No me olvides// Jack Johnson y tú

Capitulo 33

>Narra _____<

No se que hacer, aún voy dentro de la camioneta y con rumbo desconocido por mi. Lia. Nunca creí que Lia pudiera hacerme esto, era terrible, si quería dinero solo me lo hubiera pedido y no secuestrarme. A mi mamá le dará un paro cuando sepa de mi situación.

— Calladita te ves más bonita, mi cielo– dijo el hombre que iba a un lado de mi, supongo.

No se cuanto tiempo pasó hasta que sentí que la camioneta paró y abrieron las puertas.

— Abajo mi cielo– seguido de eso sentí como me cargaban y me sacaban. No podía ver nada pero podía escuchar el sonido de llaves, algunos murmuros provenientes de los hombres y Lia...

Toqué el piso cuando el hombre me bajó de su hombro y despues escuché una puerta cerrarse, abrirse y luego volver a cerrarse.

— ______– era la voz de Lia– Quieren que te cambies sino nos harán daño. Me dieron el vestido y todo lo que quieren que uses. Yo te ayudaré a cambiarte.

Me quitó la cinta de la boca y no tardé mucho en expresarle mi amor en palabras.

— Eres una zorra. Nunca creí que pudieras hacerme esto. Pudiste haber conseguido dinero de mi propia mano y ahorrarte esto. ¡Imaginate como estarán mis padres cuando se enteren!

— ______, yo... Lo entenderás después

Me desató las manos y escuché como se abría y cerraba la puerta.

— ¡MALDITOS SEAN!
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— Vamos _____, saca la mano– Lia me estaba ayudando a desvestirme ya que los hombres que me secuestraron querían que me pusiera un vestido que ni podía ver. Había intentado quitarme la venda pero Lia siempre me agarraba la mano para que no me la quitara.

— Ahora sube el pie y hazlo para adelante para que metas los pies al vestido– hice lo que me pidió y sólo esperaba no caerme. No se ni porque les hacía caso.— Haz lo mismo con el otro pie.

Sentí como me empezó a subir el vestido. Raspaba un poco y se hacía pesado cada vez que me lo acomodaba bien. Me subió el cierre y senti como me amarraba las tiras del vestido en la parte de atrás. Si que apretaba duro.

— Ya que me asfixias

— Lo siento– dijo aflojando un poco el apriete. Me tomo de la mano y me la puso en el respaldo de una silla, o eso creía yo– Siéntate para que te ponga las zapatillas.

Me senté y me empezó a meter las zapatillas.

— Estas muy linda

— ¿Y eso de que me sirve? Si me van a dejar salir quiero ser la más linda de todas, sino que te den.

— Te pintaré otra vez los labios porque se te cayó con la cinta– dijo ignorando mi comentario y pintando mis labios.

— Ahora si estas lista. En unos minutos vuelvo por ti.

Dios, me iba a volver loca de tanto escuchar como abrían y cerraban la puerta.
~~~

— Camina con cuidado, un paso por paso o te vas a caer.

— Si me quitaras la venda de los ojos podría caminar bien.

— No. Sigue caminando.

Se sentía horrible, sentía que me iba a caer en un momento u otro. ¿A donde diablos me llevaba? ¿Porque me hizo ponerme un vestido? ¿Y si me estaba llevando a un burdel? EN LA MADRE ESTA ME VA A VENDER A UNO DE ESOS CERDOS DEPRAVADOS

— ¡Suéltame!– empecé a moverme para que me soltara.

— Shhh, cállate que ya vamos a llegar.