-Volar, volar, se repetía constantemente, volar.
Nadie le comprendía, nadie sabía qué significaba esa palabra, esas cinco sencillas letras.
Todo el día, todas las noches, todas las respuestas, eran volar.
Solo él, el niño mas curioso del planeta, el niño que jamás deja de sonreír, un niño diferente podía saber qué significa esa palabra. Pero había alguien que también le comprendía, alguien que también era diferente y ese alguien era el viento.
Su fiel amigo de aventuras, su melodía por el día y sus susurros por la noche.Y yo una chica normal y corriente, sería la causante de esta locura, de esta historia que aunque lo más seguro no os vaya a parecer cierta lo és porque en este mundo nada es imposible.