Violet:
Ya habíamos regresado del centro comercial que por cierto no fue muy agradable ya que Dominik tenía planeado encontrarse con una amiga de él de las pocas que tenía y se la pasaron juntos. Obviamente me volví para la casa cuando terminé de comprar lo que necesitaba y decía en la lista.
Estaba sentada en el sillón mirando la televisión eso era algo raro en mi ya que nunca veía la televisión, me parecía inútil pero con los simpsons nadie se puede negar. La puerta se abrió y dejó ver a Dominik junto a sus padres o más bien a los míos también.
-Vayan a cambiarse iremos a la ópera-dijo la mamá de Dominik-
-¿Cómo?-pregunté sin creer-
-Que iremos a la ópera-dijo el padre ésta vez-
Me levanté de mala gana, Dominik estaba en el pasillo observando la situación gracioso. Lo miré con cara de perro y me dirigí hasta él.
-Vaya vaya, miren quien volvió-dije sarcástica mientras caminaba hasta mi cuarto-
Cuando estaba por cerrar la puerta una sombra lo impidió y era él, Dominik. Que estaba ya dentro de mi cuarto y cerró la puerta.
-¿Qué quieres imbécil?-pregunté de mal humor-
-Ignoraré tu mal humor y te diré que no hay forma que puedas librarte de la ópera, vamos una vez a la semana y dura cuatro horas-dijo él-
-¿¡CUATRO HORAS!'-grité-
-Si huérfana, así que tendrás que acostumbrarte a esta vida aburrida-dijo riendo-
Cuando él se volteó para irse lo tomé del codo e hice que mi mirara
-¿Quieres vestirme de nuevo?-bromeó-
-No inútil esta vez no creo que tenga tanta suerte de librarme de una embolia cerebral-dije- Aún no me olvido lo del centro comercial, lo pagarás-le advertí-
-¡Oh vamos! eres lo suficientemente grande como para ir sola, ¿o querías que te acompañe?-levantó una ceja-
-Idiota me perdí-dije recordando el feo momento en el centro comercial-
Lo empujé para que se vaya y éste soltó una carcajada mientras le cerraba la puerta en la cara.
Me puse un vestido negro que cubría bastante bien las partes que creía necesarias, era muy al cuerpo ya que eran los únicos que estaban ahí, lo combiné con unas plataformas negras. Ya que no sabía caminar con taco y bueno no quería pasar un mal momento. Me maquillé un poco, no quería sonar muy exagerada, pero fue algo muy sutil.
Con tan solo pensar que estaré cuatro malditas horas en una ópera me daban ganas de volver al orfanato y pasar los días de lluvia mirando a la ventana. ¿Irónico no? ¿Quien querría en su sano juicio pasar de tener todo a no tener nada? Pues yo, la felicidad no se compra. Obviamente no me importaría llorar en ésta grande mansión rodeada de dinero, pero me sentiría sola como siempre.
Perdí la noción del tiempo pero unos golpes en mi puerta me hicieron salir de mis pensamientos, caminé hasta la puerta y estaba Dominik mirando hacia abajo. Él me miró cuando la puerta de abrió y apareció una sonrisa de lado al verme, me miraba de tal manera que parecía que me estaba estudiando y me causaba escalofríos, nunca fui una chica fácil de intimidar pero éstas miradas me asustaban.
-¿Vamos?-preguntó él-
Asentí sin decir una sola palabra y los padres de Dominik estaban abajo discutiendo, pero al vernos pararon y se hicieron los tontos. Miré la escena confundida y habló Regina la mamá de Dominik.
-¿Te gusta la música clásica Violet?-preguntó ella-
-Nunca la escuché-dije sincera-
-Va a encantarte-se emocionó ella-
-Es más divertido ver un documental de 24 horas como crece el pasto-habló Dominik-
Su madre lo miró, parecía que quería asesinarlo con la mirada pero Dominik no le dio importancia y caminó hasta la puerta junto a su padre que nos estaban esperando un poco impacientes.
Una vez arriba del auto no había música, ni charlas, era puro silencio. Dominik estaba en su mundo, al parecer lo hace muy seguido y eso no debería importarme.
-¿Cómo fue tu vida en el orfanato? No hemos hablado nada desde que llegaste-dijo el padre de Dominik-
-Porqué nunca están en la casa-interrumpió mi respuesta Dominik-
Nadie dijo nada y decidí responder.
-No fue tan fea como parece porque me acostumbre a vivir entre los huérfanos, el desprecio y las burlas. Después de tanto tiempo uno se termina acostumbrando, hasta puedo jurar que me tenían miedo-confesé-
Los padres de Dominik se miraron algo aterrados y no respondieron nada, yo sólo me limité a sonreír. No pretendía cambiar porque cambié de vida, no iba a cambiar. Me mantendré fiel a los que me ayudaron a sobrevivir en ése orfanato... Mis demonios
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Radioactive (Dominik Santorski)
أدب الهواةÉsta es la nueva era dónde la mayoría de los jóvenes sufren en silencio, se tragan sus problemas pero... si te tragas tus problemas al final te ahogas. ...