Los chicos buenos van a la friendzone |#1|

nota cinco

―¿Vas a venir hoy o dentro de dos años? ―Te pregunté, te habías retrasado casi una hora a la salida que habíamos programado hacia una semana.

―Oh, Dios, lo olvidé por completo, Kit ―sonabas realmente apenada. Y te creí.

―Vale, puedes venir ahora, te espero. Dicen que los primeros treinta minutos son aburridos, en cualquier caso...

―Ah, no lo creo ―sururraste, como si fuera un secreto―. No estoy en casa yo... Tuve que
juntarme con Demian para hacer un trabajo de matemáticas.

Había identificado la culpa en tu voz, pero no encontré ningún signo de disconformidad cuando pronunciaste su nombre.

Demian.

Corté la llamada sin decir adiós.