Justin y Jessica se estaban besando.
Y por alguna extraña razón sonreí.
Si, lo amo más que a nadie, pero si el es feliz con ella, lo acepto, y ya me lo aclaró.
Tire la bolsa con la ropa y los zapatos, haciendo ruido.
Ambos me voltearon a ver y duraron reconociéndome y al hacerlo, completamente sorprendidos.
–Lo siento– sonreí sin mostrar dientes y me devolví hacia mi casa .
Lo siento.