Capítulo 14

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Amber

--- ¡es mi culpa! --- grite --- ¡¿Cómo lo pude olvidar?!

Mis piernas flaquearon de un momento a otro y sin darme cuenta me encontraba de rodillas en el piso... llorando... culpándome...

--- no te culpes --- sentí como alguien posaba su mano en mi hombro --- a cualquiera le hubiera pasado --- era el albino que trataba de tranquilizarme.

Pasaron tan solo un par de segundos, cuando vi al pelirrojo ponerse de pie y dar media vuelta... fue en ese momento... ese momento en que vi su rostro... pude notar cuán importante era mi hermano para él.

Tan pronto como se puso de pie, Castiel pasó rápidamente por mi lado, dirigiéndose a las escaleras.

--- Castiel! ¡¿A dónde crees que vas?! --- pregunto alterada la azabache.

--- ¡¿A dónde crees?! --- paro en seco --- ¡iré por el rubio! ¡Lo traeré de vuelta así tenga que matar al imbécil de su padre!

--- ¡¿y donde piensas ir a buscarlo?! --- soltó de pronto el peliazul.

--- ¿no es obvio? --- el pelirrojo comenzó a caminar --- ¡iré a su casa!

--- ¡dios Castiel! ¡¿En serio crees que estará allí?!

Ni siquiera se tomó la molestia de responderle a Armin... tan solo salió disparado por las escaleras. Lo último que escuchamos de él, fue el portazo que dio cuando salió de la casa, fue en ese momento en que todos reaccionamos. Nos miramos unos a otros un poco confundidos, aun así no tardamos en seguirlo.

En un principio íbamos tan solo a unos pocos metros detrás del pelirrojo, pero ni siquiera note cuando la distancia entre él y nosotros era tanta que casi no podíamos divisarlo... hasta que desapareció por completo de nuestra visión.

--- ¿Qué demonios? ¡Este tipo se metió un cohete en el culo! --- grito jadeando el ojiazul.

Corrimos... corrimos tan deprisa como nuestros cuerpos nos lo permitían... hasta que por fin llegamos a mi casa... paramos en seco cuando escuchamos los gritos de Castiel.

Armin

--- ¡joder! ¡Abran la maldita puerta! --- el pelirrojo se encontraba golpeando con ira la puerta --- ¡maldito viejo! ¡Si no abres juro que te mato!

Todo era un caos... un verdadero caos... junto con los gritos de Castiel, se podían oír de fondo... detrás de aquella puerta, gritos mucho más desgarradores, gritos que asustarían a cualquiera.

Había una voz femenina que suplicaba por clemencia... suplicaba... tan solo suplicaba... otra voz mucho más ronca escupía tan solo veneno y una tercera que poco a poco se apagaba... ninguno de nosotros reaccionaba... ninguno hacia nada... incluso Amber estaba estática... como si estuviera en un trance... tan solo mirando la escena con total horror.

--- ¡demonios Lys! ¡Ayúdame! --- grito de pronto Castiel

Como salido de un trance, Lysandro salió en ayuda de su amigo, y juntos comenzaron a patear con fuerza la puerta... pero esta no cedía con nada.

--- Nath --- escuche que Amber susurro --- dios mío...!!NATHANIEL!! --- La rubia rápidamente se acercó al ventanal que estaba a un lado de la puerta, comenzó a gritar como si su vida dependiera de ello... golpeando y jalando la rejilla que cubría el vidrio--- ¡TE LO SUPLICO! ¡PADRE! ¡DÉJALE EN PAZ!

No podíamos ver lo que pasaba al otro lado de la puerta... pero no había que ser un genio para adivinar que el mismo infierno se estaba desatando con ira.

Mi amado enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora