Ghoul (Larry Stylinson)

3.-"Monstruo."

Estoy enloqueciendo, no estoy enloqueciendo.
Estoy loco, no estoy loco
Cuando te vi, me puse a temblar.

¿Por qué dicen que los Ghoul han sido siempre el único problema en el mundo?

Guerras, peleas, asesinatos, peleas por tener el poder, asaltos, estafas.... la sangre de inocentes derramada en todos lados.

Todo eso causado también por los humanos.

Siempre llegaba a la conclusión de que los ghoul no son la única amenaza aquí en este mundo distorsionado.

Pero no podía decir lo que pensaba porque podían acusarme de traidor.

-¡Hey Louis!

Mi mejor amigo gritó para llamar mi atención. Genial, nuevamente me había quedado atrapado entre mis extraños pensamientos.

-Lo siento Niall.-Me disculpo y dejo el libro que me "encontraba" leyendo, a un lado de la mesa. Lo había escogido de entre mi biblioteca personal que tengo en mi casa para llevarlo al café donde nos encontramos en este momento. Ha sido nuestro lugar favorito desde que entramos por primera vez a probar su delicioso café y comida.-Me perdí en la lectura, ¿puedes repetir lo que dijiste?

Niall niega con la cabeza, una sonrisa formada en su rostro. Al menos no está enojado. Me siento aliviado por eso.

Cojo la taza con café aún caliente y la llevo a mis labios.

-Decía que sí tanto te gusta Harry, ¿por qué no le hablas primero y lo invitas a salír?

Casi se cae la taza de mis manos y el líquido caliente me quema por completo la garganta. Me sonrojo y escondo mi cabeza entre el libro para que no me vea en ese estado tan....estúpido.

-Sabes que soy muy tímido respecto a esos temas, nunca antes había sentido estos sentimientos por una persona.-Lo último lo digo casi en un susurro por la vergüenza.

Pero es la verdad.

Niall quita el libro de mis manos. Quedo obligado a mirarlo. Me sonríe tranquilizador y acaricia mi cabello con cuidado. Ese gesto siempre me hace sentir mejor, sin sentirme extraño o juzgado por mis locos sentimientos.

Desde que mis padres murieron en aquel accidente, me volví cerrado con las personas a mi alrededor. Aunque siempre lo he sido, desde esa perdida fué un cierre total en mi corazón. Bueno, no del todo. Con Niall siempre me mantuve unido por todo lo que ha hecho conmigo desde que nos conocimos.

Por gustarme la lectura a una edad temprana gracias a la infinidad de libros que tenía mi padre en casa, no solía comportarme conforme a mi edad y es por eso que nadie se me acercaba a hablarme y la verdad es que no era un problema para mí, los libros me mantenían más entretenido que un simple juego de niños y aún así mi rubio amigo (en ese entonces castaño) se me acercó en la hora del descanso, él había llegado de otra escuela y apenas estaba conociendo a todos.

Teníamos la tierna edad de 8 años.

-¡Hola chico!-Se sentó junto a mí en el césped verde, sonriendo tan confiado de sí. Siempre admiraré esa forma de ser que tiene.

-Oh...hola.-Dije tímido, colocando el libro que leía en mi regazo.

-Soy nuevo aquí así que aún no conozco a nadie.-Hace un puchero.-Me gustaría saber que sí tú podrías ser mi nuevo amigo.-Vuelve a sonreír.