Dignified #2

Capitulo 8: "My Fail"

My Fail

Me gire para ver a Dash con las manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones, me miraba con el ceño fruncido y luego miraba sobre mi hombro. Baje la mirada y suspire, intentando alejar la tensión que rodeaba mi cuerpo en ese momento.

—Sí, está bien, Dash. —Murmuré mirándole.

— ¿Segura? —comienza a acercarse. —Escuche algunos de tus gritos, ¿Quieres que...?

—No, no, descuida. —levanto mis pestañas para verlo a los ojos ahora que está a un paso de mí. —Es alguien a quien no veía desde hace mucho, solo hablábamos.

—Bien, vamos...podemos conseguir otro lugar si quieres. —me ofrece con una media sonrisa, pero en mi cabeza ya la estoy rechazando hay algo que debo arreglar y terminar, y ese algo es con la persona que no ha dicho nada desde que ha aparecido Dash.

— ¿Puedes darme unos minutos, por favor? —su respuesta tarda-insignificante- en llegar, cuando asiente cerrando un segundos los ojos, mostrando una media sonrisa al abrirlos. Mire sobre mis hombros al momento en que él lo hace, cuando vuelve la mirada a mí al mismo tiempo en que yo también lo hago, besa mi frente. —Gracias.

— Te esperare dentro. — dando dos pasos hacia atrás. — Solo di mi nombre y estaré aquí.

Asiento antes de que él se dé la vuelta y regrese dentro de subway. Cuando me giro, me sorprende lo rápido que Harry saco un cigarro y lo prendió, cuando inhala y luego exhala perdido, mirando un punto del otro lado de la calle, su perfil es el mismo. El mismo perfil que tantas veces remarque con mis dedos en noches en las que no podía dormir o en los sueños anhelantes que tuve desde que él...ya no estuvo más ahí. Dios, ¿él podría haberse puesto más guapo con la distancia?, no sé qué decía...solo sabía que mi estómago se apretaba de las mismas maneras en las que lo hacía tiempo atrás, mis manos sudaban. Estaba nerviosa, nerviosa porque sabía cuál iba a ser mi próximo paso, tenía que salir de aquí ilesa pero eso no iba a suceder ni en diferentes dimensiones con el mismo momento que yo estoy atravesando ahora, mamá tenía razón. Ella es feliz ahora porque al comienzo llego a culpar a papá pero el amor que se tenían había acabado cuando en algún momento algo se enfrió, ahí estaba la diferencia, con Harry en mi relación con él todos los momentos eran cálidos o calientes, jamás fríos, él solo me mintió. Pero mamá perdono a papá ahora ella...ella puede ser ella misma.

Pero aun dolía, lo que iba a decir. Porque en el fondo era tan masoquista que preferiría tener aun rencor y dolor por una mentira que admitir y que el rencor y la mentira se vayan con su recuerdo...con él. No quería que se vaya, pero si seguía así iba a terminar dañándome a mí misma.

—No tienes que cumplir la apuesta.

— No la iba a cumplir de todos modos.

— Te perdono. — susurre en el silencio de la calle, todo su cuerpo se congelo. El cigarro quedando a medio camino de su boca. Cuando voltea es como si el humo del cigarro quedo atascado en su cuerpo y no sabe cómo sacarlo, comienza a toser...es demasiado, tira el cigarro y pone una mano en su pecho tratando de aliviarse, mis pies están listo para acercarme pero solo consigo dar un paso...si me acercaba más, no lo iba a poder hacer. —Te perdono, Harry.

— ¿Esto está pasando malditamente ahora? — comienza a acercarse, pero se detiene abruptamente. Se pasa las manos por el cabello y luego varias veces por el rostro. — ¡Maldita sea!, ¿Estás hablando en serio?

La esperanza es notable en su voz, rostro y en sus ojos...está rogando que sea verdad.

— Lo hago.

— Lo sé, Lo sé. — canta con demasiada rapidez, un rastro de una sonrisa fantasma hay en su rostro. —Dios, te amo demasiado que... ¡demonios!, tantas veces soñé con esto que siento que no es real, que no está sucediendo. Todos terminan igual...siempre.

— ¿De qué hablas?

— Los sueños. Tú aquí conmigo, perdonándome...me sonríes, me abrazas. — se lambe sus labios. — Pero luego te alejas, no va a suceder eso ¿Verdad?

— Harry...

— ¿Porque lo haces? — se aclara la garganta y corta la distancia que queda entre nosotros. — ¿Porque me perdonas...y en tus ojos hay dolor?

— Harry, por favor. — musito, la cercanía me debilita. El calor de su cuerpo comienza a envolver al mío. — Nada ha cambiado o cambiara, necesito dejar esto atrás.

ÉL silencio que hace es perturbador después de mis palabras, mira detenidamente mi rostro...no hace ningún movimiento o dice algo, hasta más tarde.

— Intentas olvidarme. — sus palabras salen como el más vil de los insultos, pero sé que solo fueron palabras que escaparon de sus labios cuando la realidad lo golpeo.

No.

— Sí.

— ¿Porque? — musita tan débil que presiento que sus cuerdas vocales están rotas. — Bebé, no lo hagas. Por favor, no lo hagas, no me dejes...

— Harry, lo siento. — tomo su rostro en mis manos, cuando no me mira. — Lo siento tanto, pero no puedo seguir con esto. No puedo, tengo que seguir y...

— ¿Me amas? — pregunta, poniendo sus manos sobre las mías. — Demonios, solo responde...no me alejes cuando aún no me has dado una segunda oportunidad. Ya es demasiado sentirme como la mierda todos los días, no puedo hacer toda esta mierda si no me dejas mostrarte lo arrepentido que estoy. Me estoy volviendo loco.

— No puedo, Harry. — saco a regañadientes mis manos de él. — No puedo.

Me alejo dando varios pasos hacías atrás, no puedo despedirme así que solo me giro y camino hasta donde se encuentra Dash, todas las ganas de comer o conversar con Dash ya no estaban. Sé que iba a entrar al local y disculparme con Dash por posponer hasta...no sé, la cena.

— ¿Me amas? — dice, sé que estoy a varios metros de él, pero lo escucho como si solo estuviera tan cerca. — ¿Me sigues amando?

— ¿Cual sería la diferencia si respondo?.. —me giro hacia él.

— Que hay algo en lo que no me estarás mintiendo.

Mi mundo deja de girar, miro hacia el otro lado de la calle y tal vez haya encontrado lo que él miraba perdido cuando fumaba minutos atrás, es solo la nada...pero es atrayente.

No, la mentira.

Sí, la verdad.

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