Note los rayos del sol sobre mis párpados cerrados y proteste metiendo mi cabeza debajo de la almohada.
- Maya! maya! Maya!- un pequeño Rubio entro gritando mi nombre a mi cuarto haciendo que me caldera de la cama.
- Dios mío Jackson...- susurre levantandome algo adormilada. El río algo malicioso y se subió a mi cama conmigo.
- ¿puedo estar en tu cama?- pregunto, le abrí el edredón y gateo hasta estar dentro, se acurrucó a mi lado y le abrace cerrando los ojos.- ¿dónde fuiste anoche?
Abrí los ojos de golpe y le mire confusa.
- No le diré nada a mama, sólo quiero saber.- dijo tímido.
- Fui a dar una vuelta con Sofía, siento haberte dejado sólo pero ya sabes que es un poco pesada.- el río y bese su frente.
- No pasa nada, pero quiero tortitas para desayunar.
- Eso esta echo grandullón!- dije, nos levantamos y me puse mis zapatillas para bajar a hacerle el desayuno a jackson.
Hice la masa de las tortitAs con Jackson y le echamos un montón de sirope de chocolate y nata. Mi madre entro en la cocina mientras recogía los platos y Jackson salió a jugar al jardín ya que el sol había decido salir un poco de su escondite.
- ¿Qué tal anoche?- pregunto sirviendose una taza de café.
- Bien.- conteste mientras salía de la cocina, oí como suspiro y subí a mi cuarto. Encendí mi Mac y puse música mientras cogía mi móvil.
Tenía 2 mensajes.
Sofía.
"Tía, ¿cuando te fuiste anoche?! No te vi. Hoy es la noche de las hogueras, nos vemos allí, yo llevo el alcohol."
Reí mientras la contestaba que iría un poco más tarde porque antes iría a una tienda de discos que había a las afueras.
Dylan.
"¿Esta noche irás a la noche de hogueras?"
Dylan era mi ex novio, se que es raro que hable con el pero quedamos como amigos aunque el no logre superarlo.
La mañana transcurrió tranquila mientras el chico misterioso se colaba por mi mente de vez en cuando, anoche fue muy amable pero se tuvo que ir y yo me fui a casa con Steffi, una amiga.
Cuando dieron las 5 de la tarde me metí en la ducha y me vestí con unos jeans negros rotos en las rodillas, una sudadera de Nike gris y mis superstar de Adidas.
Me puse algo de rímel y baje al salón donde estaba Jackson viendo la tele, bese su frente y le robé una palomita, el gimió molesto y le saqué la lengua. Me dirigí a la puerta y antes de atravesarla mi madre apareció.
- ¿Dónde vas jovencita?- dijo mientras sus tacones resonaban en el suelo de mármol.
- A una tienda de discos.- me encogí de hombros, no la mentía.
- A las 22:00 en casa Maya, ni un minuto más.- asenti saliendo de casa y me monte en el taxi que había pedido. Le di la dirección y me llevo hasta allí, le agradecí y le pague.
Cuando entré en la pequeña y acogedora tienda sonreí, era una especie de cafetería/Liberia/música.
Me colé por los pasillos de discos y sonreí al ver mi objetivo, el disco de Artick Monkeys. Alargué el brazo y di un saltito para cogerle. Una mano fuerte llego hasta el disco y me le entrego, levanté la vista encontrándome con el, y sonreí.
- Gracias.- dije coqueta.
- ¿siempre estas en apuros?- pregunto frunciendo el ceño.
- Bueno, no se, pero apareces tu para salvarme.- el puso los ojos en blanco y reí.
- ¿Qué haces aquí? ¿No irás a la noche de hogueras?- pregunto ojeando los discos de vinilo.
- Si pero iré después, ¿tu irás?
- No.- río moviendo su cabeza haciendo que su flequillo fuera hacia un lado, mordió el aro de su labio y yo sonreí.
- Anda, ven un rato, sino me aburriré mucho.- dije haciendo un puchero. El negó con la cabeza.
- No se, no es mi estilo...
- Ni el mío, ¿qué más da?- el se quedo callado, cogí el disco y el me sonrió de lado.
- Bueno, no estaría mal ir un rato..- dijo tímido, reí y asenti.- Te llevo yo.
- Tranquilo, puedo llamar un taxi.- dije, dios, que ridícula.
- No, enserio, ven conmigo.- dijo, asenti y fui a pagar el disco y Harry y yo salimos a la calle, hacia bastante bueno. Nos montamos en su land rober negro completamente y note como la tensión del ambiente se hacía cada vez más grande.
- ¿Estudias?- pregunte.
- No, trabajo. ¿Y tu, estudias?
- Si, voy a los sagrados corazones.- dije riendo.
- ¿enserio? Allí fui yo, es un colegio privado demasiado bueno.- dijo educadamente.
- Si quitaran el uniforme sería mejor.- suspire y el río. El resto del viaje fue algo silencioso pero no tan incómodo como imaginaba que sería. Cuando llegamos a los muelles suspire, estaba lleno de coches y pequeñas hogueras. Nos bajamos del coche y caminamos por el paseo para llegar a las hogueras.
La gente nos miraba con recelo y no era capaz de entenderlo, Harry era un chico genial, algo misterioso y raro pero muy agradable y tímido.
Cuando llegamos divise a Dylan que choco sus ojos marrones con nosotros, sonreí de lado y el frunció el ceño viniendo hacia nosotros.
- ¿Quien es el?- pregunto cogiendo me del brazo.
- Es Harry, Harry el es Dylan.- dije tirando de mi brazo, el me soltó con enfado. ¿Qué le picaba?
Ellos cruzaron miradas y me sentí algo mal por Harry.
- Bueno, encantado, adiós.- dijo Dylan con mala educación cogiendomd del brazo.
- Sueltame.- dije echándome hacia atrás, el se giró bruscamente hacia mi.
- Maya..- susurro suspirando, tiró de mi y le empujé pero no me dejo libre.
- ¡Sueltame Dylan!- dije enfadada, el me miro confuso y enfadado y le di la misma mirada, ¿era idiota? Nunca me había tratado así, y no iba a permitir que empezara a hacerlo ahora, ni de broma.
El apretó mi brazo y gemí.
- Ha dicho que la sueltes.- susurro serenamente Harry mirando a Dylan sin ninguna otra emoción que rabia en los ojos.
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Miles to go.
Fiksi PenggemarHarry Styles es el chico más deprimido y solitario de todo Chicago. Esta sólo. No tiene familia, a excepción de su padre al cual odia por todo lo ocurrido en su macabro pasado. Odia a las personas, odia a el mundo y todo lo que tenga que ver relacio...