♡Daddy's Boy♡

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Kellin había ido a su habitación completamente derrotado. Era obvio que su papá no le daría tal cosa. O al menos eso creyó cuando vió a Vic entrar cerrando la puerta tras el. No traía el saco ni la corbata de su traje formal. Su camisa estaba un poco arrugada y estaba descalzo. Kellin se sentó al borde de la cama esperando alguna palabra.

"¿Pasa algo?" Vic se acercó a el cautelosamente tratando de cerrar la distancia entre ellos. Vic se arrodillo frente a Kellin tomando la pequeña porción de carne que se formaba en su cintura. Acarició con deseo la suave piel por debajo de la gran camisa que Kellin solía usar para dormir. Kellin solo cerró sus ojos sintiendo completamente el momento.

"¿Aún quieres esto bebé? No quiero herirte"  Kellin suspira al sentir los gentiles dedos de Vic en sus pezones. Al parecer tiene cosquillas. Mientras que con cautela desliza sus manos en cada centimetro de piel suave y lisa, Vic pone su frente contra la de Kellin.

"Si papí, aún lo quiero" Para Vic, eso ya era suficiente. Llevaba tiempo soportando esa calentura bajo la mesa. Escondiendo todo rastro de excitación para que su bebé no pensara mal de el. Pero al parecer Kellin ya lo veía de otra manera.

Lentamente se acercó tomando el rostro de Kellin entre sus manos, suspiró brevemente admirando el bello sonrojo que adornaba sus mejillas. Lo pensó dos veces antes de unir sus labios.

Un beso inocente, Kellin aún no sabía hacerlo correctamente. Pero de igual manera envolvió sus delgados brazos al rededor de los hombros del moreno. Tratando de darle un nuevo enfoque a ese beso; Kellin estaba moviendo sus labios de forma torpe, Sólo podía hacer leves movimientos que eran detenidos por la nariz de Vic.

Vic se separó lentamente escuchando la respiración agitada de Kellin. Las pestañas del menor revoloteaban coquetamente contra sus mejillas. Pasó sus pulgares por cada centímetro de piel sintiendo los escalofríos. Tuvo una fuerte punzada En sus pantalones y un sentimiento no muy sano.

"Debo ir a limpiar amor" Kellin tira del brazo de Vic, al estar sentado en el borde de su plácida cama su rostro queda en el abdomen bajo del mayor.

"No te vayas, sólo uno más" Kellin esta mendigando amor, le ah gustado esa sensación abrazados, ese extraño ardor en cada parte que Vic a tocado. Esconde su rostro suspirando. Vic muerde su labio al escucharlo. ¿Cómo decirle que no? ¿Cómo resistirse a ese pequeño?. Kellin jalaba con insistencia la camiseta de Vic tratando de convencerlo a quedarse. La limpieza esperaría a más tarde.

"No quiero que esto vaya en un mal sentido bebé" Vic agacha la cabeza provocando que su cabello caiga de igual manera. Kellin no entiende a que se refiere. El esta enamorado de su padre. ¿Qué hay de malo en ello?.

"Te quiero papí- Nuevamente Vic busca la calidez de los labios de Kellin tratando de no pensar en nada que arruine el momento. Kellin estaba ajeno a todo lo que pasaba. El no entendia lo que era enamorarse. Ni mucho menos las situaciones más explicitas.

Vic comenzó a bajar sus besos a la barbilla pálida de su bebé. Su corazón palpitaba a mil por hora por tanta adrenalina. El pecho de Kellin subía y bajaba de manera irregular. No era un beso de telenovela mexicana si no un beso tan inocente, para Kellin claro. Sus labios apenas se movian y sus mejillas parecian manzanas rojas por la vergüenza.

"Suficiente Kellin, mañana tienes escuela y sabes lo mucho..." No termina la frase debido al pequeño dedo de Kellin sobre sus labios con una mueca de fastidio.

"Que te molesta que duerma tarde... siempre dices lo mismo papí" Kellin se rie levemente mientras esta sentado de rodillas con estas separadas un poco. Vic alcanza a contemplar en medio de esos muslos regordetos la intimidad del pequeño. El short se sube hasta el borde de su trasero en esa posición. Vic muerde su labio por dentro y siente su miembro despertar.

"Descansa bebé" Vic le da un ultimo beso en la frente. Kellin se recostó en su suave colchón esperando a que su padre le arropara. Podría tener 11 años, pero Vic amaba hacer esas cosas.

Vic cubrió el cuerpo de su hijo con la sábana verde menta que tanto amaba, pasó sus manos por el contorno del cuerpo tratando de ajustar el pedazo de tela a Kellin. Disimuladamente rozó la entrepierna del menor ansiando poder tocarla sin nada que lo interrumpiese. Todo a su tiempo, debía tranquilizarse. Sostuvo la mirada unos pocos segundos ante automaticamente comenzó a divagar. ¿Cómo se vería en una falda? ¿Cómo se vería con unas calcetas largas? ¿Siempre ah sido asi de delgado? ¿Desde cuando su cadera es tan fina? ¿Cómo se vera su trasero en mi boca?

Nuevamente sentía esa conocida sensación de cosquillas en su entrepierna y se dio cuenta que estaba llendo demasiado lejos.

"Buenas noches bebé" Eso le habia dado una idea para su siguiente libro. Pero tenía un molesto problema al cual atender.

Sin duda necesitaba algo más que su mano u otra persona. Necesitaba a su hijo.