Nos creímos las mentiras del otro, porque así era mas fácil mirarnos a la cara.
Porque pensamos que así ninguno saldría herido.
Y era mejor fingir, que aceptar la realidad.
Yo te creía tus excusas sin sentido.
Y tú me creías cuando te decía que no tenía nada.
Pero está bien.
Las decisiones cobardes, le quedan a las personas cobardes.
Y es que le temíamos tanto a la soledad, que nunca lo entendimos realmente.
Siempre estuvimos solos.
Solo que a veces nuestras soledades se hacían compañía.
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Frases para olvidar.
RandomUna recolección de todo lo que me callé, de todas las cosas que nunca dije. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia. (Todas las frases y escritos que aparecen esta obra me pertenecen.)