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Vic estaba perplejo ante la vergonzosa petición de su hijo. Pero el nunca le había negado afecto. Aunque ¿Un beso? Eso no era algo permitido, el no quería que su niño se ilusionara. Pero Kellin siempre mostró interés en El desde que era pequeño. Siempre tan listo, sabía que Vic lo quería y Kellin inconsientemente buscaba más cariño del debido. Vic comenzaba a sentirse diminuto por la incertidumbre.

-Bebé, sabes que te quiero mucho, pero no creo que yo deba hacer eso- Vic balbuceó algunas palabras sin mirar a su pequeño Kellin, quien estaba casi frente a el. Este busco la comodidad del cuerpo de Vic tratando de entender que le pasaba.

-Yo quiero que lo hagas papí- Kellin se estaba poniendo muy dificil para Vic, el suave cabello, los finos rasgos, su delicado y un poco formado cuerpo. Vic comienza a debatirse a si mismo si es en realidad lo que quiere.

Ser el primer beso de su bebé. En ese momento le surgió una pregunta ensordecedora.

-Antes de responder, Kellin, ¿Te gusta alguna niña?- Vic tragó saliva audiblemente sintiendo las manos de Kellin rodear su cuello.

-Las mujeres son malas papí, solo me gustas tu- Al parecer Kellin no sabia lo que decía. Pues sus mejillas se encendieron en diferentes tonalidades rosadas ante la luz artificial. Claro que Vic lo notó y sus nervios se alteraron más.

-¿Entonces quieres que sea tu primer beso?- Kellin asintió aun sonrojado. Sus labios rosados formaron una sonrisa, de esas que ponia cuando quería algo y Vic no queria ceder. Vic tomó el rostro de Kellin entre sus manos, olfateando el dulce aroma virginal e inocente que Su bebé desprendia de cada poro de su piel.

-¿Huele a quemado?- Vic reaccionó rápidamente moviendo la carne de la sartén tratando de remediar, por un momento olvidó lo que estaba haciendo. Kellin no dijo nada. Solo se fue en camino a su habitacion completamente consternado. Falló en su intento y creyó que Vic estaria molesto contra el.

-¿Kellin?- Vic no notó la ausencia en la cocina hasta que escucho el pestillo de la puerta cerrase. No creía que pudiese ser tan malo en ese aspecto. Pero era claro que Kellin necesitaba conocer el mundo exterior y eso asustaba de sobremanera a Vic. El simple hecho de imaginar a su bebé rodeado de mujeres queriendo aprovecharse de el. O inclusive un Hombre que quisiera propasarse. Eso no.

La cena no fue un desastre total. la carne no tomó el sabor a quemado que Vic pensó qie adoptaría. La ensalada de verduras estaba fresca y el té de frambuesa, favorito de Kellin, estaba servido. Solo hacía falta algo en la mesa. Kellin. No habia bajado desde un buen rato. Cosa que preocupo a Vic. ¿Y si lo había herido? ¿Kellin estará resentido? Vic no logra entender muy bien que pasa con su hijo. Despues de todo es un hombre. Un hombre demasiado ocupado para darse cuenta de lo que pasaba en su hogar. Golpeó ligeramente su frente al recordar que no charló con Kellin acerca de su primer día de escuela. ¡Que Gran Padre!.

-Kellin... baja a cenar- Trató de dar suavidad a su voz, pero eso sonó como una orden. Nuevamente se abofeteo internamente al ver lo bruto que solía ser. Escuchó el rechinido de la cama y supuso que Kellin estaba dormido. La puerta se abrió dejando ver a su pequeño huesped en una camiseta grande, el cabello enmarañado y un pequeño short de tela que solo cubría su trasero. Vic lo sabía. Kellin nunca dormía en ropa interior. Eso era bueno. Al menos para ambos.

-No tengo hambre- Kellin talló su ojo izquierdo con el dorso de su mano mientras bostezaba.

-¿Vas a dejarme con la cena en la mesa bebé?- Esta vez su voz fue un poco mas tenue. Se escuchaba triste. Kellin lo notó al instante y se abrazó al pecho de Vic. Su frente pegaba justamente bajo las claviculas. Eso indicaba su crecimiento. Vic aun recordaba cuando su pequeño rostro alcanzaba solo su entrepierna. Ese fue un pensamiento extraño. Pero solamente lo dejo pasar.

-Anda Papí, vayamos a cenar. No me gusta qie te sientas mal- Kellin sonrió tiernamente mientras caminaba en direccion al comedor. Vic sintió su pecho hincharse de felicidad. Nunca se dedico a observar la anatomía de su hijo. Pero al caminar detrás de el alcanzó a notar como sus caderas se ensanchaban un poco más favoreciendo a la ilusión de un trasero en perfecto estado. Sus piernas lampiñas y ese hermoso color pálido de ellas y el resto de su cuerpecito. Todos dudarían de si el es realmente es su padre. Por ser inmaculadamente hermoso.

-Provecho amor- Kellin sonrió y procedió a comer. Sus gestos al comer eran adorables. Inflaba sus mejillas al mascar y entrecerraba los ojos verdes que poseía al pasar la comida.

Vic no podia con eso.

-Mañana iré a una conferencia de la editorial bebé, saliendo de la escuela quiero que estes en la casa. Iremos a cenar- Kellin asentía sin mucho interés. Kellin sabía que clase de cena sería. Vic lo llevaría a su cena de la editorial y el estaría a su lado completamente aburrido si Alan no va con su padre. Mientras Vic lo ignora el podrá ir a la sala recreativa a hacer algun destrozo.

-Esta bien- Kellin no dijo nada más. Aun esta resentido por el rechazo reciente de Vic.- Tengo sueño, iré a la cama.

-¿Pasa algo Kellin? Desde hace un rato estas muy extraño. - Vic se levantó de su asiento queriendo alcanzar a Kellin. Se detuvo en seco entendiendo perfectamente lo que causaba esa actitud en su hijo. El quería besarle. Pero Vic no se atrevía a aceptar tal cosa.- Papí te dará lo qie quieres amor, solo dime que te pasa.

-Me heriste- Esas palabras fueron un balde de agua fría para Vic. Kellin estaba con sus ojos llenos de lagrimas.- Estoy triste Víctor.

"Suficiente sufrimiento por hoy" Pensó Vic. Si su hijo quiere algo, el va a darselo.

Esta decidido.

♡Daddy's Boy♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora