Andrew

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Apuro mi copa de champagne a sabiendas de que más tarde lo lamentaré, estoy parado entre este enorme grupo de amigos en el jardín mientras la fiesta de bienvenida de una de mis más antiguas amigas toma lugar adentro, pero no puedo entrar porque Aarón, Fabio y Alex me están sujetando y fumando ¿por qué incluso soy amigo de estos idiotas? Sólo logran meterme en problemas. 

-Van a a hacer que me castiguen -Sentencio dando una calada. 

-Acéptalo, Andrew, sin nosotros serías un chico de diecisiete años afeminado que ahora mismo tendría puesto un saco, bebería vino y diría cosas elegantes y sin sentido allá adentro -Argumenta Fabio con el tabaco en la boca riéndose. 

-Oh, puedo imaginarlo -Se burla Alex- hablando de universidades y libros clásicos, aunque no estaría mal discutir nuestras posibilidades académicas cerca de casa. 

-No le veo mal -Contradigo, me están volviendo loco, casi podría asegurar que están drogados si no fueran así todo el tiempo- Vino, estar bien vestido y tener un tema de conversación real para variar, parece incluso una buena idea. 

-Tienes cuarenta años ahí dentro -Dice Aarón agarrándome del cuello para desordenarme el cabello, intento escapar y termino mordiendo el polvo, ni uno de ellos me ayuda a levantarme, hago mi camino adentro para llegar al baño, cubierto de polvo doy un saludo cordial a todos, incluso andando rápidamente me queda un buen trecho cuando Lydia aparece, es decir, la chica con la que me acosté ayer en la casa de Erin. 

-¿¡"Bien hecho, As"!? -Pregunta con los ojos como lunática, puedo ver que está enojada por lo abro la boca para hablar, pero entonces veo porqué lo dice, una foto que subió Aarón de nosotros está en su pantalla, mi lengua está en su cuello y ella parece extasiada, la cara de Aarón está en primera plana con una sonrisa, ¿se tomó una puta selfie y la puso en facebook? Voy a matarlo. 

-No sé por qué...

-Ahorrátelo, imbécil -Chilla lanzándome su trago encima, mis globos oculares están ardiendo. Se retira como una diva mientras sus amigas sonríen más allá, intento seguir caminando, pero otra chica se topa en mi camino, Santo cielo, son dos, ni siquiera sabía que se conocían. 

-Son amigas, genial -Si lo hubiera sabido no me habría acostado con ambas, no al menos en la misma noche. No por separado. 

-Me alegro que Lydia te diera lo que mereces, eres un maldito prostituto, ahora todos lo saben y no tengo que desperdiciar mi vodka -Dice la pequeña rubia golpeándome el hombro al pasar, la morocha ni siquiera da una explicación, simplemente me tira su bebida alejándose con una sonrisa en su rostro. Estoy empapado y completamente humillado, si Aarón cree que no va a lamentar esto, se equivoca. 

Voy hasta al baño con la vista de todos en mí, la imagen en el espejo es una maldita pesadilla, me veo patético mojado con un traje como si alguien me hubiera abandonado en la iglesia y luego se hubiera puesto a llover, joder. Marco el número del maldito en seguida y ni siquiera alcanza el segundo pitido cuando su voz se estrella contra mi oído. 

-¡Santa mierda, hermano! Lydia, Madison y Debra, eres un maldito héroe -Grita sonriendo, puedo sentirlo, el bastardo está sonriendo. 

-Voy a matarte, Woodstruck, de la forma más dolorosa que encuentre. Tráeme tu mejor traje ahora, joder. 

-En camino, As -Suelta irónico, doy un grito furioso a mi reflejo antes de sacarme la chaqueta y los zapatos para poder observarme cuidadosamente, el cabello miel aún se encuentra en perfecto estado lo que es un alivio, pero tengo la expresión de un niño perdido, apuesto que alguien grabó a Lydia o a las otras, estoy seguro que estaré en boca de todos para el lunes. Gran exclusiva, Andrew es un hijo de puta, compré el periodico escolar y entérese cómo sobrevivir al mal parido. 

Cuando el otoño llegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora