capítulo 10

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Castiel

Ni siquiera vi su rostro, no espere a que me respondiera, aun si dijera que no... yo lo sacaría de ese jodido lugar.

Sin pensarlo demasiado lo tome del brazo y lo arrastre hasta el ventanal.

--- ¿Qué demonios estás haciendo?

--- ¿acaso no es obvio? Nos vamos --- dije sin más.

--- Castiel por dios ¡no seas idiota! ¡No puedo irme así como así! --- comenzó a forcejear.

--- hey entiende que no te dejare aquí, no mientras ese viejo siga golpeándote --- le mire seriamente.

Di media vuelta y me acerque un poco más al ventanal, cuando vi que ese tipo entro a la casa saque a Nath hasta el balcón.

--- estas demente --- fue lo único que escuche.

Al principio no vi a nadie abajo, supongo que tuvieron que esconderse. Luego de unos segundos aparecieron los chicos.

Se sorprendieron cuando vieron a Nath en el balcón, no les culpo, despues de todo, esta no era lo que estaba planeado. No les dije nada, supuse que lo entenderían con tan solo vernos.

--- Nath vas a tener que bajar --- me miro muy asustado --- no te preocupes Lys y los raritos te ayudaran.

--- pe-pero...

Podía ver claramente lo asustado que estaba.

--- no te dejare caer... aunque sea esta vez confía en mí.

Note que nos estábamos tardando mucho así que sin esperar que me dijera algo más lo empuje hasta la orilla del balcón y le ayude a bajar. Lo admito por un momento me acojone... Nath podía caer o su viejo podría entrar en cualquier momento.

--- Nath tienes que soltar mi mano --- le dije un tanto preocupado --- ellos te atraparan.

--- Nath --- escuche un susurro --- rápido tienes que soltarte --- era el peliazul que hablaba desde abajo.

Lo pensó un par de segundos hasta que se soltó... cayó encima de Lys y de Armin, pero estaba bien... al fin estaría bien.

No pasaron ni dos minutos cuando yo también salte, fue más fácil bajar que subir.

--- demonios eso si me asusto --- dijo la azabache.

--- Castiel ¿en que estabas pensando? --- dijo Lysandro mientras se ponía de pie.

--- bueno es solo que...

--- Nath ¿estás bien? --- interrumpió el pelinegro.

La rubia estaba como un puto fantasma.

--- S-si --- trato de ponerse de pie pero no pudo.

Iba a decir algo más cuando la luz de su habitación se encendió.

--- mierda tenemos que irnos ya ---subí a Nath a mi espalda lo más rápido que pude.

Corrimos sin mirar atrás, no tenía idea si el viejo nos vio o no, tan solo corrimos quien sabe por cuánto tiempo.

--- ¡ya no puedo más! --- dijo el pitufo.

--- ¡imagínate como estoy yo! --- supongo que estos dos no tienen una buena condición física.

--- !dejen de quejarse! ¡no nos detendremos hasta llegar a mi casa! ¡¿Me oyeron?!

--- ¡y donde demonios esta tu casa! --- Su también estaba agotada.

--- ya estamos cerca --- incluso Lysandro estaba agitado.

Unos minutos después llegamos a mi casa, en serio estábamos agotados. Abrí la puerta y demonio me recibió algo nervioso, nunca había visto tanta gente reunida, así que supongo que era algo obvio que se pondría así.

Mi amado enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora