Chapter 2.

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"Así que magia, eh." Se burló Tony aun con las manos esposadas, mientras repiqueteaba con sus dedos en la mesa, aburrido de esta situación.

"Síp." Dijo Sophie mirándose las uñas con los pies apoyados en la mesa. En la puerta se escucharon golpes y gritos. "Tus amigos son muy ruidosos." Comentó ella con indiferencia, sin embargo Tony soltó una gran carcajada, como si intentara burlarse de ella.

"Me parece algo obvio dado que me has esposado a la mesa y encerrado en una sala de interrogatorios." Dijo con cierto tono sarcástico típico en, prácticamente, todas las frases que Tony pronunciaba.

Sophie se encogió de hombros. "Tú hiciste lo mismo."

"Pero yo no maté trentaisiete personas a sangre fría." Dijo con algo de dureza en sus palabras, a pesar del tono burlesco que abundaba.

Sophie alzó una ceja mirando a Tony apoyando sus manos debajo de su cabeza. "Touché." Sonrió. "Pero tened bien en mente lo que os voy a decir." Parecía que un aura oscura la rodeaba creando un ambiente siniestro a su alrededor. Los golpes cada vez eran más insistentes. Comenzó a hablar, mientras caminaba lentamente acercándose a la puerta que cedería dentro de poco. "No me voy a detener, no me vais a convencer y si realmente queréis que me detenga, tendréis que matarme antes." Acabó con una sonrisa. La puerta cedió por fin, cayendo encima de Sophie que se deshizo en un humo negro brillante.

Todos quedaron impresionados mirando la puerta que yacía inerte en el suelo, pero fueron interrumpidos por el grito impaciente de Tony.

"¿¡A que estáis esperando!? ¡Soltadme de una vez!" Rápida y torpemente le quitaron las esposas.

Nada más quedar libre, corrió hacia la puerta y la levantó, observando que todo el polvo negro había desaparecido por completo, dejando en su lugar una nota.

《Nos veremos pronto, no hace falta que me busquéis.

PD: Dile a tus amigos que dejen los esteroides y que le den un poco más a los libros, realmente son unos brutos sin cerebro.
Besos, Sophie. ♥》

Tony mostró una pequeña sonrisa. ¿Cómo podía ser tan parecida a él una asesina?

Tony pensó un momento en ella, y se dio cuenta de que tenía todas las razones del mundo de querer matar a Hydra. ¿Por qué no darle una oportunidad?

Pietro y Wanda quisieron matarlos a ellos y aún así les dieron una oportunidad, así que...

¿Por que no le damos una oportunidad a la asesina?

Después de todo es una niña que busca venganza, y en Shield sabían como doblegar a ese tipo de personas.

(***)

Recogía con rapidez la poca ropa que se podía encontrar en mi viejo armario de caoba. Habían varias marcas y magulladuras que mostraban a simple vista lo antiguo que era.

Después de terminar de guardar todas mis pertenencias, salí corriendo del pequeño apartamento en el que había vivido desde que llegué, con una mochila colgando en uno de mis hombros.

Se podía apreciar como la pintura de la fachada del edificio necesitaba una capa de pintura urgente, y no solo por la gran cantidad de grafitis que la adornaban, sino también por la antigüedad de la construcción. La pintura azul que la cubría se caía a pedazos, dando un toque desolado a la triste y poco frecuentada calle en la que se encontraba el bloque de pisos.

Corría más rápido de lo que creía poder, intentando llegar a mi moto sin necesidad de dar explicaciones a lo pocos vecinos que me habían visto salir tan desesperadamente de mi hogar.

No quería que Shield me encontrara, yo no quería saber nada más de ellos. Lo único que ansiaba en esos momentos, era cobrar mi venganza contra Hydra y olvidar todo lo que fui. Volver a ser yo, la ilusionista que siempre he querido ser, no la asesina sin sentimientos. Por que, la gente, no parecía entender que yo sigo siendo humana, sigo siendo esa persona que se emociona con las sonrisas sinceras, que no soporta el miedo en si misma, que vive y siente. Y la gente ignora el hecho de que puedo llorar, reir, sentir miedo, dolor.

Hydra era lo suficiente capaz, para dar por hecho que iba a intentar acabar con ellos; pero, también son lo suficiente imbéciles para creer que pudieron confiar en mí en su momento. Yo nunca les conté toda la verdad sobre mí, lo cual me da una clara ventaja.

El aire chocaba en mi rostro con fiereza, empujando mi cabello violentamente hacia atrás y moviendolo frenéticamente, ya que no llevaba casco.

Ya estaba acercándome al aeropuerto, cuando noté un extraño coche negro con los cristales tintados siguiéndome. Lo había visto al salir de la plaza que había cerca de mi casa, pero no pensé que fuera importante. Pero, probablemente fuera un coche de Shield que me seguía.

Cerré los ojos durante un segundo, concentrándome en una de las ruedas del coche, que inmediatamente comenzó a deshincharse. Del coche salieron rápidamente varios agentes intentando dispararme, pero con una facilidad con la que antes ni siquiera habría soñado, hacía desaparecer las balas antes de que me tocaran.

Yo de verdad no quería saber nada de Shield, porque no tengo nada con ellos y mi único objetivo era mi venganza. Y me estaban poniendo muy difícil las dos cosas; porque, todos sabemos que Shield no es del todo bueno, y si quisiera podría revelar todos sus secretos, absolutamente todos.

Pero, aunque Shield venga en mi contra y Hydra escape de mí, conseguiré mi venganza. Nada ni nadie me detendrá.

-=+=-

"Las trentaisiete víctimas, todos agentes de Hydra, fueron matados a sangre fría con una brutalidad poco propia de alguien sin ningún tipo de problema mental." Habló con algo de nerviosismo el doctor que estaba realizando las autopsias. "El sujeto número uno, John Parkinson, veintiocho años; perdió varios dedos de las manos, una oreja y sus parpados al igual que sus ojos fueron quemados. Lo más extraño es que fueron quemados desde el interior. La causa de la muerte, veintidós puñaladas en el cráneo, su cerebro quedó totalmente destrozado." Hizo una pausa, esperando que alguien dijera algo, pero al no escuchar palabra, siguió hablando. "El sujeto número 2, Alec Halls, trentaisiete años; quemaduras y hematomas por todo el cuerpo, puñaladas en brazos y piernas. Causa de la muerte, un tiro en la cabeza." Volvió a repetir la misma acción de antes y continuó. "Sujeto número tres, sin lugar a dudas el peor de todos. No he podido reconocer al sujeto, pero debe tener unos trentaicinco años." Quitó la manta que lo cubría, como a los otros y esperó alguna reacción. Varios gritos ahogados se escucharon. "Quemaduras y hematomas en el rostro, cortes y puñaladas por blazos y piernas, los ojos fueron arrancados y he podido identificar los dedos del sujeto número uno en las cuencas vacías del sujeto número tres. Causa de la muerte, desangrado. La asesina, disparó varias veces el cadáver del sujeto número tres, después de muerto."

Illusionist ||Bucky Barnes||  [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora