Cerré los ojos, esperando la primera punta de arpón que me atravesara y me matara. Entonces veo que no pasa nada y cuando abro los ojos. Veo a Rin enfrente mió. Solo le veo la espalda, pero podía sentir que estaba hecha una furia.
-Se acercan a él y se las verán conmigo.
-Sí quieres morir con el, no tengo ningún problema.-dijo uno mientras se acercaba a toda velocidad mientras apuntaba con su mano el arma hacia Rin. Este esquiva el arpón, y le golpea en la cara, dejándolo casi inconciente.
-Cuidado- Grité, pero era tarde un tipo le había rozado el abdomen con su arpón, dejandole una herida que sangraba y manchaba la musculosa que tenía puesta.
-Tsk...Haru agarra el arpón- dijo mientras apuntaba al arma del tipo inconciente que había golpeado antes. La agarré tal como dijo.
El tipo, que había herido a Rin, se abalanzó de nuevo hacia él, haciéndolo caer al piso. Rodaron por el mismo, hasta que Rin se colocó arriba de él y le empezó a dar varios golpes. Yo no me quedé atrás y empecé a luchar contra otro borracho, el tenía más fuerza, pero no era más rápido que yo, antes que me diera cuenta le había clavado el arpón, haciendo que cayera al piso. Me quedé helado, nunca había matado a alguien. Rin al ver que no reaccionaba me salvo de que el último que quedaba vivo, me apuñalara por la espalda, ya que el fue más ágil y lo golpeó tan fuerte que seguro que le sacó varios dientes.
-Haru, nunca debes bajar la guardia así, ese tipo podría haberte matado con una puñalada en la espalda.-suspiró- ¿Que haría yo si te pasara algo?-dijo esto ultimo en un hilo de voz, tal vez para que no alcanzara a escuchar.
-Acabo de ver a alguien morir frente a mi, producto de mis actos...-dije aún paralizado y sin poder creerlo.
-¿y que quieres que haga? Era tu vida o la de él.
-¿Cómo supiste donde estaba?¿y donde aprendiste a luchar?- cambié de tema, porque no quería detenerme a pensar en lo que había hecho.
-Supe donde estabas porque vi que te estabas yendo por un camino muy oscuro y peligroso. Y aprendí a luchar cuando tenía 10 años. Te enseñan a luchar para defensa propia.
Iba a hacerle otra pregunta, cuando me acordé de su herida.
-Rin... tu herida.
Su musculosa ahora tenía una enorme mancha de sangre, que se iba expandiendo con cada movimiento que hacía.
Al hacer tantos movimientos perdió mucha sangre.
-No importa...yo pue...-dijo, antes de que casi se cayera desmayado, de no ser por mi, que fui más rápido y lo sostuve. Como pude le saqué su vestimenta y con esta le hice un torniquete, para parar un poco el sangrado. Veo su cuerpo, era admirable lo bien trabajado que estaba y sus abdominales que estaban para morirse. Espera, Haru ya deja de pensar en eso, este no es el momento. Entonces veo que tiene una cicatriz en su espalda, que me llamó la atención.
Rin no estaba muy consciente que digamos y tenía que evitar que se desmayara, sino me costaría bastante llevarlo hasta mi cueva para curarlo. Puse su brazo alrededor de mi hombro y comencé a llevarlo.-Rin, necesito que estés consciente. Así que ¿porque no me cuentas algo para que no te desmayes?
-No se que contarte Haru.
-Entonces dime ¿que es esa cicatriz en tu espalda?- la curiosidad era más fuerte que mi genio.
-Es una larga historia.
-Aún falta para llegar a mi cueva. Tengo tiempo.
-Bueno, solo te diré, que cuando mi padre murió, fue el día más feliz de mi vida.-dijo serio, haciendo que el ambiente se tensara y me detuviera a mitad de camino.
-¿El... te hizo eso?
-Si. Quería que fuera fuerte, y la fuerza tiene su precio, según lo que me decía. Me maltrataba, para que aprendiera a defenderme, es por eso que soy bueno peleando.
-Rin eso...
-Haru tu eres el único que sabe de esto. Quiero que me prometas que no le contarás a nadie.
-No se lo diré a nadie.-dije volviendo a cargarlo y seguir nadando.
-Así me gusta más.
Entramos a mi cueva y puse a Rin en mi colchón de algas enrolladas. De un pequeño escondite que saqué unas algas medicinales, que no eran fáciles de conseguir, pero en este momento eran vitales.
-Rin esto tal vez te arda un poco- dije mientras iba colocando varias algas sobre su herida.
Rin se retorcía del dolor. Pero yo no podía hacer nada, tiene que ser fuerte.
Para calmarlo, decidí hablarle.-Rin ¿te duele?
-Claro que me duele, Idiota.
No soy muy bueno con los temas de conversación.
-Oye Rin...gracias por salvarme- sonaba raro decirlo. Sentí un rubor crecer en mis mejillas, y decidí mirar para otro lado, para esconder mi bochorno.
-No fue nada, pero trata de no tomar atajos muy seguido.-dijo para luego sonreír, lo cual hizo que yo también sonriera. Entonces nos quedamos mirando y antes de que me diera cuenta, estaba tan cerca de él que era inevitable que sus labios atraparan los míos en un beso. Estaba mal, lo que estábamos haciendo. ¿Un importante rey besándose con un plebeyo como yo?, encima chico y chico. Era de cuento de hadas. Sus labios eran irresistibles. Lo admito un excelente besador. Entonces sentí como mordió mi labio y cuando abrí la boca para quejarme, aprovechó y exploró mi cavidad bucal con su lengua. Nuestras lenguas estaban haciendo una danza y se sentía realmente bien. No quería dejar de besarlo. Entonces sentí una mano en la parte final de mi abdomen y sentí que Rin realmente estaba yendo muy rápido. Deje de besarlo y lo miré. Me sonrió.
-Está bien Haru, no te haré nada que tu no quieras.-dijo como si me estuviera probando, a ver que tan lejos llegaba.
-¿No era que te estabas muriendo?.
-Cierto- dijo para luego fingir gritos de agonía.
-Eres un idiota.
-Soy tu idiota.
-Oye no te pases.
- Me besaste porque me amas ¿no?
-Tu me besaste
-Pero tu lo seguiste.
-Ya duérmete, sino tu herida no se curará.
-No me importa la herida ahora, tienes que pensar en nosotros,
tienes que pensar en los niños querida.-¿Qué niños?
-Los niños que tendremos.
-Rin... ya duermete, la falta de sueño y la pelea que tuviste te están secando el cerebro.
-Esta bien, pero yo cuidaré de la pequeña lulu... -dijo luego para quedarse dormido.
No creí que este rey fuera tan idiota, pensé, pero luego recordé el beso y me sonrojé. Me acerqué hacia donde el estaba dormido y le dí un pequeño beso en los labios.
-Buenas noches su majestad.
ESTÁS LEYENDO
Océano Profundo ☆Rinharu☆
FanficUno nunca sabe que tan grandioso puede ser nuestro mundo. Por eso quiero contarles la historia de un mundo marino, en el que el amor prohibido renace desde las profundidades del océano. Por un lado tenemos a Rin Matsuoka, rey de los tiburones, desde...