Decías que nada te importaba, que nada te dolía.
E insistías en demostrarle a los demás que no los necesitabas, que podías hacerlo todo por ti sola.
Y fingías que estabas bien, que todo era perfecto.
El único problema era que solo te mentías a ti misma.
Porque te destrozo cada puñalada por la espalda.
Porque en el fondo te dolió que nadie cumpliera su promesa de quedarse.
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Frases para olvidar.
RandomUna recolección de todo lo que me callé, de todas las cosas que nunca dije. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia. (Todas las frases y escritos que aparecen esta obra me pertenecen.)