una esperanza

358 26 2
                                    

Me encontraba vagando por el bosque buscando comida no era fácil puesto que yo antes vivía de lo que me daba mi familia, ahora tengo que cazar y eso créanlo no es fácil, no sé por qué los documentales lo muestran tan sencillo.
Al final pude agarrar solo un pajarito que se me atravesó y pues claro eso no me iba llenar, era horrible vivir a lo salvaje y lo peor es que seguía con hambre, me dispuse a dormir para evitar la sensación de querer comer de mi panza, al abrir los ojos después de la siesta me espante era la señora Hughes enfrente de mí y me dijo:
-Any tranquila solo vine a ver como estabas también a dejarte comida y quería pedirte una disculpa de verdad lo lamento yo sé que eso no hará que regresen tus padres pero si necesitas un lugar a donde recurrir sabes que nuestro hogar está abierto para ti.
Se fue y yo mire la canasta y era un montón de carne al fin después de días de comer raíces y pajaritos, al fin comida de verdad y pues me dispuse a disfrutar, aunque también me puse a pensar que juzgue mal a los Hughes no debí ser tan grosera no sabía si ir a su casa, que cara pondría después de los que le dije a la señora Hughes y a Edmund.
Así que me arme de valor y fui a su casa, pero en cuanto me dio pánico y mejor decidí dar vuelta atrás y regrese al bosque, al día siguiente dije ahora si iré pero igual me di la vuelta con la excepción de que esa vez Frederick me hablo:
-Any hola!
Yo solo lo mire y me puse nerviosa él se acercó a mí
-ya van algunos días sin verte, wow estas muy sucia y estas toda rasguñada, ¿estás viviendo en el bosque acaso?
Yo solo baje las orejas y la cabeza me sentía apenada de que me viera así pero él me dijo:
-Any te mereces un buen baño ven vamos
Al principio me dio pena y no quería ir, pero pensé que sinceramente si necesitaba bañarme así que fui con el aparte era Frederick y pues él es lindo como negárselo.
Me llevo a donde están los establos y lleno de agua una tarja de madera grande que tenían, se sentía tan bien el bañarse con agua calientita y lo mejor era que Frederick era el que me estaba bañando, claro como lobo no como humano, me sentía feliz y después puf se esfumo la felicidad y adivinen gracias a quien a Edmund:
-mira mira quien esta aquí Any que chistoso ¿no? la que no quería regresar volvió aquí, ¿no que pensabas que nosotros tuvimos la culpa de que muriera tu familia?
-ya déjala Edmund esta triste y tu todavía le dices eso ¿porque eres tan fastidioso?
-¿a ti quien te metió Frederick?, aparte yo te dije que regresaras y no quisiste hasta me culpaste de cosas, a pero te lo dijo tu novio Frederick y vas de ofrecida, ni quien te entienda Any.
Me sentí enojada quien se creía para hablarme así, por lo que salí del establo, fui de nuevo al bosque y ya no quise regresar. 

La Loba BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora