraba harta de toparselos siempre.

El castaño borró su sonrisa al sentir el ardor extenderse por su mejilla derecha.

-Me pregunto cómo es que haz logrado sobrevivir tantas noches...

La mujer no tuvo tiempo de responder porque su estómago fue atravesado por un kagune color azul brillante. Miró hacía arriba y vió como los ojos de aquel chico extraño eran de color negro con rojo.

Ghoul (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora