La Loba Blanca

Las bestias

Entre a ver a mi madre para ver cómo estaba y me dijo con voz baja:
-Any me alegro de verte hija
-y yo a ti mama me alegra que estés mejor
-estaba preocupada por ti ¿dónde estabas?
-fui a buscar a Edmund a la montaña y después ya no podíamos bajar de allí
-tu papa y yo estábamos muy preocupados no sabíamos donde estabas o que te había pasado, pero de cierta manera me alegra que no hubieras estado en la casa
-¿por qué dices eso mama?
-por qué no me hubiera gustado que esa cosa te hubiera hecho daño
-¿pero dime que paso con esa cosa?
-pues tu padre y yo nos encontrábamos preocupados porque no sabíamos donde estabas te buscamos por todos lados pero no te encontrábamos y el mismo día que regresaste en la madrugada escuche ruidos y pensé que eras tú pero salí a revisar y no vi nada, entre a dormir de nuevo y se escuchó un ruido más fuerte cuando fui a la sala había una cosa gigante era como un lobo pero con cuerpo de humano solo corrí a decirle a tu padre y nos escondimos debajo de la cama pero esa cosa nos olía, por lo que tu papa pensó en salir y distraerlo en lo que yo huía, funciono pero la cosa lo ataco muy fuerte y le encajo las garras en el estómago, solo escuche que me grito tu padre que me escondiera y me metí en una alacena de la cocina hasta después que tu llegaste salí.
-de verdad me hubiera gustado estar allí para defenderlos Mama.
-no Any no hubieras podido con esa cosa, tu viste cuando te ataco era más fuerte que tú.
-pero es que...
-de esto no tiene la culpa nadie hija solo paso, ¿por cierto Any ya comiste?.
-no pero no importa me quedare aquí contigo.
-no Any ve a comer yo descansare un rato.
-está bien.

Salí a buscar algo de comida pero al salir me encontré con Edmund y le pregunte
-¿qué haces aquí?.
-vine a ver como seguía tu mama.
-no sabía que te importara creí que solo pensabas en ti.
-Any ya vas a empezar, eres una fastidiosa.
-mejor voy a buscar algo de comer, no tengo ganas de hablarte ni de verte.