segunda oportunidad: vivir o morir (sterek) (Actualizacion Lenta)

Éxito inminente

-¡Stiles! ¡Corre!- fue lo único que necesito escuchar el castaño para salir corriendo de ese lugar.

Llevaba más de quince minutos corriendo en la nada del bosque, las lágrimas caían por sus mejillas sin poder contenerlas, pequeños sollozos se escapaban por su boca mientras se apretaba el labio inferior para no ser muy ruidoso. Pero sentía que ya no daba más.

Sus amigos de toda la vida, con los que había pasado momentos inolvidables e importantes habían muerto. Cada uno de sus integrantes asesinados frente a sus ojos.

El recuerdo de su mejor amigo salvándole la vida hizo que le doliera más el corazón, estuvo a punto de ser asesinado por Jennifer de no haber sido por su mejor amigo que se interpuso entre él y la darach.

No sabía que estaba pasando pues de un momento a otro las cosas se les habían salido de control, personas que deberían estar muertas o que almenos él creía muertas fueron saliendo poco a poco de las profundidades del bosque.

Fue así como todos los miembros de la manada se sumergieron en diferentes peleas por su supervivencia, sin embargo en poco tiempo cada uno fue cayendo, asesinado brutalmente ante sus ojos. Tuvo que presenciar como todos sus amigos fueron asesinados sin él poder hacer nada.

Talvez si se hubiera convertido en hombre lobo hubiera podido ayudar aún más en la pelea, sin embargo aunque no lo aceptara, su futuro hubiera sido el mismo que el de sus compañeros.

Eran demasiados y les ganaban en número.

Muchas veces quiso lanzarse al piso y dejar que lo atraparan, pero no podía, tenía que ser fuerte por todos sus amigos que murieron en la pelea, tenía que dar la batalla por él, por sus amigos, Por Derek.

No duro mucho antes de que el aullido de un lobo lo sacara de sus pensamientos, sabía lo que significaba eso, lo habían encontrado e iban detrás de él.

Aumento la velocidad aun sabiendo que finalmente su cuerpo colapsaría por el estrés emocional y el cansancio, si no se daba prisa ese sería su fin.

Se vio a si mismo temblando mientras corría, tal vez de frio o miedo, no podía saberlo, sus sentidos se enfocaban más que todo en la vista, correr por el bosque a media noche no era muy favorable para un humano como él, muchas veces tropezó con cosas en el suelo que lo hicieron trastabillar pero no lograron hacerlo caer.

Su respiración era agitada y errática, cada vez tenía que inhalar mas aire para no desmayarse, su corazón latía tan rápido como si de una maratón se tratara, sentía como si se le fuera a salir del pecho junto a las rápidas pulsaciones que escuchaba en sus oídos.

No muy lejos podía oír las pisadas de los hombres lobo resquebrajar las hojas secas del suelo, prácticamente los tenia encima, tuvo que voltear a ver en varia ocasiones para saber qué tan cerca estaban su atacantes, tan concentrado estaba en su labor que no vio una piedra en mitad de su camino. Sin esperárselo, tropezó con la pequeña piedra yéndose de bruces contra el suelo.

-¡Maldición!- exclamo por lo bajo, ahora lloraba de rabia e impotencia, sus enemigos habían dejado de correr y ahora se encontraban caminando hacia él, intento inútilmente ponerse de pie reiteradas veces fallando en el intento, sus piernas no le respondían como debían y su cuerpo necesitaba un descanso, sus pulmones ardían como una quemadura probablemente por haber corrido tanto en el bosque. Ya no quedaba nada por hacer, ese era su fin y solo quedaba esperar su muerte.

Como pudo se arrastró hasta el pie de un árbol y recargo su espalda en este, respirando agitadamente tratando de que su respiración volviera a la normalidad. Cerro sus ojos cuando sintió una voz conocida dirigirse hacia él.