7.

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Le mire unos segundos y después Sofía tiró de mi hasta la barra. Le mire una última vez y vi que me miraba sin expresión, aparté la mirada.

- Dos chupitos de tequila!- chillo Sofía, la mire indecisa.- Si Maya, nos lo merecemos! Hoy vas a divertirte y vas a emborracharte.

- Sofía tengo que volver a casa.

- No, mira tenemos a Scott, el no va a beber y nos lleva a su casa. No te preocupes.- mire el pequeño vasito con líquido amarillento cristalino. Y le cogí, el chico me entrego un limón y me le tome sin pensar, mordi el limón y maldeci a Sofía, ella río con el limón en la boca y negué con la cabeza.

- ¡vamos a bailar!- río.

- Vete tu, luego voy.- dije, ella ladeo la cabeza y se fue dando tumbos. Sonreí y mire mi copa terminada, antes de girarme a por otra alguien me toco el hombro. Me gire hacia el chico de la barra y me entrego una copa amarilla clarito.

- Es un bacardi limón, de parte de aquel chico.- me señalo a un Moreno de ojos oscuros y piel cobriza. Le sonríe y levanté la copa hacia el llevándomela a los labios.

Llevaba un par de copas, me refiero a 5 en concreto y estaba algo desorientada así que salí del mogollón y camine por el pasillo hasta un baño. Por el camino un chico me paro, era el Moreno.

- Hola cielo.- me susurro cogiendome de la cintura.

- Sueltame.- dije echándome hacia atrás.

- Oye no seas borde..- me puso un mechón del pelo detrás de la oreja.

- Enserio, déjame.

- Vamos..- dijo empujandome contra la pared, paseó su mano por mi cadera y le intente empujar.

- Ha dicho que la sueltes.- oí como rugió una voz ronca. El chico se apartó de mi y respire aliviada.

- ¿y tu quien eres?- pregunto, mire a Harry quien sonrió macabramente.

- El que te va a arrancar los dientes como no te alejes ya de ella.- dijo tranquilamente. El chico trago saliva.

- Vale tío, no sabía que tenía novio.- dijo bajando las escaleras a toda prisa. Puse cara de asco y Harry se acercó a mi.

- ¿Estas bien?- pregunto agarrando mi muñeca suavemente.

- Si.- dije suspirando.- Gracias.

- Dios, no te imaginas la de gilipolleces que ese hijo de puta estaba pensando.

- ¿tu si?- reí sin humor.

- No, pero soy un hombre, se lo que estaba pensando y da asco.

- Ya bueno.

- Vas..un poco diferente.- dijo mirando mi modelito.

- Si.

- Maya, yo..

- No Harry, tu nada. Eres igual que todos, quería ser tu amiga joder. ¿Enserio soy tan repelente?

- ¿Qué?- dijo confuso.- Pues claro que no, joder.

- ¿Entonces porque narices huiste de mi?!- chille empezando a llorar. Ay no...el alcohol.

- Mierda no llores. No huí de ti...eres fantástica, dulce, guapa, inteligente y joder Maya, eres un ángel.- dijo acercándose a mi, mire hacia arriba para mirar su preciosa cara y vi como me miraba mientras quitaba las lágrimas de mis mejillas. Suspire mirando sus rosados labios.

- Bésame..- susurre.

- No, joder maya.. No.

- Por favor...- rogué patéticamente.

- Mierda.- soltó su sucia boca antes de pegar sus labios a los míos. Agarro mi nuca y note su lengua en mi labio inferior, abrí la boca y sentí su lengua rozarse con la mía. El aro de metal choco con mi lengua y sentí un escalofrío ante el metal frío.

Note sus manos en mi cintura y me pegue desesperadamente hacia el. Se que lo que estaba pasando en mi cabeza estaba mal, pero no éramos unos críos, y ninguno de los dos era un santo así que me deje llevar y me separe de el. Abrí la primera puerta que vi y le metí cerrando con pestillo.

Era un cuarto con una cama y un mueble. Me la suda, quería que me tocara. Me senté en la cama y el se aceró, tire de su camiseta hasta tenerle encima de mi.

- Hazme lo que quieras.- susurre en sus labios.

- Maya, no. Enserio...

- ¿no quieres?- de repente me sentí ridícula.

- No, joder, claro que quiero pero es que..mierda Maya, que no.- reí, se explicaba fatal y me ponía muy cachonda que dijera palabrotas.

- ¿no soy sexy?- dije revoloteando mis pestañas. El me miro y cerró los ojos echándose hacia áreas, la nuez de su garganta me hizo morderme el labio.

- Eres lo más sexy del mundo pero no quiero que tengas esta imagen de mi, por favor...

- Harry, enserio, no pasa nada.- dije algo confusa. Me miro por unos segundos y me beso de nuevo montandose encima de mi.

- no me odies por favor..- susurro, le calle con el dedo y me levanté el vestido hasta la cintura.- No pienso follarte, enserio que no, lo siento pero no.

Rodee los ojos.

- Da igual.- dije llevando su mano a mi vientre, el beso mi cuello y levanté mis caderas hacia el. Suspiro y se dio por vencido apartandose de mi.

- No puedo Maya, creo que no lo estas pensando bien y no quiero que me odies.- le mire, ahí de pie mordiendose el labio y sonreí, era adorable. Y en el fondo tenía razón. Estaba borracha y no pensaba la cosas.

Y de un momento a otro, me puse a llorar.

- ¿qué te pasa?- pregunto cogiendome la cara.

- ¿No te gustó?

- Dios mío, pues claro que me gustas, si fuera por mi te follaba hasta que te quedases sin sensibilidad en las piernas, pero lo haría si estuvieses sobria.

Reí mirando sus ojos verdes y me beso lentamente.

- Llévame contigo.- dije sonriendo como una niña pequeña.

- ¿a dónde?- dijo confuso pero divertido.

- Donde sea. Quiero estar contigo pero no aquí.- dije, el sonrió y se levantó, me ofreció la mano y me levanté, me baje el vestido avergonzada y bajamos al guardarropas, cogí mi abrigo y Harry me le puso. Camine por delante de el y me gire al ver que no me seguía.

- ¿qué haces ahí?- pregunte riendo.- Hace frío en la calle, vamos.

- Estas preciosa.- dijo mirando mis piernas desnudas.- sonreí de lado mientras me ataba el abrigo.

- Gracias.- susurre tímida.

Miles to go.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora