Narra Samantha:
Abro los ojos perezosamente debido al sonido de mi alarma y al molesto brillo de la luz del sol y con trabajo me levanto de mi cama. Calzo mis pantuflas y me dirijo al baño. Veo mi reflejo en el espejo, tengo unas ojeras enormes y mi cabello está totalmente alborotado.
Hoy es de esos días en los que quisiera quedarme en mi cama y no levantarme jamás, pero desgraciadamente hoy tengo una prueba importante que presentar en la universidad. Es " verano " aquí en Londres, pero de cualquier forma se puede sentir el clima algo fresco.
Me doy una ducha, cepillo mis dientes y me peino el cabello de lado. Tengo demasiada pereza para peinarme con un chongo.
Decido que conjunto de ropa ponerme y me decido por esto; una blusa de flores holgada, un short de mezclilla, unos flats color rosa pastel, un bolso de hombro color café claro y mi collar favorito que tiene un dije en forma de un libro con un corazón en la pasta.
Me dirijo hacia la cocina y me preparo un tazón de cereal y un poco de fruta. Me quedan cuarenta minutos para llegar a la universidad. Me arreglo por última vez mi cabello y salgo de mi departamento.
Reviso mi celular y me encuentro con dos mensajes de Matthew: " voy por ti en viente ", ese mensaje me lo envió hace quince minutos, y el segundo dice: " te quiero", casi después del primero.
Matthew en verdad es la persona más amable y gentil que probablemente he conocido, a veces pienso que tengo demasiado suerte en tenerlo a mi lado.
Parece que tardo mucho pensando, porque cuando volteo el Corolla gris oscuro aparece frente a la entrada del edifico. Matthew sale de él y se dirige hacia donde estoy. Siempre con esa sonrisa encantadora.
- Hola bebé - dice él con una sonrisa.
- Hola amor - digo intentando disimular una sonrisa, aunque estoy segura que en vez de eso consigo mostrar una mueca torcida.
- ¿Qué pasa, estás bien? - dice con tono preocupado.
- Si no es nada, es solo que tengo mucha pereza ahora mismo - digo tratando de calmar su preocupación.
- ¿Segura? - dice con tono dulce.
- Si en serio, no tienes porque preocuparte - digo con una sonrisa, que parece tranquilizarlo.
- Bueno, ¿vamos? - dice ofreciéndome la mano.
- Vamos - digo devolviéndole la mano y avanzamos hacia el coche, Matthew abre mi puerta y la cierra. Como todo un caballero.
El trayecto hacia la universidad es un poco largo, pero no demasiado, tardamos quince minutos en llegar. Cuando llegamos a la entrada del edificio principal, Matthew se despide, ya que él área de la licenciatura de arquitectura está completamente del otro lado de la de medicina. Me da un abrazo y un corto beso en los labios y lo veo alejarse.
Camino hacia el edificio donde se encuentra él área de la licenciatura de medicina, pero antes de que me de cuenta siquiera, siento unos brazos ligeros rodearme el cuello. Heather.
- ¡Hola Sam! - dice con su voz chillona, aún abrazándome.
- Hola Heather - digo tratando de escapar de su abrazo firme - ¿sabes?, se me haría más fácil hablar si me dejaras por un instante - digo empujándola un poco.
- Esta bien - dice dando un largo suspiro para después soltarme - ¿alguien amaneció de mal humor? - dice otra vez con ese tono burlón y chillón.
- Pues un poco, no te voy a mentir - digo haciendo una mueca.
- No te preocupes, siempre son así los días lunes - dice lanzando una risita baja.
Debo admitir que Heather es una persona muy positiva y extrovertida, siempre le ve el lado bueno a todo, a veces quisiera pensar como ella, pero lo he intentando y es bastante difícil.
- Pero dime, ¿cómo vas con James? - digo tratando de sacar otro tema.
- Increíble, se ha estado comportando super bien conmigo, y no me digas loca pero... creo que me quiere pedir matrimonio - dice esto último con un susurro, pero a la vez muy emocionada.
- ¿En serio a esta edad?, ¿no crees que deberías esperar un poco más? - digo con tono sorprendido y algo preocupado.
- ¿Qué?, no, claro que no, llevamos saliendo casi 4 años y ya tengo 23 años, ya puedo hacer lo crea conveniente - dice ella algo indignada.
- Pues si tu lo dices... - digo, pero en el momento en el que su boca se abre para decir algo más, suena la alarma de mi celular que me indica que mi primera clase empezará pronto.
- No me cansaré de repetirte que me molesta mucho tu alarma esa - dice con tono irritante.
- Y yo no me cansaré de repetirte que no la voy a quitar - digo tratando de hacerla enojar.
Suelta un bufido y se despide.
Heather siempre ha sido una muy buena amiga, de hecho la conozco desde que íbamos en kínder y desde ahí, recuerdo que siempre ha estado conmigo. A veces nos llevamos como perros y gatos, pero realmente la quiero y admiro demasiado.
-
Ye he asistido a mi prueba y a mis otras clases, ahora solo falta esperar a Matthew en la entrada del edifico principal de la universidad. En cuento veo que tarda un poco, decido sacar de mi bolso mi celular y mandarle un mensaje a Matt, para saber si se tardará un poco más en llegar, pero apenas saco mi celular, diviso a lo lejos a Matt corriendo un poco hacia donde estoy.
- Perdón bebe, es que se me olvido recoger unos papeles - dice algo apresurado y con las mejillas sonrojadas. Es tan adorable.
- Esta bien amor, vamos - digo con una sonrisa sincera y le doy un profundo beso en los labios.
Nos encaminamos hacia el Corolla, y como siempre Matthew abre la puerta por mi.
El trayecto de regreso a mi departamento es tranquilo y rápido. Cuando llegamos a la entrada del edifico, Matt estaciona el auto, baja y cruza a paso apresurado por la parte delantera para abrirme la puerta. Abre la puerta y me agarra de la mano para salir del auto.
Nos dirigimos a la entrada de mi departamento, intentó sacar la llave pero Matt dice:
- Sam, ¿mañana podrías salir conmigo? - dice con timidez.
- Claro, pero ¿dónde? - contesto.
- No preguntes, será una sorpresa - dice sonriente.
- Esta bien, ¿pasas por mi? - pregunto.
- Si, a las seis y media, ¿te parece? - dice.
- Por supuesto, te veo mañana - digo despidiéndome de él con un beso lento en los labios.
Cruzo la puerta de mi departamento una vez que veo que Matt se va en su auto. Me adentro y prendo la luz del living, me dirijo a mi cuarto y me pongo mi pijama junto con unas pantuflas. Voy hacia mi "oficina" y termino de hacer mi síntesis de un libro de química.
Ceno un plato de frutas, me cepillo mis dientes, me dirijo a mi cuarto y me meto en mi cama por debajo de la colcha y me quedo profundamente dormida.
Realmente no sé qué esperar de Matt, él siempre están detallista y atento conmigo, se podría esperar cualquier cosa.
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El Chico Stripper
Teen FictionSamantha es una chica de 23 años que tiene una vida tranquila, sin problema alguno. Pero todo se vuelve en un caos cuando conoce a Félix, un stripper insoportablemente sexy y arrogante, pero sin que Sam se pueda dar cuenta, se enamora. Pero hay un p...