Hay veces que la vida nos da golpes. Golpes duros.
Pero con ellos nos enseña la realidad.
El día en que Justin me humilló frente a todo el mundo y que lo vi besándose con Jessica, me di cuenta que ese fue mi karma.
Por todo lo malo que le he hecho a personas a lo largo de mi vida, lo estoy pagando.
En este momento estoy en mi tina, pensando sobre todo lo malo que he hecho y que si, lo merezco. Merezco todo lo que me está pasando.
Merezco estar sufriendo porque el hombre que amo no me corresponde y ama a otra, merezco estar sufriendo porque ya no tengo a nadie.
Aquí es donde me doy cuenta que la vida te lo pone fácil al principio, pero luego, te pone obstáculos, te pone retos y hay veces que no puedes contra ellos, que te derrotan, que te quiebran.
Nunca pensé que iba a sufrir por un hombre, siempre pensé que ellos iban a sufrir por mi, jamás conté con tener que sanar mi corazón.
Nunca quise saber lo que se siente tener el corazón roto.
"No dejes que nadie te humille, no dejes que nadie te haga sentir menos, nunca dejes que alguien te haga sufrir, se feliz e ignora las cosas malas de la vida".
Mi madre siempre me repetía esa frase.
Lo malo es que, lo malo de la vida, soy yo. E ignore lo bueno, lo que la vida tenía para mi, era algo bueno, pero yo lo eché a perder. Todo es culpa mía.
Después de todo, la "Barbie" no tuvo la historia feliz que pensó que, haciendo el mal, tendría.
