Tan pronto como se vino el día se vino la noche. El telón sube, el telón baja, el telón sube y el telón baja. Pero el escenario siempre será el mismo, y nunca será similar a la vez. Recorrido por personajes que nos dicen ser quienes en realidad ni son ni serán nunca. En este macabro teatro en el que todos se deleitan de historias que desearían ver reales. En ese mismo instante, el drama estaba a punto de empezar, y los actores listos para interpretar la obra y mostrar sus secretos y su auténtico rostro.
Era de noche. Gersh se vistió con su traje de la orden y bajó por las escaleras de su casa hasta el comedor. Hacía un par de días que había abandonado la clínica y sus oscuros secretos. El cazador pensó que era mejor apartar lo que pasó aquella noche, prefería pensar que solo fue efecto del sedante que aún no había dejado de hacer efecto. En cuanto al arma decidió enterrarla en el jardín, no muy lejos de la otra, así aseguraba al menos que si alguien entrara a su morada accidentalmente no las hallara y se llevara las dos. Aún así el cazador sabía que no la enterraba solo por ese motivo, y en el fondo, en cierto modo, sabía que algo no cuadraba, que había algo oculto, algo que se lo comía por dentro.
Gersh habiendo bajado las escaleras se dirigió a su mujer, le dió un beso y se despidió de ella, la mujer hizo el mismo gesto y le cedió la salida. El cazador sabía bien a donde se dirigía, la primera vez que supuestamente despertó le fue a visitar un comandante, este le dijo que cuando mejorara fuera al cuartel de la orden. Llegado su momento Gersh avisó al cuartel y especificó un día para su visita.
Gersh atravesó las húmedas y repletas calles de la ciudad buscando llegar a la plaza de entrada del distrito militar, donde le esperaba su compañero Haise, el cuál lo recibió con una calurosa bienvenida.
-¡Hans! Hombre, ¿se encuentra mejor?- Preguntó su compañero mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
-Bastante mejor- Contestó Gersh con la mínima alegría.
-¿Ve como al final no le ocurrió nada en la clínica?- Preguntó retóricamente el compañero.
-Ni muerto vuelvo a pisar ese lugar de mierda- Pensó el cazador para sí mismo. -¿Entramos?- Sugirió fríamente Gersh.
-Adelante, las damas primero- Dijo Haise mientras levantaba una caja cubierta por un manto.
-¿Que contiene esa caja?- Preguntó Gersh mientras inspeccionaba la caja con la mirada.
-Nada en especial, solo algunos materiales que los cazadores perdieron en la última caza- Aseguró su compañero mientras avanzaba hacia el cuartel.
El cazador se quedó mirando el suelo perdiendose en sus pensamientos hasta que su compañero le llamó la atención y lo invitó a entrar. El cuartel constaba de un cuerpo central con cuatro patios a cada extremo. Cada patio especializado según la clase de cazadores que se entrenaran allí. La nave principal contenía una sala de recepción puramente gótica, con lámparas colgando, un suelo de terciopelo rojo y algunos cuadros colgando por las paredes. Los cazadores llegada esta zona fueron atendidos por otros dos cazadores que se dispusieron a llevarles ante el comandante. Estos cuatro individuos subieron por unas escalera de madera. Estas daban a una enorme ventana ornamentada de colores vivos, a partir de este punto la escalera se dividía en dos mas estrechas que llevaban a la segunda planta. La segunda planta contenía la armería, las habitaciones y la sala donde se planificaban las búsquedas. Pero no era este el destino que buscaban los individuos, así que subieron otro piso. Llegados al tercero ya se encontraba la sala de mando y los lujosos aposentos de los líderes. Todo los comandantes se encontraban allí reunidos, mas cuando se percataron de la presencia de los dos cazadores tomaron asiento en la enorme mesa que se situaba en frente de ellos. Los asistentes abandonaron la zona y los cazadores saludaron educadamente y esperaron el habla de sus líderes mientras permanecían levantados. Finalmente uno de los comandantes inició la conversación.
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Verrückt.
ActionLa humanidad ha sido acosada por los demonios desde tiempos inmemoriales más llegado un punto la humanidad aprende a contraatacar y funda una orden de cazadores de demonios, los cuales defienden la humanidad comandados por una orden superior cuya id...