Mi amado enemigo

Capitulo 1

Nathaniel

Mi vida, a diferencia de la de los demás adolescentes, ha sido muy difícil. Vivo en una casa fría, carente de amor, en la cual he vivido la mayor parte del infierno. En el instituto, la persona que consideraba mi mejor amigo y a la cual amaba más que a nada en el mundo, me recuerda constantemente, día a día, cuanto me odia, y como si lo demás fuera poco, la directora me tiene como su perro, hago todo su maldito trabajo... A veces pienso en lastimarme, pero luego recapacito, ¿para qué hacer lo que mi padre ya hace? ... tal vez tan solo debería dejar de existir en este mundo... ¿acaso no sería la mejor opción?

--- Nath! ---

--- Escucho una voz a lo lejos, esa voz --- Cas-Castiel? ---

Lentamente abrí los ojos, y ahí estaba, era castiel, en cuyo rostro no podía definir si había preocupación o desesperación.

--- mierda Nath, al fin despiertas! --- creo que era un poco de ambas

--- ¿de qué estás hablando? --- creo que mi pregunta lo sorprendió, porque note cierto enfado en sus palabras

--- ¡¿cómo que de que estoy hablando?! Te desmayaste! --- Su voz... es como si estuviera a punto de llorar... pero eso es imposible, es decir es CASTIEL el macho alfa de la escuela ¿no?

Me sorprendí.

Castiel... estas... ¿estas llorando? --- sin darme cuenta mi mano se posa en sus mejillas

--- No seas estúpido! ¿En serio crees que me tomaría la molestia de llorar por ti? --- sin más posa su mano sobre la mía

--- tienes razón, después de todo eres castiel --- lo dije con un tono de burla el cual creo que el pelirrojo no noto o simplemente ignoro

--- Tú... ¿puedes ponerte de pie? --- Pregunta con un tono de preocupación en su voz.

Aún sigo sorprendido, es decir, CASTIEL, el mismo tipo que me hace la vida imposible en la escuela, se está preocupando.... ¿por mí? , ¿Por su archirecontraenemigo?

--- Sí... por cierto... ¿qué fue lo que paso? --- Me levanto con un poco de dificultad, después de todo aún estoy algo mareado

--- no lo sé, cuando iba camino a mi casa, te encontré tirado en medio de la calle y por más que te gritaba no despertabas.

Suspire.

--- ya veo... supongo que la fiebre pudo conmigo ---murmuro, cuando de repente tengo la sensación de que se me olvida algo --- ¡MIERDA!, ¡¿QUE HORA ES?! --- grite mientras sacudía al pelirrojo de los hombros

--- Hey tranquilo, son las seis --- lo dice mientras mira su celular

--- OH MIERDA!! Me tengo que ir, gracias y adiós --- apenas si mire la cara de sorpresa que tenía en su rostro, tenía que apresurarme, tenía que darme prisa.

Salí corriendo lo más rápido que pude, creo haber oído un "ten cuidado" de castiel, ¿habrá sido mi imaginación? Agh esto es raro ¡muy raro! ... mierda ya es demasiado tarde, mi padre me va a matar!

--- con mil demonios, me siento muy mareado, correr fue una pésima idea, muy bien nath además de estar golpeado y con fiebre estarás agotado --- digo con la voz entrecortada mientras posaba mi mano en el picaporte.

No tarde en llegar pero... no quiero saber lo que me espera del otro lado de la puerta...

--- mierda --- perdón por llegar a estas horas, padre --- digo despacio.

--- tardaste mucho.

Una voz tan fría que te congela con solo una palabra... estoy muerto.

Castiel

Aun no puedo quitarme de la cabeza al maldito delegado... Agh como demonios llore frente a el?! EL, de todas las personas! Estoy seguro que me lo recordara cada día de su maldita vida! maldición, en primer lugar ni siquiera sé por qué lo ayude! bueno supongo que cualquier persona con un poco de conciencia habría hecho lo mismo ¿o no? si eso es, cualquiera lo hubiera hecho, no fue nada especial, aun así...

--- AAAAAAAA MALDICION! que te jodan rubia! no es que me preocupe por ti oíste?! Solo hice lo que cualquiera habría hecho! --- grite sabiendo que nadie me escucharía

Pero.... Pensando en ello, ¿Porque estaba tan asustado? Además menciono tener fiebre, ¿que no acaso cualquiera que sea medianamente normal se quedaría en la casa para descansar?, ¿Es que acaso es tan importante para el quedar bien con los demás hasta el punto de ponerse en peligro? ESO ES RIDICULO!

--- es ridículo que me quiebre la cabeza pensando en ese bastardo!!

*Woof

--- oh mi adorada bola de pelos, ven aquí –-- lo acaricia --- ¿Aún no te he dado de comer no?, lo siento ahora mismo te alimento – Me dirijo a la cocina y le sirvo algo de comida y agua a Demonio.

Supongo que debería dejar de calentarme la cabeza...

Nathaniel

--- Espero que hayas entendido las consecuencias del desobedecerme --- da un fuerte portazo sin siquiera mirarme antes de irse

--- yo... lo entiendo.

No puedo ponerme de pie, me duele todo, necesito llamar a mi hermana, es la única que puede ayudarme en este infierno...

--- Am-Amber --- apenas me sale la voz, pero aun así creo que me escucho, pues inmediatamente escuche pasos que venían hacia mí, rogué por que fuera mi pequeña hermana y no la bestia que tengo como padre.

--- Dios mío, Nath! –- se acerca rápidamente, tan mal me encontraba?

--- Amber, silencio o padre te escuchara --- dije temiendo que el demonio la escuchara.

--- No te preocupes el acaba de salir...Tengo que curarte enseguida, ¿puedes ponerte de pie? ---pregunta entre lágrimas.

--- A-Apenas puedo ha-hablar –- realmente esta vez se pasó...

--- Mierda, te curare aquí mismo, deja ponerte una almohada ---se pone de pie secándose las lagrimas

--- He-hey niña, no.... No llores por este inútil que tienes de hermano... --- apenas termine de decir esto ella se volteo y entre lágrimas me abrazo antes de ir en busca del botiquín.

Entre sollozos Amber comenzó a curarme las heridas provocadas por la varilla, apenas termina comienza a hacer un intento de cama en el piso debido a que no puedo ponerme de pie, y claro ella no puede con mi peso como para llevarme hasta la cama.

--- ¿Madre está en casa?

--- No... como siempre ella salió con sus amigas --- dijo con una expresión de total amargura mientras terminaba la cama improvisada.

--- no se ni para que pregunto, ella nunca esta cuando se le necesita --- sonreí pensando en aquella mujer que se hacía llamar nuestra madre.

--- ¿Estas cómodo? –- preguntó la rubia.

--- Sí, no... no te preocupes --- respondí mientras me acomodaba.

--- Deberías descansar, sabes que mañana tendrás que ir a la escuela aun si no puedes siquiera levantarte --- lo dijo con una mueca de disgusto en su rostro.

--- Lo se... espero que los analgésicos ayuden en algo –- sonreí débilmente rogando que el día de mañana pudiera al menos ponerme de pie.

Luego de escuchar esto Amber se marchó a su habitación, apenas cierra la puerta siento mis ojos pesados...

--- Dios, si en realidad existes, por favor.... Termina con esta pesadilla, porque si no lo haces, tendré que hacerlo yo.