2.No diré nada

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-¿No te enseñaron que es de mala educación espiar?-dijo entre dientes, pero con una pequeña sonrisa en los labios, aun así su voz ronca y profunda me seguía dando miedo.

-Yo....no-.comencé a tartamudear. ¿Cómo me vio? ¿Cómo me alcanzó?

-¿Qué escuchaste?-me pregunto sin que la furia se fuera de sus ojos.

-Na.......nada.-tartamudee asustada.

-No mientas.-dijo haciendo presión en mi pecho con su antebrazo-¿Qué escuchaste?

-Solo.... Escuché que alguien decía que te iba a pagar –dije.-pero no diré nada, lo juro.-dije asustada.

-Oh por supuesto que no lo harás.- dijo riendo. Metió la mano que tenía apoyada en el árbol a su bolsillo, y sacó su teléfono.-Tu nombre.- dijo tecleando, aun sin apartar su brazo de mi pecho.

-Mega.

-¡No mientas!-repitió viéndome, con esa furia en sus ojos.

-Kylie Jenner.

-Dame tu número celular. Y ni se te ocurra mentir, qué acabas con mi paciencia.

-50588966-.dije si ese era mi teléfono. Tecleo el número y llamo. De inmediato comenzó a vibrar mi pierna.

-Ni una sola palabra,Kylie.-dijo serio- Tu no viste nada, ¿oíste niña?

-Si.-dije mientras asentía con la cabeza.

-Te estaré vigilando, bonita.-dijo quitando su brazo de mi pecho, tome aire de manera exagerada y el comenzó a alejarse, aún mirándome.

Cuando estuvo lo bastante lejos, o por lo menos yo ya no lo veía, comencé a correr de nuevo. Corrí lo más rápido que nunca antes lo había hecho. Por fin salí del bosque, y seguí corriendo por las calles que separaban de mi casa de aquel lugar, llegué en casa y cerré la puerta azotándola con fuerza.

-¿Estas bien?-pregunto mi madre saliendo de la cocina.

-Sí. Solo que estoy cansada.

-Bueno hija, ve y date un baño, después vete a dormir, mañana tienes escuela.

Llegue a mi habitación, y llene la tina con agua caliente, quería relajarme y olvidarme de lo que me acaba de suceder. Me deslice de toda mi ropa, puse algo de música, y me metí lentamente en este.

Cerré los ojos, e intente relajarme. Estaba lo más tranquila posible, intentando sacar de mi mente las imágenes traumáticas de la que acababa de ser testigo, cuando mi teléfono sonó.

"Ni una palabra a nadie. Tu madre es buena gente ¿cierto?"

Al leer ese mensaje, casi dejo caer mi teléfono al agua.

La volví a leer varias veces atónita.
Salí de la tina de inmediato.
Mire por la ventana, y lo único que pude ver fue mi jardín y a lo lejos el bosque.

Me puse mi ropa de inmediato y me recosté en la cama, mas no dormí.

Tenía miedo.

Después de ese mensaje pasaron 5 días. No había recibido otro mensaje ni una llamada seguía saliendo a correr, pero ya no iba a el bosque, tenía miedo de volver a verlo ahí. En esa semana sentía que alguien me observaba. Fuera a donde fuera, me sentía insegura. Saliendo de la escuela, yendo con, mi madre o amigos al centro comercial, siempre me sentía espiada u observada. Miraba a todos lados preguntaba "¿No sienten que nos persiguen?" y me decían que me estaba volviendo loca. Me sentía vigilada en todas partes. Incluso en mi habitación.

I'm dangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora