XII

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— Vine por ti — Escuché un grito en el pasillo de la habitación y me aferré más a mi almohada comoda— Mare, vamos... Ya ha salido el sol

— Está dormida —Escuché el murmullo entre Lenna y Carol

— Oh, ¿ha tardado una semana? — Carol rió— Vaya eso es mucho

— Mare, tía Le ha venido a visitarte

— Lo ha hecho toda la semana — Resoplé—  Ahora déjenme dormir

— Mare — Tía Lenna entró a la habitación y se sentó en el extremo de la cama, moviendo mis pies—  Vamos, levántate, sé que acabaste todos los libros. K me lo dijo.

— Es muy informativa la chica, debería pensar ser algo como periodista —El sarcasmo era mi mejor amigo y el escudo anti-personas.

— Ven, vamos por un poco de sol, playa, agua... Mar... estamos en Miami, Mare, tienes dieciséis años... No vas a hacer esto el resto de tus vacaciones, ademas si alguien se atreve a insinuar algo, yo me encargaré de que las cosas queden bien claras

No me reí porque no era una broma, sabía de lo mucho que tía Lenna era capaz, algunas veces K tenía razón, era más protectora conmigo.

  — Está bien — Acepté, realmente estaba aburrida... El echo de que tía Lenna se mantuviera a mi lado, me hacia sentir algo mas segura y con mas confianza.

Luego de poner las cosas de playa en una maleta nos dirigimos  salir de mi cuarto. Estabamos en el pasillo y nos encontramos con Carol escribiendo algo en su celular.

  — ¿Dónde van?

— Iremos a la playa — Respondió Lenna demasiado efusiva, para ella debió ser un logro que saliera de mi habiatcion 

—No la playa no, ve a la piscina te alcanzo en un rato —Asentí, solo quería algo de agua.

—¿Qué dijo Malcom porque no le llamaste el otro día?

—Oh estuvo molesto, pero luego se le pasó todo. Era como un mano a mano

—Pensé que vendrías ayer —Había estado toda la semana merodeando el hotel, excepto ayer, buscamos el ascensor que estuviera más cerca para llegar a nuestro piso y oprimimos su botón, ambas al tiempo riendo.

—Oh no pude, debía entregar un par de diseños

—¡Tenías condones! —Acusé, recordando el momento vergonzoso. Justo  las puertas del ascensor se abrían

—Uh eso debió ser gracioso, ver al señor Ferrant viendo condones en la habitación de su hija —Miramos el ascensor y Bill estaba allí solo

—Buenos días —Saludé, él hacía su trabajo y por eso no podía culparle

—Buenos días señorita

—¿Este amable?, bueno creo que eso de ser acusado sale como bien —Rio Lenna, presionando el botón de la piscina en el bloque B, la cual era el ultimo piso

—Por fortuna papá no los vio o eso creo.

    — Tu madre, me ha contado que habías pensado ir de compras ese día —Hice una mueca, lo había olvidado — Sabíamos que no era buen momento para salir, así que lo hemos dejado para esta tarde, iremos las tres   

—¿Enserio? Tu irás con mamá me darán el dinero y haremos grupos de a dos, me pido estar sola.

—No es como si pudiéramos controlar las cosas que compras

—Conozco a mamá y papá me habla mucho de ti y lo que hacías con Carol cuando era pequeña —Sonrió tierna e inocente, las puertas se abrieron de nuevo y salimos, la piscina estaba solitaria, cinco personas eran muchas.

Me quité el pareo que tenía como falda y lo doble sobre el bolso de playa, saqué el bloqueador y esparcí por mis piernas.

—Esto será emocionante si no fueras una adolescente pareciendo una chica mayor de dieciocho años

—No quiero parecer eso, solo quiero tomar el sol y sentir que estoy en Miami.

—Hola —Shawn nervioso se acercó a nosotras y se acomodó en la silla justo al lado de Lenna

—Hombre diría que la rompes, pero luego recuerdo que eres guapo, sabes sonreir, mirar, tocar guitarra, cantar y lo olvido —Shawn comprime una risa estudiando primero mi estado de ánimo.

—Hola —Saludé esparciendo más del bloqueador sobre mi

—Creía que ese era el trabajo de los chicos en la playa y en las piscinas —Miré a Lenna sin saber a qué se refería— Poner el bloqueador.

Tapé el bloqueador negándome a seguir su idea.

—¿Cómo amaneciste hoy?

—Pues supongo que si hubiera amanecido mal, por no lo sé, la mierda que el hiciste vivir no estaría tomando el sol —Bueno si el Karma tenía nombre era Lenna.

—Bien, gracias por preguntar —Respondí por fin, le di una mala mirada a Lenna, que disfruta hacer sentir culpable al castaño— Lo siento, por lo de toda esta semana.

—No, no, no. Como se te ocurre disculparte, yo estoy avergonzado, no se te ocurra disculparte estabas en tu derecho

—Bueno, pues entonces gracias por tu disculpa

—¿No entrarás a la piscina? —Preguntó Lenna jugueteando con su móvil.

—Sí, espera un momento —Shawn seguía allí sin irse— No te sientas comprometido, esto ya está arreglado estoy intentando manejarlo.

—Siento no es suficiente

—Tu vida ya es complicada, lo entendí y pues creo que en cierta forma tenías derecho a dudar—Asintió dando un silencio incomodo y ese era mi llamado para ir al agua— Si me disculpan alguien necesita un chapuzón.

Con cuidado puse los pies en el agua y luego poco a poco metí todo el cuerpo. Estaba fría muy fría y poco a poco tomaba la temperatura correcta. Me senté en el borde de un escalón disfrutando lo refrescante que podía ser.

—Es gracioso —murmuré cuando vi que se acercaba nadando hasta mi— El remordimiento es más grande que la gratitud, Shawn.

—¿Te molesta?

—¿Qué me sigas?

—No, que quiera hacerte compañía.

—No me digas, si no te sintieras de alguna forma culpable. ¿Harías lo mismo? —Pareció pensar hundió su cabeza en el agua y luego sonrió

—Si me agrada la compañía no creo que tenga que sentirme culpable, digamos es un punto a tu favor, para que te "Siga"

—Bueno no me molesta, pero no me gusta sentir que lo haces porque te sientes mal o te compadeces de que aún siga molesta, triste, abrumada o afectada.

—¿No lo estás?

—No

—Entonces no lo hago, si no lo estás ¿cómo podría hacerlo?

—Punto para Shawn

—No soy un chico de perder —Acomodó sus brazos a cada lado de mis piernas y me parecía comenzaba a tomar mucha confianza— ¿Irás a la velada de esta noche?

—No puedo, iré con mamá y mi tía de compras

—Será un poco más tarde, al menos mi presentación. Hemos adicionado un ultimo show

—No sé, no estoy interesada en ir a alguna cosa de esas —Hizo una mueca y supe que no debí haber hablado, pero una vez lo hacía no había opción que continuar— Al igual que para ti es muy difícil confiar, lo es para mi. En la forma diferente que lo haces porque tienes amistades falsas, a que yo me enseñé a vivir en soledad.

—Pero no te hace mal empezar a ver cosas nuevas —Un impulso de peinar su cabello provocó que me sonrojara e igual lo hice

—Lo hice, mira como resultó. No me gusta esto de conocer personas, quizás no mucho —Le peine un poco hacia atrás y luego puse mis manos inquietas en el borde de los escalones

—No sabes como lo siento

S.M |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora